Rebelión

Más de 250 mil manifestantes, según los organizadores, se reunieron ayer domingo en Santiago de Compostela para protestar por la gestión de la crisis del 'Prestige'. Una marcha convocada por la plataforma ciudadana "Nunca Mais" cuando se cumple un año del peor desastre natural de la región.

Según fuentes de Rebelión, la asistencia se cifraría en unas 150.000 personas. Santiago se encontraba desbordada, además la previsión metereológica era de temporal, vientos fuertes, lluvia, etc, lo que pudo disuadir a más gente de no ir. Pero por una vez, el día fue azul y soleado, y de esa forma los manifestantes se vieron acompañados -hasta por el cielo- contra el PP y las multinacionales.

Gritos de "No queremos dimisión, queremos extinción", en referencia al ejecutivo derechista del PP, y "TVGato por liebre", denunciando la escandalosa manipulación de la televisión gallega, corearon los congregados.

La plataforma "Nunca Mais", formada tras el hundimiento del petrolero y el posterior vertido al mar de buena parte de su carga, puso el broche final con esta manifestación en Santiago de Compostela a una semana en la que había convocado diversas concentraciones para conmemorar el primer aniversario del desastre. "Lo que es positivo y ejemplar para todo el mundo, simpatice o no con 'Nunca Mais', es ver que hay una ciudadanía que se moviliza en defensa de su hogar, de su medio ambiente y su futuro", dijo el escritor y portavoz de "Nunca Mais", Manuel Rivas a la televisión estatal.

Cuando se cumple un año del hundimiento del buque, unas 14.000 toneladas de crudo de las más de 70.000 que transportaba el buque continúan en el interior del carguero, hundido a 4.000 metros de profundidad. En un alarde de irresponsabilidad, rayano en la delincuencia, el Ministerio de Medio Ambiente español ha hecho una evaluación positiva de la situación de las costas cantábricas frente a las críticas de recientes informes ecologistas.

Previamente, durante la pasada semana, el gobierno gallego había ido calentando los ánimos. Preveían que la manifestación iba a ser un fracaso, entre la docilidad que han impuesto con unas indemnizaciones vividas como una gracia, la impotencia por los resultados electorales de mayo, la desmovilización y el fatalismo de los descreídos.

En esa línea el PP hizo unas declaraciones por boca del Consejero de Pesca, López Veiga, en las que defendía la decisión de alejar el barco de la costa, y en las que llegó a decir que así a cada uno le había tocado un poco. Percibiendo el vertido y la marea negra como si fuese el gordo de la lotería navideña.

El ex ministro franquista y Presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, aludiendo a estas declaraciones, expresó ante la prensa que el Conselleiro lo había dicho como una broma, pero que de todas maneras, con el dinero que se había puesto encima de la mesa, realmente "no hay mal que por bien no venga".

La organización ecologista Greenpeace considera que el carburante tóxico vertido por el mercante, de 26 años de antigüedad, continuará contaminando las costas del norte de España durante una década. Según datos oficiales, el barco vertió 63.000 toneladas de fuel y unas 300.000 aves marinas murieron, estimándose el coste de recuperación de la costa en más 1.000 millones de euros.