Zapatismo
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El ejército prepara una agresión al EZLN
Ricardo Daher
La represión en Chiapas ha alcanzado sus niveles más altos en por lo menos 10
años, con casos documentados de torturas, detenciones arbritrarias, desalojo de
indígenas y militarización de la sociedad
Ernesto Ledesma, miembro del Centro de Análisis Político e Investigaciones
Sociales y Económicas (CAPISE), del Estado de Chiapas, emprendió una gira por
Estados Unidos y Europa con el objetivo de denunciar la situación de represión
en su Estado y especialmente en los territorios zapatistas, y advertir sobre la
creciente militarización de México.
El activista denuncia que la decisión de los zapatistas de salir del territorio
indígena para construir con otros sectores un movimiento nacional para construir
una alternativa al sistema imperante, fue respondida por el gobierno con una
militarización y una ofensiva en Chiapas, para atacar la retaguardia zapatista y
obligar a un repliegue.
La situación es tan grave que ha obligado al subcomandante Marcos a volver a la
clandestinidad y asumir su papel como jefe militar del Ejército Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN), subrayó el activista mexicano.
Ledesma recordó que en diciembre pasado Marcos ofreció sus últimas declaraciones
públicas y desde entonces no ha concedido más entrevistas ni ha sido visto en
público.
En esa ocasión el subcomandante Marcos recordó que el EZLN "es un ejército, muy
otro por cierto, pero es un ejército", e insistió que él es el "jefe militar".
La declaración llamó la atención, y más cuando señaló que "las señales de guerra
en el horizonte son claras. La guerra, como el miedo, también tiene olor. Y
ahora se empieza ya a respirar su fétido olor en nuestras tierras".
Entonces Marcos recordó que por primera vez en muchos años se encontraba en una
situación en que había un cerco de cal y canto a la difusión de lo que hacía el
movimiento zapatista y sobre las actividades de represión en el Estado. El
ejército mexicano ha aumentado su presencia militar en Chiapas y los territorios
zapatistas con el argumento de que combaten al narcotráfico, cuando en realidad
es el propio ejército el que asegura las rutas de la droga, sostiene Ledesma.
Desde la asunción del Felipe Calderón a la presidencia se ha llegado a
establecer 79 campamentos militares en Chiapas y de ellos, 56 están en
territorio indígena. Pero lo más grave, denuncia Ledesma, es que el 90% de estos
56 campamentos en territorios indígenas, son de tropas especiales, y en aquellos
lugares que se han establecidos las tropas especiales, hay un incremento de los
grupos paramilitares.
Muchos de estos grupos paramilitares están conformados por indígenas a los que
se los quiere enfrentar con los zapatistas. Ya hay dos grupos paramilitares
identificados en Chiapas y CAPISE tiene indentificados a 200 miembros, con
nombres, apellidos, direcciones, así como a policías involucrados en torturas y
represión. Pese a las denuncias públicas, ninguna autoridad ha dado respuesta e
las denuncias ni ha efectuado una investigación.
Por el contrario, han provocado una dinámica de mantener a las organizaciones
sociales en permanente campaña para la liberación de presos políticos, ya que
mientras liberan a algunos, enseguida vuelven a detener a otras personas.
Ledesma recordó que dos militantes que partieron en una caravana desde Oaxaca
para reclamar por la libertad de presos políticos en Chiapas, han sido
asesinados recientemente.
El EZLN ha advertido que no actuará contra los grupos paramilitares ya que no
quiere enfrentar a indígenas con indígenas, pero va a responder si se llega a
situaciones límites. Sin embargo, advierte el activista mexicano, las
autoridades están provocando y buscando una operación militar contra el EZLN y
las autoridades civiles zapatistas.
Desde la declaración de alerta roja en diciembre pasado, el EZLN y sus jefes
militares se ha replegado y se prepara para resistir. Esta resistencia comprende
además la construcción de más poder popular, desarrollar y fortalecer las
autonomías, las Juntas de Buen Gobierno, las instituciones del poder comunal
indígena con la construcción de escuelas, un sistema de salud, entre otras
cosas.
En el mismo sentido, las autoridades civiles zapatistas y el EZLN están buscando
informar a la población en general, a los indígenas y a la comunidad
internacional, sobre la situación y denunciar la agresión que se prepara. En los
últimos días, tres caravanas han llegado desde otros puntos del país a Chiapas
para llamar la atención y denunciar la represión y los casos de torturas.
Despojo de tierras
Además de una mayor presencia del ejército y tropas especiales en Chiapas,
también hay una mayor actividad de la policía federal y estatal en la región
zapatistas, y una campaña desde el gobierno central para despojar de tierras a
los indígenas.
