Por Luis O. Saavedra
Hemos señalado, en otras notas, que la política del actual gobierno, en los problemas más difíciles, parecería consistir en caminar por la cornisa. Y que esta sería la única viable en este momento, ya que, en cualquier circunstancia, las alternativas de un gobierno no son otra cosas que una resultante de las relaciones de fuerza existentes a nivel nacional e internacional. Tanto en la sociedad civil, como en lo que va quedando del estado nación y el entramado de la sociedad política que constituye, a la vez, su apéndice y su sustento.
Claro que, señalemos de paso, dentro del conjunto de determinaciones que constituyen esa situación concreta, siempre hay un margen, mayor o menor, de elección, diferentes alternativas que constituyen la voluntad del sujeto de la situación, en este caso el gobierno.
Para ponerlo blanco sobre negro: hubo un momento, en que el mal llamado sillón de Rivadavia estaba en licitación abierta por el duhaldismo. ¿Se acuerda cuando el hoy ministro de Defensa y entonces Jefe de Gabinete, José Pampuro, decía en su lenguaje puro y duro: "tenemos el departamento, el champagne, la cama preparada y la puta no aparece?". Y el candidato preferido a tenderse sobre ese lecho era Carlos Reutemann, a quien asediaban desde el chueco Mazzón, operador de la Presidencia todo terreno, hasta los discretos enviados del Fondo Monetario y la banca internacional.
Si hubiera dicho sí, hoy ocuparía la Casa Rosada, en lugar del Presidente Kirchner. Por fortuna dijo no, por alguna o algunas razones que nunca reveló, pero que sin duda trajo algún viento desde La Rioja.
Es una de las pocas cosas que tenemos que agradecerle a Carlos Menem. De lo contrario ¿se imagina a usted a un hombre como nuestro gobernador, reaccionario, pusilánime, incapaz de prever los problemas y de resolverlos cuando se presentan, como reveló hasta el hartazgo la catástrofe de Santa Fe, que acaba de ser lapidado por el informe de la prestigiosa organización Médicos del Mundo, ese hombre a cargo de la primera magistratura?
¿Se lo imagina descabezando a la cúpula militar, quitándoles la protección del decreto que De la Rúa nos legó, impulsando el desplazamiento de los supremos corruptos, diciéndole a Horst Koëheller "ustedes lo pasearon a Menem por el mundo mostrándolo como modelo durante la década del 90 y por eso estamos en crisis y en default?"
Cuando hablamos del camino de cornisa hablamos, en primer lugar, de las negociaciones con lo que por comodidad llamamos establishment, que el mexicano Subcomandante Marcos llama, con más propiedad, la sociedad del poder y cuyo principal vocero y operador es el Fondo Monetario Internacional.
En este mismo momento están empezando a sentarse sus negociadores y los argentinos, sin que, hasta ahora, y lamentablemente, la sociedad civil haya dado muchas muestras de querer expresar su propia voz en las calles del país.
Están sólo los negociadores a la mesa, con alternativas de máxima y de mínima, variantes intermedias de veras y de mentiras, apretes y zancadillas, sonrisas amables y patadas bajo la mesa, lanzando de ambos lados operaciones de prensa de todo calibre y pelaje, contradictorias y complementarias, como expertos fulleros que orejean sus cartas al comienzo de la partida, observando a hurtadillas las señas que se hacen los jugadores del equipo rival.
Pero no sólo en el terreno económico camina el gobierno por la cornisa. También en el terreno político, En la complicada tarea de construir fuerza propia a partir de una tropa enferma de corrupción, oportunismo e ineptitud.
Y en esa cornisa, el gobierno ha tenido ya algunos resbalones, equivalentes al susto que el viernes tuvieron en la Quebrada de Humahuaca con el helicóptero del gobernador salteño, Juan Carlos Romero.
Y el resbalón más notable en ese terreno lo constituye, sin duda, la fórmula del kirchnerismo en la provincia de Santa Fe. Esta semana nuestra provincia fue nota de tapa del diario La Nación. Los 43.687 candidatos que la Ley de Lemas nos supo conseguir significan, según las cuentas hechas por el matutino que fundara Bartolomé Mitre, un candidato cada 51 electores.
Una cifra no muy alejada de la de un candidato cada 23 electores que permitió en la provincia de Tucumán, la vergüenza de Antonio Bussi intendente de la capital. Más allá que hoy el asesino y ladrón esté preso, los tucumanos lo hicieron y esta mancha, como bien dijo Osvaldo Bayer, en la contratapa del pasado sábado de Página 12, estará para siempre asociada a la imagen de la bella ciudad de la Independencia.
Y al día siguiente que el matutino porteño marcara a fuego esta otra vergüenza santafesina, el decano de la prensa argentina nos mostró, a todo color, en su página tres, lo que será la foto de campaña del ala pro Kirchner del P.J. en Rosario. Y que variando un personaje, será la de toda la provincia.
