Zapatismo
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En el ocaso, gobiernos que prometen cambios y no cumplen,
afirma Raúl Zibechi
Sociedades deben pasar a la acción para frenar abusos del capitalismo: Halloway
Presos políticos envían mensajes para la tercera jornada del
Festival Mundial de la Digna Rabia
Escritores, entre los participantes en el acto convocado por el EZLN
Enrique Méndez
Foto: Víctor Camacho
John Holloway, sociólogo y autor de Cambiar el mundo sin tomar el poder, definió ayer en el primer Festival Mundial de la Digna Rabia que las sociedades deben pasar de la figura de víctimas del sistema capitalista a expresar "no somos víctimas, somos humanos. ¡Ya basta! Ya no vamos a pedir nada a nadie, no vamos a esperar el futuro, porque éste no llega".
En la mesa vespertina del festival, denominada Los otros caminos, la otra historia, la otra política, el también académico expuso que como víctimas de dicho sistema lo único que las personas pueden hacer es sufrir, exigir cambios y depender de la figura de un líder, de los partidos políticos. Esperar una transformación del futuro. Sin embargo, expresó, se debe cambiar el modo de hacer las cosas.
"Vamos a vivir de otra manera que no encaje con el capital ni subordinados a los requerimientos de producción de éste. No sólo con manifestaciones, sino construyendo otra cosa y viviendo el mundo que queremos crear." Ejemplificó: detrás del "ya basta" de los zapatistas, expresado con su surgimiento en enero de de 1994 y su posterior desarrollo, existe la construcción paciente de otro planeta y de otras relaciones sociales. "Los zapatistas luchan viviendo en un mundo que quieren crear y yendo más allá del capitalismo."
Asimismo, en una revisión de la crisis financiera internacional, aseguró que existen dos formas de explicarla: "la más obvia es atribuyendo la responsabilidad al capitalismo y, al mismo tiempo, considerar la necesidad de una revolución de la forma más eficiente, pedir más empleos y subsidios para los pobres, y volver a la búsqueda del líderes; la otra es decir que no es así, porque nosotros somos responsables de ella, porque ya estamos haciendo la revolución. La existencia del capital depende de nuestra subordinación cada vez más absoluta de la vida al trabajo alineado. Y la crisis de hoy es resultado de las olas de insubordinación de los últimos 40 años".
Por su parte, Raúl Zibechi, integrante del semanario uruguayo Brecha y colaborador de La Jornada, subrayó que está surgiendo una nueva generación de movimientos sociales y al mismo tiempo se da el ocaso de los gobiernos que han hecho compromisos con sus pueblos y no los han concretado. Aseguró que cada vez que "los de abajo" rompen las formas de dominación surgen otras más sofisticadas, y consideró que el zapatismo es punto de referencia en la lucha social. Además, en esa mesa, Oliver Besancenot, cartero francés, anunció el surgimiento, a finales de enero, de una fuerza anticapitalista en su país, y declaró que si bien en todas partes hay un espíritu de resistencia, existe la dificultad de darle traducción política, en el sentido noble de la palabra, además de que falta consciencia y memoria para no cometer los errores del pasado y una visión global con la que sí cuenta la ofensiva capitalista.
En la mañana, al inicio de la tercera jornada del primer Festival Mundial de la Digna Rabia, se escucharon las voces de ciudadanos que han sufrido represión en México, definida por Bárbara Zamora como "acto organizado por el poder para contener y castigar con violencia las acciones políticas, sociales y de defensa de los recursos y territorios de las comunidades".
Así, a lo largo del día, en el predio El Lienzo Charro de Iztapalapa, cerca del monumento a Benito Juárez, se recibieron mensajes de los presos de Atenco, estado de México; los encarcelados en Oaxaca y de Gloria Arenas, quien permanece recluida en Chiconautla, quien convocó a los movimientos sociales a instrumentar estrategias de defensa sistemáticas y no aisladas, ante las acciones punitivas del Estado.
En un mensaje grabado que fue escuchado por los asistentes al festival, convocado por el EZLN, los presos de Atenco pidieron a los ciudadanos que "cuando se lleven un pedazo de pan a la boca no se les olvide poner un granito de arena para ayudar a obtener nuestra libertad".
Expresaron que cada día que pasan en el penal "es indescriptible", no sólo por la indignación de estar recluidos por defender su tierra, sino por el tormento de estar separados de sus familias y sus hijos, quienes cada vez que los visitan sufren innumerables humillaciones. "Pero tanto ellos como nosotros tenemos que seguir en pie de lucha", expusieron.
También el colectivo Voces Oaxaqueñas Construyendo Autonomía y Libertad presentó un mensaje en nombre de los presos políticos que permanecen en la penitenciaría de Santa María Ixcotel. Enviaron "un saludo cargado de rabia y dignidad", por la represión que han sufrido por el "régimen fascista y autoritario de Ulises Ruiz".
"No nos dejamos, pero entre hermanos comentamos nuestro coraje y encabronamiento. El poder nos sacude: un día un desalojo y otro un asesinato, torturas y golpes. Pretenden que no respiremos, que no ejerzamos nuestro derecho a pensar y que estemos sujetos a la paranoia y el miedo", señalaron. Recordaron que, de los 25 luchadores sociales presos por el gobierno de Ulises Ruiz, 15 están en la cárcel de Ixcotel. Pero además hay una larga lista de actos de represión contra los pueblos indígenas oaxaqueños que se han opuesto a las políticas del gobierno priísta.
Gloria Arenas, presa en Chiconautla, acusada de homicidio calificado, tentativa de asesinato y daños en propiedad ajena, también envió un mensaje grabado, en el cual resaltó que el legado del movimiento oaxaqueño, que se nutrió de información con las emisiones de Radio Plantón y Radio Universidad, es el manejo de un medio informativo por ciudadanos "y convertirlo en vía capaz de llegar al pueblo. Además, que la radio y la televisión pueden utilizarse para enfrentar la represión".
Asimismo, Xaureme Candelario, líder huichol de la comunidad de Santa Catarina, municipio de Mezquitic, Jalisco, denunció que el gobierno del estado, encabezado por el panista Emilio González, por conducto de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, pretende dividir a los comuneros que se oponen a la construcción de una carretera ofreciendo 50 millones de pesos en materiales para construcción y obras de beneficio común.