Argentina: La lucha continúa
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30 de julio del 2003
La economía argentina para el economista Alfredo Eric Calcagno
Independencia nacional o más de lo mismo
Joaquín Rivery Tur y Jorge Luis González
Argenpress
En Argentina se cayó un modelo sin reemplazo, aseguró Eric Calcagno, un eminente economista argentino que observa bien de cerca lo que está sucediendo en su país, sin perderle pie ni pisada a la situación.
Para Alfredo Eric Calcagno, 'se cayó un modelo y no fue reemplazado por nada y todavía seguimos sin que nada lo reemplace. En estas últimas elecciones hubo un cambio político importante, pero que no alcanza para configurar un nuevo panorama de partidos políticos; lo importante es que desapareció Menem de la política nacional y desapareció el radicalismo, que sacó solo el 2,8% de los votos'.
Un análisis suyo de la situación le hace subrayar que 'el problema es que todavía no tiene vida política el sistema alternativo, que está elaborado en la visión de muchos economistas y políticos, pero aún no tiene organización política que lo sostenga'.
'En realidad -añade- en estas elecciones no hubo programas. Fueron esencialmente con Menem o contra Menem. El deseo era `no queremos más esto', pero no se estableció claramente qué es lo que queremos y cómo vamos a estructurar el país.' Basándose en la historia, definió que la economía argentina tiene tres etapas. Una desde sus inicios hasta 1946 que denominó agraria. La segunda, hasta 1976, considerada como industrial, muy influida por la política cepalista. Y la tercera, a partir de ese año (comienza la dictadura militar), calificada como de renta y financiera, que dura hasta hoy.
Con Menem se dio la apertura comercial más absoluta; resultaba más barato importar que producir en el país. Se trata de un sistema completamente inviable, porque, de acuerdo con la Ley de Convertibilidad (un peso = un dólar), todo déficit del sector fiscal o externo había que saldarlo, bien con venta de propiedades del Estado, bien con endeudamiento.
'En los primeros tiempos no más que ya se vendió todo', expresó el académico. 'No quedó más que el endeudamiento, lo que funcionó mientras entraban 20 000 millones de dólares de endeudamiento por año. Es sabido que no puede vivir ningún país y ninguna persona sobre la base del endeudamiento perpetuo. Se da el momento en que no prestan más. Eso fue lo que sucedió en el 2001'.
'La crisis que volteó al Gobierno se produjo simplemente porque no prestaron más los prestamistas internacionales y entonces se derrumbó todo, pero sin que todavía estuviera maduro, ni siquiera en sus rasgos más evidentes, el modelo que lo va a sustituir ni el cambio político.' Para Alfredo Eric Calcagno, que siempre realiza sus investigaciones junto a su hijo Eric, 'este Gobierno tiene como reto fundamental pasar del modelo de renta y especulación a un modelo de producción. Eso tiene implicaciones enormes. Hay que reindustrializar el país; hay que afianzar la soberanía nacional, que no se ejerce. En estos momentos, si usted quiere saber cuál es el plan del país en lo económico, no tiene que ir a los gobernantes, sino al acuerdo stand by con el Fondo Monetario. Desde 1976 el programa económico es diseñado en los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional'.
'Ahora hay un acuerdo en vigencia, firmado en enero de 2003 y que hay que revisar en agosto y que sería nefasto para Argentina. La otra cosa es pasar a un régimen de preproducción. Para eso hay que hacer una fortísima redistribución de la riqueza.' 'En este momento estamos en el quinto año de recesión. El producto por habitante de este año es como un 15% menor que en 1976. Por eso hacen falta actos del Gobierno de inmediato. Uno es un shock redistributivo. Queremos que lo haga el Gobierno, porque para reactivar, lo primero que tiene que hacer es darle poder de compra a la población, que está bajo la línea de pobreza en un 57%, y de ellos el 20% en la indigencia.' 'Hay actos clave necesarios, pero todavía estamos con la incertidumbre. No sabemos si lo que se va a cumplir son los propósitos muy buenos enunciados por el presidente Kirchner, quien dijo que va a dejar de ser el gerente de las corporaciones y que no va a aceptar imposiciones del Fondo.' Lo que plantea el nuevo Presidente es completamente viable en opinión del doctor Calcagno.
'Lo que pasa es que hay que tener valentía para aplicarlo en la práctica, porque las condiciones para ello están. Basta con hacer funcionar lo que ya tenemos. En Argentina existen las fábricas, las empresas, la memoria industrial, y basta con que la gente se ponga otra vez a trabajar'.
La dificultad que cita el profesor de Economía es que los dueños del país son los bancos, las empresas privatizadas que extraen recursos naturales, sobre todo petróleo, y el Fondo Monetario Internacional y no quieren que esto suceda. Va a venir una tremenda lucha con esos grupos si el presidente Kirchner mantiene sus propósitos.
'Hemos salido un poco de la recesión, explica, porque no hicieron caso de las recetas del FMI. Pero ahora viene una lucha interna entre los dueños del país y el país mismo.' 'Tenemos vencimientos acumulados por 11.000 millones de dólares, enfatiza, pero debemos salir de la economía del endeudamiento. Todo ha sido por vivir 25 años bajo el endeudamiento.' 'Incluso no necesitamos que vengan dólares, lo que necesitamos es que no se los lleven. El año pasado salieron del país 19.000 millones de dólares. Se evaporaron.' 'Hay que implantar un control de cambios y medidas que impidan que eso suceda y creo que es insensato hacer una política para que vengan dólares en lugar de impedir que se lleven los que generamos nosotros.' En la consideración de Calcagno, la perspectiva es muy buena respecto a la integración, pues una de las cosas que se discutían en las elecciones eran ALCA con Menem o MERCOSUR con Kirchner. La salida lógica para Argentina es ir a una relación muy estrecha con Brasil con vistas a hacer una integración de Sudamérica, incorporando también a Venezuela, de forma que Sudamérica pueda ser una unidad geopolítica con algún peso en la arena internacional.
Hay dos cláusulas en el acuerdo con el FMI que son una trampa para el Gobierno. Se fija un superávit primario (es decir, antes del pago de intereses), que es el que se usa para pagar los intereses de la deuda. Se ha fijado un 2,1% del PIB como superávit necesario, pero el plan de obras públicas prácticamente no lo permite, sobre todo si se junta con los requerimientos de fondos que se exigen en el campo social. Calcagno es tajante: 'Es un crimen tener un superávit fiscal con 10 millones de indigentes. Esos fondos tienen que destinarse a planes sociales y a la reconstrucción de la industria. Si se cumple con ese superávit no habrá posibilidad de ninguna obra pública ni social y el Gobierno de Kirchner corre serios riesgos de no poder hacer nada'.
Al final, su gran interrogante es 'si vamos hacia un proceso de independencia nacional o vamos a tener más de lo mismo'. Hay que esperar para ver. Es una tarea muy dura.