La APDH, querellante contra el ex capellán
Para castigar a Von Wernich
El sacerdote Christian Von Wernich sumó ayer una nueva preocupación. La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos se presentó como querellante en la causa que lleva adelante el juez federal platense Arnaldo Corazza en la que se investigan los probables delitos que hubiera cometido durante la pasada dictadura militar. Ex capellán de la Policía de la Provincia de Buenos Aires cuando estaba bajo las botas del genocida Ramón Camps, el cura fue acusado por el fiscal Félix Crous por privaciones ilegales de la libertad, torturas agravadas, falsedad ideológica de documentos públicos y homicidios.
En su presentación judicial la APDH destacó que "los delitos cometidos por Von Wernich son de lesa humanidad y nos asiste el derecho de procurar no sólo la verdad sino el juicio y castigo a los responsables del genocidio perpetrado en nuestro país". Las acusaciones contra el sacerdote se concretaron en el marco del "Juicio por la Verdad". Se fundamentaron en 22 testimonios en los que se sostiene que Von Wernich habría estado en los centros clandestinos en la comisaría 5ª de la Brigada de Investigaciones de La Plata y en el "Puesto Vasco", situado en la localidad de Don Bosco, Quilmes.
"La vida de los hombres depende de Dios y de tu colaboración", le escuchó decir Luis Velazco, detenido en la comisaría 5ª de La Plata, a Von Wernich en un diálogo que éste mantenía con un prisionero que rogaba por su vida. El genio y la figura del cura fue relatado en un sinnúmero de ocasiones. Desde estar presente en salas de tortura, hasta ignominiosas conversaciones con detenidos cuyos hijos nacieron en cautiverio fueron detallados por las víctimas. Algunos de ellos, como el encuentro en el que Carlos Baratti le preguntó a Von Wernich por el destino de su hija, figuran en las actuaciones del juez español Baltasar Garzón.
"¿Qué tiene que ver la política con la vida de una criatura?", fue la pregunta de Baratti. "Los padres que no supieron educarlos a ustedes, no pueden hacerse cargo de la beba", habría sido la respuesta del ex capellán policial.
Motivos no le faltaron al fiscal Crous para además de pedir la indagatoria del cura reclamar su detención. Crous señaló en su acusación que, "el imputado (Von Wernich) desplegó una actividad física voluntaria y consciente, dirigida directamente a quebrar la voluntad de las víctimas, obtener información, procurar el silencio de las víctimas y sus familiares, desalentarlos de que buscaran ayuda, y con ello asegurar los fines perseguidos por la dictadura y la impunidad de él y sus cómplices".