V Congreso
del movimiento sin tierra
MST: Crear las bases del mundo nuevo
Raúl Zibechi
Programa de las Américas
El mayor movimiento social del continente, y uno de los más importantes del
mundo, realizó su 5º Congreso a mediados de junio en Brasilia. El éxito obtenido
por la cantidad de personas movilizadas y por el impacto mediático, no puede
ocultar que bajo el gobierno de Lula el movimiento tiene grandes dificultades
para movilizar a sus bases contra nuevos enemigos como el agribusiness.
La reforma agraria ya no será el eje del Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem
Terra (MST) . "El proyecto de reforma agraria por el que el MST pasó veinte años
luchando se agotó. Será necesario un nuevo tipo de reforma agraria", asegura
João Pedro Stédile, coordinador del movimiento sin tierra1.
Se explica: "La reforma agraria clásica fue hecha en la mayor parte de los
países de Europa, en los Estados Unidos, en Japón, después de la Segunda Guerra
Mundial. Se trata de un proyecto combinado con el desarrollo de la industria
nacional para desenvolver un mercado interno. Brasil perdió cuatro oportunidades
históricas de hacer ese tipo de reforma agraria".
En efecto, según el MST podría haberse realizado un reparto agrario cuando se
puso fin a la esclavitud, a fines del siglo XIX, durante la "revolución" de 1930
que dio paso a la industrialización, en 1964 durante un período de alzas de las
luchas sociales que interrumpió el golpe de Estado militar, y al fin del régimen
militar a mediados de los años 80. El problema, añade, es que a partir de los
años 90 "las elites brasileñas abandonaron el proyecto nacional" al implantarse
el modelo neoliberal que subordina el país al capital financiero
El nuevo Brasil del etanol
En los últimos años los campesinos sin tierra han venido observando, y sufriendo, cambios importantes en la agricultura y en las áreas rurales. Por un lado, se produce una fuerte expansión del monocultivo, primero de soja transgénica y luego de caña de azúcar. Las mejores tierras están siendo dedicadas a esos cultivos que impiden el desarrollo de la agricultura familiar. Pero esos mismos cultivos están destruyendo zonas enteras del país. Se estima que en pocos años los Cerrados, una meseta intermedia entre la costa atlántica y la selva amazónica, habrá sido completamente invadida por el monocultivo y su biodiversidad terminará de ser destruida. El siguiente paso es la conquista del Amazonas, el pulmón verde del planeta, que ya está siendo devorado por las empresas madereras.
En paralelo, contemplan una fuerte extranjerización de la tierra. El magnate financiero George Soros invertirá US$800 millones en usinas de etanol a través de su filial local Adecoagro. El grupo Cargill compró el 63% de la mayor usina de etanol de Brasil, Cevasa. Global Foods de Estados Unidos invertirá mil millones de dólares en construir usinas de etanol. Son apenas los datos elementales. De las 500 mayores empresas que trabajan en el agribusiness en Brasil, 6 son estatales, 388 son brasileñas y 106 extranjeras. Pero de las 50 mayores 28 son extranjeras y sólo 22 brasileñas, según la revista Exame de junio de este año.
Este es el problema de fondo que están enfrentando los campesinos y los pobres de Brasil. Las grandes multinacionales están invirtiendo en una de las zonas agrícolas más ricas del mundo para multiplicar sus ganancias. Lo peor es que el Estado, a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), financia a estas grandes empresas y les facilita la construcción de infraestructura. El Programa de Aceleración del Crecimiento del gobierno de Lula
prevé que en los próximos cuatro años se inviertan US$9 mil millones para construir 46 usinas de biodiesel, 77 de etanol y 1.150 kilómetros de ductos de transporte de combustibles con financiación del BNDES4."Nosotros no tenemos condiciones de vencer en esta batalla por la preservación del medio ambiente si no conseguimos involucrar al conjunto de la sociedad brasileña", señala Gilmar Mauro, dirigente del MST
6. En el sur, por ejemplo, enfrentan el grave problema del monocultivo forestal para la producción de pasta de celulosa que está avanzando sobre las tierras agrícolas. "Es necesario que la gente entienda que un eucalipto consume 30 litros de agua del primero al séptimo año de vida. Quiere decir, que las consecuencias serán gravísimas para el medio ambiente. La humanidad corre peligro y eso es lo que queremos discutir con la gente. Mientras nosotros estamos mirando nuestra tierra, la conquista de un asentamiento, están siendo destruidos los recursos naturales en todo el mundo", dice Mauro.El MST tiene muy claro que el enemigo que enfrentan ahora es mucho más fuerte que el tradicional latifundista individual , tiene más recursos y mejores relaciones con los estados y los políticos, y apuestan a controlar la vida. Lo que ahora tienen enfrente es una alianza entre tres tipos de capitales transnacionales: las petroleras, las empresas automovilísticas y las empresas del agro. Pero uno de los principales problemas es que mucha gente cree de buena voluntad que los biocombustibles son positivos, que es imprescindible el monocultivo de caña, eucaliptos y soja. Por eso es la hora de lanzar un gran debate que permita ir construyendo un proyecto de sociedad diferente.
