El Frente Unico de Trabajadores Desocupados y Ocupados
(Futrade), una de las agrupaciones piqueteras denunciadas el lunes por el ministro
de Trabajo, Carlos Tomada, entregó ayer un petitorio en la cartera laboral
donde reiteraron sus reclamos y alertaron sobre una "persecución injusta".
Oscar Aguirrezabala es integrante de la organización y, en diálogo
con Página/12, aseguró que "no tuvimos preso a nadie".
Después de conocer la noticia de que el fiscal Luis Comparatore pediría
la detención de los piqueteros que participaron del reclamo del miércoles
pasado, Aguirrezabala dijo que " aunque nos metan presos a todos, el hambre
en nuestros barrios no va a desaparecer".
–¿Qué ocurrió en la reunión en la que entregaron el petitorio
al ministro de Trabajo?
–De la lista de reclamos que le llevamos a Tomada, nos fue negada la posibilidad
de acceder a puestos de trabajo genuino como así también los tres
mil subsidios Jefas y Jefes de Hogar que habíamos pedido. Del resto de
los puntos, nos dijeron que armemos proyectos productivos y que se los presentemos
en diez días que nos iban a dar una respuesta. Hablaron de darnos herramientas
para el trabajo e insumos para los comedores que funcionan en los barrios.
–¿Bloquearon la puerta del ministerio como denunció el Gobierno?
–Nosotros lo único que hicimos fue pedir que se nos atendiera y que nos
dieran una respuesta. Ya habíamos ido varias veces por lo mismo y no nos
habían querido recibir. Pero nosotros no tuvimos preso ni le prohibimos
la salida a nadie. Pareciera que no tenemos derecho a reclamar. Lo único
que hicimos fue correr las vallas que estaban en la puerta, pero no impedimos
la salida de nadie. Fuimos el conejillo de Indias, la prueba piloto de la nueva
brigada. Ellos estaban allí haciendo de intermediarios entre nosotros y
los funcionarios.
–¿Creen que a partir de ahora serán reprimidos con mayor dureza?
–Se criminaliza al que hace una protesta social sin observar la miseria de nuestros
barrios. No sé si la represión va a aumentar o no, pero lo que sí
sé es que la represión ya existe desde el momento en que hay pobreza,
desnutrición. Porque nos metan presos a todos, el hambre no va a desaparecer.
Aunque lo hagan, el hambre cada día crece más.
Reportaje: Martina Noailles