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La vieja Europa

9 de octubre del 2003

Moscú presiona para crear un espacio económico unido

Pablo García
Revista Amanecer
Los líderes rusos están intentando en la actualidad crear una nueva organización interestatal en lo que fue en su día el espacio de la Unión Soviética. Esta organización, que recibirá el nombre de "Espacio Económico Unido" (UES, en inglés), incluirá a las cuatro más importantes repúblicas de la Comunidad de Estados Independientes –formada por todas las repúblicas que formaron parte en su día de la Unión Soviética, excepto los tres países bálticos–, es decir, Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Kazajstán. Los observadores apuntan a que estos cuatro estados tienen las mayores y más sólidas economías dentro de la CEI. Ellos disfrutan también del mayor índice de crecimiento económico e industrial. Otro importante factor es que Bielorrusia, Ucrania y Kazajstán tienen una importante población rusa.

El tema de la creación del UES fue tratado en la última reunión de la CEI, que tuvo lugar en Yalta, Ucrania, el 19 de septiembre pasado. El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró el 2 de septiembre –tras un encuentro con el presidente ucraniano, Leonid Kuchma– a la agencia oficial rusa RIA que, tras algunos encuentros preliminares, "parece que el actual proyecto resulta aceptable para los cuatro países". Por su parte, el presidente de Ucrania, Leonid Kuchma, ha mostrado también su disposición a seguir adelante con el proyecto.

En realidad, a Rusia le gustaría que la nueva organización tuviera también competencias en el terreno político, con el fin de posibilitar una mayor integración de estos países también en este campo. Recientemente, el ministro de Comercio y Desarrollo de Rusia, German Gref, declaró que la integración económica entre los cuatro países también debería conllevar un mayor grado de integración política. En este sentido, el viceprimer ministro, Viktor Jristenko, llegó a comparar al UES con la Unión Europea. Sin embargo, el presidente kazajo, Nursultan Nazarbayev, ha manifestado su desconfianza hacia la posible transformación de la UES en una organización política y señaló que esperaba que la nueva organización no sirviera para reemplazar a la estructura política de la Comunidad de Estados Independientes y se concentrara únicamente en promover la integración económica de estos cuatro países.

En realidad, Rusia considera que el UES podría servir como un instrumento que garantice la estabilidad política en el espacio post soviético, frente a la persistencia de una situación de inestabilidad en las regiones del Cáucaso y Asia Central, y que fortalezca la influencia de Rusia en toda la región, y muy especialmente en Ucrania, donde existen elementos nacionalistas que prefieren que el país se incline más hacia EEUU que hacia su vecina Rusia. El politólogo ruso Artem Ulunyan escribió en un comentario publicado en el periódico Rossiiskiye Vesti que "Vladimir Putin y su equipo de consejeros políticos creen que ha llegado ya el momento de transformar a Rusia en una potencia que ostente una posición de liderazgo en Eurasia".

El pasado mes de febrero se produjo ya una tentativa dirigida a crear el UES. Sin embargo, las conversaciones se alargaron y, al final, los cuatro países decidieron aplazar las negociaciones hasta septiembre.

Durante el pasado verano, los responsables rusos trabajaron sin descanso para poner a punto el proyecto de la UES. El 28 de agosto, el gobierno ruso aprobó finalmente el proyecto, destinado a lograr una integración regional. Ese mismo día, el primer ministro, Mijail Kasyanov, declaró que era necesario crear un organismo supranacional, con poderes ejecutivos para dirigir el UES.

Estas declaraciones han sembrado la alarma en los círculos nacionalistas de Ucrania, que temen que el UES se convierta en el instrumento utilizado por Rusia para reconstruir su hegemonía política y económica en la región. El 28 de agosto, el ministro de Exteriores ucraniano, Anatoli Zlenko, rechazó la posibilidad de que Ucrania se integre dentro de unas "estructuras supranacionales". Él también dejó claro que no es probable que su país acepte otras propuestas rusas como la creación de una unión aduanera o la adopción del rublo ruso como moneda común dentro de la UES.

Algunos analistas señalan que el proyecto ruso para la creación del UES podría seguir las pautas establecidas por la Comunidad Económica Euroasiática (CEE), una iniciativa de mayor alcance que fue lanzada en el año 2001, con el fin de establecer una zona de libre comercio entre los países de la CEI.

En la actualidad, los planes para el desarrollo de la CEE se encuentran estancados. A finales del pasado año, Kasyanov expresó su esperanza de que la CEE adoptara el rublo ruso como moneda común, pero desde entonces pocos progresos se han hecho en este sentido.

El hecho de que Rusia continúe disfrutando de un elevado superávit en su comercio con sus vecinos de la Comunidad de Estados Independientes es un factor más que anima a Moscú a promover la creación de una "zona del rublo" entre los estados signatarios de la CEE y el UES. No obstante, esta iniciativa rusa ha tenido únicamente eco en Bielorrusia, el más fiel aliado de Moscú dentro de la CEI. Esta buena disposición de Bielorrusia no se ha traducido todavía, sin embargo, en una adhesión efectiva al rublo, debido a las diferencias de tipo económico y fiscal que mantienen ambos países.