Zapatismo
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Ecología y pueblos indígenas en la otra campaña
Neil Harvey
Agradezco a Víctor M. Toledo los comentarios publicados en su artículo
"Zapatismo y sustentabilidad" (La Jornada, 1/9/05). Por supuesto que los
indígenas que luchan por la sustentabilidad no son capitalistas ecológicos
neoliberales. Mi preocupación se refiere más bien a la forma en que una
concentración en los proyectos agroecológicos locales puede perder de vista
problemas más grandes, como es la formulación de políticas de desarrollo en las
que los indígenas no están incidiendo.
Por esta razón muchas organizaciones indígenas han decidido apoyar a la Sexta
Declaración de la Selva Lacandona. No es que nieguen la importancia de la
sustentabilidad o que sólo se interesen por hacer política con los zapatistas.
Más bien, la otra campaña ya incluye referentes importantes a las luchas
ecológicas y políticas de los pueblos indígenas donde sí están incluidas sus
demandas.
Por ejemplo, en la segunda reunión preparatoria de la otra campaña
asistieron representantes de 35 organizaciones de 11 estados de la república más
el Distrito Federal (Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Jalisco, Durango, Guerrero,
Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Hidalgo, Puebla, Veracruz y San Luis Potosí).
Resumiendo sus intervenciones, podemos señalar las siguientes propuestas
emanadas de esta reunión.
1. Las luchas por la sustentabilidad van de la mano con las luchas por la
autonomía, los derechos humanos y una nueva política económica. Es importante
notar que en esta reunión se denunciaron violaciones de los derechos humanos que
se derivan precisamente de la represión ejercida en contra de las luchas
indígenas en defensa de las tierras, los bosques y el agua.
2. La organización para resistir los intentos de privatización de tie-rras
y los recursos naturales por parte de empresas transnacionales, como el caso de
Monsanto en la sierra de Manantlán, Jalisco.
3. La recuperación y fomento de prácticas sustentables propias de las
culturas indígenas, o "la ciencia y la técnica de nuestros antepasados", como
dijeron indígenas de Chiapa de Corzo.
4. El reconocimiento y apoyo a las mujeres en todas las áreas de trabajo
comunitario y en sus organizaciones.
5. El apoyo a las demandas de los indígenas que viven en las ciudades,
sobre todo en cuanto al acceso a la vivienda digna y el fin de la disriminación.
6. La relación con otros sectores en la construcción de un nuevo proyecto
nacional, con coordinación colectiva representativa y sin protagonismos.
Los participantes en esta reunión saben que lograr estos objetivos no es tarea
fácil, pero lo ven necesario para tener alternativas viables al sistema actual.
Retoman los acuerdos de San Andrés como referente básico, pero su lucha no se
reduce al reconocimiento constitucional. Hay nuevos problemas que requieren de
más discusión, análisis y propuestas. Al respecto, varias organizaciones
propusieron la realización de foros y talleres sobre los siguientes temas:
defensa de las tierras, biodiversidad, ALCA, maíz nativo, autonomía, Plan
Realidad-Tijuana, acuerdos de San Andrés, comercio justo y soberanía alimentaria.
No parten de cero porque ya venían participando en diversas luchas locales y
regionales. Reconocieron el impacto positivo que ha tenido el zapatismo en sus
luchas, aunque tambien hubo críticas por el trato preferencial que ha dado el
EZLN a personalidades e intelectuales por encima del movimiento indígena de
base.
La sustentabilidad no está ausente en la otra campaña. Las organizaciones
que están participando viven la crisis ecológica de forma cotidiana. También
luchan por consolidar sus propias alternativas productivas sustentables como
parte central de la renovada reivindicación de sus culturas. En su visión, la
resistencia y la conservación van de la mano. Como dijeron los comuneros de
Milpa Alta "en (nuestro) pueblo resistimos mediante estrategias de conservación.
Niegan nuestra existencia, nuestros derechos territoriales. La lista de agravios
se intensifica en el periodo actual... No es casualidad, la conservación
ecológica se debe a la tradición indígena".
La Sexta Declaración es una invitación a la gente "sencilla y humilde",
incluyendo a los indígenas que luchan por la sustentabilidad ecológica y
política, a construir una visión hacia el futuro. Aunque haya otras experiencias
que puedan enriquecer este debate, un programa nacional de lucha que incorpore
las propuestas vertidas en la reunión mencionada no se podría caracterizar como
"inviable" o "inoperante".
nharvey@nmsu.edu