Las aguas siguen bajando turbias
Autor Raul Dargoltz
Las aguas del río Salado nuevamente se ensañaron contra el interior argentino. Esta vez inundó gran parte de Santa Fé y el sud de Santiago del Estero, como lo viene haciendo tantas veces en el pasado que para nosotros ya se ha convertido en una costumbre, una cuestión "folklórica". En el año 1974, mas de 90.000 evacuados y medio territorio provincial fue cubierto por las aguas, al igual que hace apenas tres años cuando 14 de los 27 departamentos sufrían este flagelo, con cientos de víctimas y daños cuantiosos irreparables. "La fuerza del agua no respeta límites geográficos, económicos y sociales..Humildes familias sintieron la fuerza de la naturaleza y quedaron a la intemperie....La asistencia del gobierno es esperada con ansiedad..." fueron algunas de las notas periodísticas más usuales que se siguen repitiendo. "Pasa todos los años lo mismo. Vienen las inundaciones, la gente se queja, se seca todo y no pasa nada hasta las próximas inundaciones..... todos los años hay partidas para arreglar el dique pero nunca se arregla" fueron las palabras pronunciadas por el padre Sergio Marinelli de Bandera Bajada al diario El Liberal del 11/3/00. Y el mismo medio se preguntaba por el futuro de 14 niños que con sus padres se habían refugiado en Loreto al derrumbarse sus precarias viviendas en un horno que se utiliza para la fabricación de carbón vegetal y cuya atmósfera contaminada les provocó irritaciones en las vías respiratorias. A quién atribuirle la culpa de estas inundaciones.?- Al clima y a nuestra mala suerte de provincia "maldecida" por San Francisco Solano que nos lleva a vivir con el "agua al cuello", pero sin embargo, y esas es una de las grandes contradicciones de nuestra historia provincial, numerosas poblaciones de la campaña, como Estación Atamisqui, Laprida, Choya, Tintina, Campo Gallo, Sachayoj,etc, carecen de agua potable y los pobladores se ven obligados a tomar agua contaminada cuando no reciben alguna ayuda del gobierno.
El gobernador Reuteman le atribuyó la culpa de estas inundaciones "imprevisibles" a la madre naturaleza. Reiteró el comportamiento de todos los gobiernos provinciales y nacionales que nunca asumieron sus culpas y responsabilidades. Y no me estoy refiriendo únicamente a la posibilidad de prevención o de haber realizado las defensas necesarias contra el embate de las aguas, sino que los hombres hemos olvidado que en la naturaleza todo está extraordinariamente bien estructurado y planeado.- Causas que parecieran totalmente sin sentido o minúsculas llegan a producir efectos asombrosos y ella se defiende de la forma que puede ante el ataque indiscriminado que es objeto.
Por ejemplo la tala de los bosques que durante siglos fue moderada adquirió en los últimos cuarenta años una gran magnitud. a un promedio de 13.000.000 de hectáreas por año. Es conocida la destrucción de la Amazonia, de Costa Rica, del Africa y de la India.Cada año se destruye una superficie de bosques equivalente a toda Gran Bretaña. El ritmo de deforestación es diez veces a la reforestación en el mundo y en el Africa es de veinte veces. La mayor parte de esta destrucción mundial de los recursos forestales es provocada por la expansión de la ganadería y en menor grado por la agricultura, cuyo destino final es la demanda de los países ricos (hamburgueserías, cadenas de fast food) o para cultivos de exportación que son consumidos por los mismos estómagos que se pierden en tasas de café o bien de chocolate. Santiago del Estero tenía a comienzos del siglo una superficie de bosques, los mejores quebrachales del mundo, superior a las 10 millones de hectáreas.En la actualidad, sin un inventario oficial, no alcanzan las quinientas mil hectáreas. Sin embargo el pueblo de la provincia sigue votando como intendentes, concejales y diputados a los principales saqueadores de nuestros recursos naturales.- No hemos aprendido de nuestra historia.Lo mismo ocurrió en la provincia de Santa Fé dónde la famosa Forestal del Chaco, Empresa inglesa monopolista del tanino, se ensañó con los bosques de quebracho hasta que prácticamente se extinguieron, con la complicidad de los gobiernos provinciales. Entonces los terremotos, inundaciones y huracanes, con que la naturaleza nos castiga y se defiende, no son "CAUSAS NATURALES", son realmente HUMANAS porque es el hombre que provoca dichas causas.
Es de público conocimiento la situación precaria de mantenimiento de nuestros principales diques, la mayoría de ellos colapsados y con severos problemas de colmatación y contaminación, como el caso del Dique Frontal de las Termas de Rio Hondo y la necesidad imperiosa de construir las presas que se necesitan para canalizar nuestros grandes ríos. Entre ellos el histórico proyecto de canalizar el Río Bermejo, desconocido por nuestros gobernantes, con el canal Santiago del Estero, sueño incumplido del almirante Portillo, uniendo en un camino americano el Amazonas con el litoral argentino. Hoy las aguas del Rio Salado, corren libremente por los campos deforestados, erosionados y poblados de soja, ganado y porotos. La Forestal y las empresas extranjeras vinculadas a los ferrocarriles fueron reemplazadas por los modernos civilizadores interesados en el menor valor de las tierras marginales santiagueñas y en los cultivos exportables. Mientras tanto "las aguas bajarán turbias", muy turbias, como en el viejo film nacional, como las esperanzas de los pobladores que retornarán a sus posesiones. Y nosotros, como los niños de Loreto, nos seguiremos refugiándonos en los hornos de carbón, no importando el aire viciado que respiremos.???.. Total... Ya nos estamos acostumbrando..
RAUL DARGOLTZ
4 de mayo de 2.003.
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