Colombia: Los Nietos de Quintín Lame
Raúl Zibechi
Los indígenas paeces del Cauca, en el sur de Colombia, resisten y recuperan
sus territorios, cuidan la vida y buscan liberar la tierra de sus cadenas
mercantiles. Entre la tradición y el cambio, una corriente juvenil y renovadora
busca abrirse paso en medio de la guerra, los paramilitares y el narcotráfico.
El 16 de septiembre de 1991 cerca de 80 indígenas paeces del resguardo de
Huellas acudieron a una cita convocada por los nuevos propietarios de la
hacienda El Nilo, cerca de Caloto, en el norte del departamento del Cauca. "A
eso de las nueve de la noche, hombres fuertemente armados se presentaron en el
lugar y luego de reducir al grupo de indígenas a quienes obligaron a acostarse,
les dispararon causando la muerte de 20 de ellos, en total estado de
indefensión"
Cabildos resguardos del Cauca
El departamento del Cauca, en el sur de Colombia, concentra la mayor
población indígena del país. En la zona norte de ese departamento, se ha formado
la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN), que agrupa
110.000 personas en un territorio de 191.318 hectáreas. Ese territorio está
integrado por 16 resguardos, que son instituciones de origen colonial
conformadas por comunidades, con título de propiedad comunitaria y regidas por
el fuero indígena.
La Constitución de 1991 reconoce la multietnicidad, consagra derechos étnicos,
culturales, territoriales, de autonomía y participación. Reconoce la existencia
de los cabildos (autoridad propia dentro del resguardo) y a la ACIN (autoridad
tradicional zonal) y les concede autonomía para gestionar el territorio según
"usos y costumbres", para hacer justicia, legislar y administrar los recursos
propios.
Sin embargo, en la realidad existe un choque entre la institución municipal
perteneciente al Estado colombiano y los resguardos regidos por usos y
costumbres. Por eso buscan el reconocimiento estatal de sus instituciones y
autoridades. La ACIN se propone apoyar el proceso de las comunidades de la
región y busca consolidar su autonomía política y jurídica y la creación de un
sistema propio de educación, salud, manejo de los recursos naturales y economía
solidaria.
"La Asamblea es la fuerza de la Organización", señala la ACIN. En su territorio
se realizan anualmente unas cien asambleas con una asistencia promedio de 600
personas por asamblea, aunque a las asambleas zonales asisten hasta 3.000
personas y las regionales pueden agrupar hasta 15.000