La crísis política en Serbia se ha agudizado, después del fracaso de los dos procesos electorales convocados en las últimas semanas para elegir un nuevo presidente para esa república, debido a la participación de menos del 50 por ciento de sus electores.
En ambas citas, el presidente yugoslavo y líder del Partido Democrático de Serbia (DSS), el nacionalista moderado, Vojislav Kostunica, se alzó con más del 60 por ciento de los votos, frente al jefe Partido Radical de Serbia (PRS), Vojislav Sesely.
Sin embargo, ambas lides fueron invalidadas por la Comisión Electoral de Serbia, por incumplir con el requisto de que concurrieran a las urnas más de la mitad de los electores empadronados.
En la primera convocatoria, se registró este fenómeno en la segunda vuelta y en la más reciente oportunidad en la primera, debido a lo cual no se pudo celebrar la última, donde ya no era necesario ese requisito, después de haberse modificado la legislación electoral.
Tras esos fallidos intentos, Serbia enfrentará el próximo 5 de enero la salida del actual mandatario, Milan Milutinovic, sin que se haya elegido un reemplazante, una situación no prevista en la Constitución.
Como resultado de una interpretación ¨amplia¨ de la Carta Magna, la presidenta del parlamento, Natasa Micic, ocupará provisinalmente esa responsabilidad, al senalar la Constitución que ese procedimiento será segouido ¨en el caso de una ausencia temporal del presidente¨.
Esta situacion beneficia al primer ministro serbio, Zoran Djindjic, archienemigo político de Kostunica, a pesar de que ambos acatuaron conjuntamente en el marco de la coalición Union Democrática de Serbia (DOS), para desplazar del poder, al ex presidente, Slobodan Milosevic.
Djindjic, principal dirigente del Partido Democrático (DS), sabe que debido a su impopularidad, podría perder la jefatura del gobierno serbio, en caso de convocarse elecciones anticipadas en esa república, tal como ha prometido Kostunica.
Debido a esta razón, se dedicó a ¨boicotear discretamente¨ los recientes procesos electorales presidenciales en Serbia, para crear una situación que le permita continuar gobernando, sin enfrentar unos comicios anticipados.
Kostunica ha denunciado la responsabilidad de Djindjic y ha ido más lejos al denunciar que las listas electorales utilizadas en los pasados elecciones presidenciales fueron deliberadamente infladas con nombres de personas desparecidas o ausentes del país.
Según el DSS, en esa relación fueron incluídos los nombres de 830 mil 553 votantes inexistentes, los cuales si se descuentan de la lista oficial de empadronamientoi, hubiese propiciado una victoria de su líder por el 51,78 por ciento de los votos en la primera vuelta de los últimos comicios. les.
Esa agrupación política presentó una demanda, acompanada de pruebas, en la Comisión Electoral de Serbia, pero la misma fue rechazada por ese organismo, debido a lo cual recurrieron ahora al Tribunal Supremo.
Por el momento, Kostunica ha rechazado el ofrecimiento del ultranacionalista Sesely (PRS) y otras agrupaciones políticas para librar una lucha parlamentaria, con vistas a forzar la caída del gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas.
Al parecer, Kostunica, un reconocido profesor de derecho de la Universidad de Belgrado, parece querer agotar el camino legal, antes de emprender la lucha política, con el fin de debilitar aún más a su rival (Djindjic).
Este por su parte, ha comenzado a maniobrar para promover un cambio constitucional, en virtud del cual el presidente de Serbia se elija por medio del voto parlamentario, en vez de una consulta popular.
Si no lo consigue, piensa que al menos, prolongará de tiempo para la búsqueda una solución para la elección de un jefe de estado serbio, lo cual beneficia sus planes de permanencia al frente del gobierno.
El cargo de presidente de Serbia adquirirá una gran importancia, después de la próxima entada en vigor de la recién acordada Fedración de Serbia y Montenegro, cuya presidencia dispondrá de poderes limitados. 18/12/02
edelsuarez@confluencia.net