La imagen positiva que todavía conserva el Presidente y la buena figura de la candidata a vice gobernadora, la arquitecta María Eugenia Bielsa, que no es sólo hermana de, sino que tiene un sólido currículum propio, no alcanzan a contrabalancear la de dos malos muy conocidos, que no son preferibles a ningún bueno por conocer.
Del hoy diputado Jorge Obeid hemos dicho alguna vez que fue lo menos malo que nos dio el justicialismo en el gobierno de la Provincia. Y no nos desdecimos. Pero menos malo no quiere decir bueno. Obeid desde la Casa Gris, no introdujo ningún cambio de fondo en la estructura mafiosa que montó su partido en Santa Fe, salvo algunos afortunados desplazamientos de antiguos represores, que realizó su ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, en la cúpula policial.
En compensación, este ingeniero químico que alguna vez compartió militancia con luchadores populares, liquidó en condiciones miserables el Banco Provincial de Santa Fe, perdiendo la provincia 1.400 millones de dólares, según cálculos de la Asociación Bancaria, y 1.100 millones según el diputado Carlos Favario.
Vale la pena leer, al respecto, la nota de Luis Moro en la revista santafesina Tercer Mundo, de este mes. Entre otras cosas, da cuenta que 1.475 ex empleados del Banco pasaron a la administración provincial y sus sueldos cuestan casi lo mismo que Obeid alegaba como déficit fiscal para justificar la venta.
Así entregó alegremente el operador financiero del estado provincial en manos de los narcolavadores hermanos Rohm, uno de los cuales está hoy prófugo y otro preso. El prófugo ya estaba procesado, al momento del traspaso, por el escándolo IBM – Banco Nación, en el cual actuaron como intermediarios.
Y nuevamente corre peligro el destino de esta herramienta fundamental para el manejo de la economía santafesina, por cuanto el titular del fideicomiso que lo administra, el AMRO Bank, no considera que el Banco de San Juan, propiedad de otro grupo de dudosos antecedentes, reúna las condiciones técnicos de solvencia para hacerse cargo de la Institución que fuera orgullo de la Provincia.
Por otra parte, en este programa hemos escuchado, el sábado 17 de mayo, al encargado de relaciones públicas de AUFE, la empresa que administra la Autopista Brigadier López y cuyo puente de acceso a Santa Fe fuera corresponsable de la inundación, decir que elevaron, en 1998, los estudios sobre la escasa luz del puente, hechos por la Facultad de Hidrología al gobierno provincial sin recibir respuesta.
Puede ser que el ingeniero Montes de Oca mintiera, ya que nunca envió el original del contrato que nos prometió, ni ningún colega en toda la provincia pudo verlo. No sabemos quien era de verdad responsable de ejecutar las obras para ampliar dicha luz de 160 a 400 metros.
Pero si el gobierno provincial no era responsable de ejecutar, era responsable de controlar que se ejecute. Y el gobernador era entonces el ingeniero Jorge Obeid.
En cuanto al candidato a intendente, Norberto Nicotra, es impresentable. Un hombre que ha vivido de la política desde diciembre de 1.983, salvo estos últimos meses, en que renunció a la presidencia del Concejo y a su banca para limpiarse. Una renuncia tan oportunista como la aparente reducción de personal que hizo en enero del 2.002, cuando atronaban las cacerolas. Porque los antiguos empleados del Concejo siguen siendo trabajadores municipales, sostenidos por las tasas y contribuciones de los rosarinos.
Ya fue concejal en 1983-85, ocupando la presidencia de la estratégica Comisión de Servicios Públicos. Y ¡oh casualidad! en la última sesión de ese cuerpo, antes de la renovación por mitades en que Nicotra perdía su banca, salió aprobada la Ordenanza de Transporte que hacía un año y medio que estaba cajoneada.
Dicen que la CETUP no aflojaba. Dicen que sobre esa ordenanza se montó el sistema de cometas para aumentar el precio del boleto, que rigió hasta que el fin de la inflación, con la Ley de Convertibilidad, puso fin al negocio. Vaya a saber, la gente es tan maliciosa y amiga de hablar mal... .
Nicotra fue después diputado provincial, Defensor del Pueblo en Rosario, diputado nacional, integrando la Comisión de Defensa en la época que otros mal hablados dijeron que fueron enviadas armas de contrabando a Croacia y Ecuador. E incluso que se voló la Fábrica Militar de Río Tercero para ocultar el faltante. Ester Stekelberg fue uno de esos mal hablados. No sabemos que hizo la Comisión que integraba Nicotra en aquellas circunstancias.
También cabría preguntarse porque Obeid eligió a Nicotra para tan decisiva foto, cuando en Rosario tiene otros dos sublemas para la intendencia, encabezados por el Padre Joaquín Núñez y por su ex ministra de Educación y Cultura, María Rosa Stanoevich, dos personas mucho más presentables.
En fin, tenemos hasta el 7 de setiembre para reflexionar sobre todo esto y tomar decisiones.
Nota: "A Contrapelo", columna de opinión emitida en Hipótesis el lunes 4 de agosto de 2003.