Los sin tierra están empeñados en una batalla por la democratización de los medios de comunicación, por lo que en su Carta piden que "cada comunidad del interior tenga sus propios medios de comunicación popular, como radios comunitarias y libres". El énfasis en la comunicación forma parte de su propuesta de fortalecer la articulación con otros movimientos sociales para construir "una Asamblea Popular en los municipios, regiones y estados". El movimiento se viene planteando como objetivo la alianza con movimientos urbanos, consciente de que para triunfar debe tener una fuerte presencia en las ciudades.
El Congreso comenzó a elaborar una nueva propuesta de reforma agraria. En ese sentido sostienen que los éxitos de los próximos años no se medirán tanto por la cantidad de tierra conquistada y por el número de familias asentadas, sino por la capacidad de articular un amplio movimiento social rural y urbano, en el que los jóvenes deberán jugar un papel decisivo. Marina dos Santos, de la coordinación del movimiento, fue muy clara al definir la nueva etapa: "Tenemos el desafío de buscar nuevas formas de lucha que no sea solamente la ocupación de tierras. Es necesario un nuevo tipo de acción que responda a esta nueva onda del capitalismo en el campo. Precisamos denunciar que este modelo no responde a la necesidad de la mayoría de las personas. Necesitamos otros métodos que propicien ése diálogo con la sociedad"
7.En esa dirección, miles de mujeres desarrollaron acciones simbólicas los 8 de marzo de 2006 y 2007 contra las multinacionales agropecuarias. Se trata de hacer visible para el conjunto de la sociedad que un pequeño grupo de empresas se están apoderando de la vida a través del control del espacio geográfico, de la biodiversidad y de la tecnología. Pero todo eso es apenas visible para los especialistas. El tema de fondo ya no es la tierra en el sentido de conseguir unas cuantas hectáreas para los campesinos pobres, sino un modelo de desarrollo alternativo al actual. Para discutir y elaborar ese modelo será imprescindible "construir la unidad de los movimientos sociales"
8.Otra de las novedades importantes fue el apoyo recibido del EZLN. Ambos movimientos mantenían distancias que se fueron reduciendo en los dos últimos años. En el comunicado de adhesión firmado por el Subcomandante Marcos se dice que los sin tierra "tienen nuestra mano hermana, nuestro cariño y respeto, pero también tienen nuestra admiración", y destaca la "decisión y firmeza" que muestran en la lucha por la tierra. El Congreso se cerró en un clima festivo pero a nadie escapa el hecho de que el movimiento atraviesa grandes dificultades e incertidumbres sobre su propio futuro cuando se acercan los últimos años del gobierno Lula.
Por eso en el discurso de apertura se recordó que el futuro del MST depende de la educación que reciban los niños en los asentamientos. "Si tenemos un proyecto para un año, sembremos cereales; si tenemos proyectos para dos años plantemos árboles. Pero si nuestro proyecto es para toda la vida, debemos educar y formar a las personas"
9.Raúl Zibechi es miembro del Consejo de Redacción del semanario Brecha de Montevideo, docente e investigador sobre movimientos sociales en la Multiversidad Franciscana de América Latina, y asesor a varios grupos sociales. Es colaborador mensual con el Programa de las Américas (
www.ircamericas.org ).1.
2.
_ftnref2Idem.3.
_ftnref3Ver Carta del 5º Congreso en www.mst.org.br4.
_ftnref4Informe oficial "Biocombustibles en Brasil. Desarrollo y financiación del BNDES", 12 de julio de 2007 en www.mercosurabc.com.ar.5.
_ftnref5Joao Pedro Stédile, ob. cit.6.
_ftnref6Verena Glass, ob. cit.7.
_ftnref7Entrevista a Marina dos Santos, ob. cit.8.
_ftnref8Osvaldo León, ob. cit.9.
_ftnref9Discurso de apertura del 5º Congreso leído por Marina dos Santos, en www.mst.org.br.Guilherme Evelyn, entrevista a João Pedro Stédile, en revista Epoca, 2 de julio de 2007.
João Pedro Stédile, "Reforma agraria por justiça e soberania popular", 11 de junio de 2007 en
www.folha.com.br.Marina dos Santos, entrevista, junio 2007,
www.brasildefato.com.br.Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra:
www.mst.org.br.Osvaldo León, "MST presenta nueva propuesta de reforma agraria", 11 de junio de 2007 en
www.alainet.org.Verena Glass, "MST prioriza alianças políticas, diálogo com a sociedade e sustentabilidade", 19 de junio de 2007 en
www.agenciacartamaior.com.br.