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Zapatismo

EZLN, un paso importante

Octavio Rodr�guez Araujo
La Jornada

EL Ej�rcito Zapatista de Liberaci�n Nacional (EZLN) ha dado un paso importante en su otra campa�a: la disoluci�n del Frente Zapatista de Liberaci�n Nacional (FZLN) para crear otro, pero de nuevo tipo y con un agregado program�tico que antes s�lo era impl�cito y un problema de interpretaci�n para algunos: anticapitalista y de izquierda.
El nuevo FZLN, a diferencia del que se disolver�, ser� una organizaci�n a la que s�lo se ingresar� por invitaci�n expresa de la Comisi�n Sexta del EZLN y, seg�n interpreto, esta nueva organizaci�n ser� el motor, para no decir "vanguardia", de la otra campa�a (punto 10 del comunicado publicado ayer en este diario).
Con esta iniciativa se corrige un error t�ctico cometido, en mi opini�n, desde la fundaci�n propiamente dicha del FZLN que ahora desaparece. Me refiero, como hago notar en mi libro Mi paso por el zapatismo, al documento del EZLN enviado a y le�do en el sal�n de baile Los Angeles al d�a siguiente de la marcha de los 1,111 al Z�calo de la ciudad de M�xico (septiembre de 1997). En ese comunicado s�lo se daba el aval del EZLN al FZLN mediante la presencia de sus bases de apoyo en calidad de observadoras. Los 1,111 no vinieron al Distrito Federal a constituir formalmente el FZLN, ni al Congreso Nacional Ind�gena, pues hubiera bastado una delegaci�n, sino a presionar al gobierno por el cumplimiento de los acuerdos de San Andr�s, la desmilitarizaci�n de la zona de influencia zapatista y la liberaci�n de los presos pol�ticos zapatistas en el pa�s.
Fue as� que la fundaci�n del FZLN, que decepcion� en su momento a muchos simpatizantes mexicanos, signific� la formaci�n de un frente civil paralelo al Ej�rcito Zapatista, supuestamente con vida propia, por lo menos en teor�a. No result� lo que se esperaba de �l, entre otras cosas, porque hubo en su seno demasiadas interpretaciones de lo que deber�a ser y personas que compet�an con otras sobre los significados de principios y t�cticas a seguir. No hubo direcci�n, en sus dos principales acepciones, y su efectividad fue precaria. El FZLN fue un intento m�s, despu�s de la Convenci�n Nacional Democr�tica y del Movimiento para la Liberaci�n Nacional, que no funcion�. La heterogeneidad de la sociedad, la gran variedad de posiciones ideol�gicas (incluso contrapuestas), el sectarismo de muchos y el eterno problema de la interpretaci�n de los "textos sagrados" por parte de aprendices del sacerdocio zapatista fueron elementos que, lamentablemente, llevaron al FZLN al fracaso.
Lo que se plantea ahora es una especie de partido de cuadros (expresamente invitados) de nuevo tipo, es decir, que no aspira al poder y que, por lo mismo, tendr�a como objetivo la organizaci�n de la sociedad para que �sta pueda presionar con mayor efectividad al poder instituido, por a�adidura, en una l�gica anticapitalista.
Todos los partidos pol�ticos, por definici�n, aspiran al poder, solos o en alianza con otros. El nuevo FZLN, como el anterior, no. Y esta negativa a aspirar al poder hace la diferencia. No estoy sugiriendo que todos los partidos pol�ticos aspiraran en el pasado (y quiz� algunos en el presente) al poder por v�a institucional, esto es, por v�a de elecciones, pues los que se consideran o consideraban revolucionarios tambi�n aspiran o aspiraban al poder, pero por v�as distintas a las elecciones. La idea de estos partidos fue, m�s que ahora, influir en la sociedad, coadyuvar a la formaci�n de una conciencia anticapitalista y socialista y preparar las "condiciones subjetivas" (as� se dec�a) para la revoluci�n. El partido era concebido, en t�rminos leninistas, como "la conciencia organizada de la clase obrera" (pues �sta era pensada como el sujeto del cambio revolucionario anticapitalista y por el socialismo). El objetivo revolucionario era no s�lo el asalto del poder, sino la inversi�n de la pir�mide social propia del capitalismo mediante la transformaci�n del Estado capitalista en un Estado proletario y la socializaci�n de los medios de producci�n. No se ha logrado hasta la fecha, pero ese fue, esquem�ticamente, el planteamiento.
El EZLN, en cambio, independientemente de que soslaya la expresi�n "socialismo" en su discurso, aunque se entienda que est� impl�cito en el vocablo "anticapitalista", no aspira expl�citamente al poder, ni por v�a revolucionaria ni, menos, por v�a electoral. �Qu� se puede lograr de esta din�mica? Arrebatar al poder, lo tenga el partido que lo tenga y por la presi�n de la sociedad organizada, ventajas para �sta y para el resto de la poblaci�n, est� o no organizada. Una especie de grupo de presi�n, grande, m�s o menos organizado y, a diferencia de otros grupos de presi�n, desde abajo y con los de abajo en la actual pir�mide social. Suena bien, pero en realidad no es tan original como se pretende. En el pasado se han llevado a cabo esfuerzos semejantes, aunque con otro fraseo, y lamentablemente no han tenido �xito, pues la llamada sociedad civil no es como quisi�ramos que fuera, ni tan carente de ego�smos y mezquindades individualistas de corto plazo como nos la quisi�ramos imaginar. �Pesimista? Puede ser, pero hay una larga historia que no podemos pasar por alto, y esta larga historia incluye, a nuestro pesar, las divisiones por principios discutibles y, m�s todav�a, por razones estrat�gicas. Ojal� esta vez no ocurra.  

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