Ledesma denuncia que este despojo de tierras se hace mediante mecanismos legales
y con el objeto de desplazar a los indígenas y en otras zonas para enfrentarlos
entre sí. "El EZLN recuperó a sangre y fuego unas 250.000 hectáreas para los
indígenas, sean zapatistas o no. Pero ahora el gobierno, a través de una ley de
regularización de tierras, y con la excusa de proteger el medio ambiente, está
desplanzando a los indígenas, a los que acusa de talar los bosques, declarando
esas zonas como áreas protegidas. Al mismo tiempo reparte otras tierras a grupos
adversos a los zapatistas". En un año, subraya, el gobierno ha despojado a los
indígenas de unas 36.000 hectáreas. Este proceso se da en medio de una mayor
presencia militar en el Estado.
Ledesma denuncia que México está en un proceso de militarización, donde los
uniformados están ocupando responsabilidades que siempre estuvieron ocupadas por
civiles.
Además, cuatro de los ministros del presidente Calderón, tienen antecedentes de
reprimir las organizaciones sociales y encabezar las represiones en Oaxaca y San
Salvador de Atenco, donde más de 30 mujeres fueron violadas, decenas de personas
torturadas y varios muertos.
"El mensaje del gobierno a los movimientos sociales ha sido bien duro y lo está
ampliando", subrayó.
Por otra parte, destacó Ledesma, las autoridades están usando la supuesta lucha
contra el narcotráfico para criminalizar el movimiento social. El argumento de
la presencia del ejército en Chiapas es combatir el narcotráfico. También con
ese objetivo se coordina con el ejército de Estados Unidos y se recibe "ayuda".
Sostiene que existe una sincronización entre los ejércitos de Estados Unidos y
México. "El presidente Felipe Calderón no precisa ser convencido por Bush, ambos
piensan igual" explicó.
Construir una alternativa al sistema
La represión en Chipas ha obligado a suspender la Otra Campaña, iniciada en el
año 2006 para construir un movimiento nacional antisitémico. El movimiento
zapatista entendió que después de enfrentar gobiernos de derecha,
autoproclamados de centro o de izquierda (como en el Estado de Chiapas) la
situación no sólo que no ha cambiado, sino que ha empeorado. Al mismo tiempo se
descarta la falsa opción de optar por lo menos malo como se ha presentado en
México y en otros países.
"De allí la necesidad de construir otra cosa, que aún no se sabe que es, pero
que descarta este sistema", explica Ledesma. "Este sistema no funciona y tenemos
que hacer algo, construir una alternativa".
El movimiento Otra Campaña no se define por el socialismo, todavía se está en
proceso de discusión sobre las alternativas al sistema imperante.
Para construir este movimiento nacional debe haber participación de todas las
organizaciones a nivel nacional, salir de Chiapas y del territorio indígena. En
esta etapa se está en proceso de creación de una red nacional de apoyo que
permita articular respuestas a determinadas situaciones. De manera que todo el
país reacciona si se produce un hecho en un Estado o en una comunidad.
En esta construcción ya se han efectuado tres foros nacionales desde octubre,
pese al cerco informativo, añade Ledesma.
El vecino poderoso
Ernesto Ledesma destaca que después del 11 de septiembre del 2001, la
administración norteamericana se concentró en la agresión a Afganistán e Irak.
Cuando volvieron a mirar en la región, se dieron cuentan que en América Latina
habían surgido gobiernos que por lo menos adoptaban políticas independientes y
se alejaban de su dominio. George Bush al ser reelecto con otro fraude en 2004,
sentenció también las elecciones presidenciales del 2006 en México, insistió
Ledesma.
Ese año fue muy convulso para México, con tres grandes movimientos sociales en
acción. Por un lado, recordó, la campaña electoral. Junto a esto, la
movilización zapatista de la Otra Campaña recorriendo el país, y que fue frenada
violentamente en la represión de San Salvador de Atenco. Ese mismo año, las
movilizaciones en Oaxaca que se amplificaban a todo el país. Finalmente en
julio, las elecciones y el fraude que impuso a Felipe Calderón como presidente.
Ledesma sostiene que las presiones e injerencia de Estados Unidos se sienten
mucho más en México, ya que el gobierno norteamericano no quiere cambios
indeseados en su frontera.
Caravana hacia Chiapas el 26 de julio
En la gira por Estados Unidos y Europa, que culminará en el encuentro europeo de
organizaciones de solidaridad los días 9, 10, y 11 de mayo en Atenas, Gracia, se
plantea el objetivo del movimiento la Otra Campaña de construir una red
internacional de apoyo, que no sólo denuncie la situación en Chiapas, sino que
de respuestas coordinadas a las situaciones de represión que pueden vivir cada
organización de apoyo en sus respectivos países.
Ledesma explica que en el encuentro de Grecia, se presentarán propuestas de
acciones para parar la represión y planes para impulsar el proceso de la Otra
Campaña para construir una alternativa al sistema.
Además se discutirá la participación en una caravana que se realizará en México,
y que partirá de la capital hacia Chiapas el 26 de julio próximo, con parada en
varias localidad, denunciando la situación y fomentando la red de apoyo
nacional. Para esta caravana ya hay anotadas unas 200 personas de Europa,
destacó. La caravana será recibida y acompañada por el movimiento la Otra
Campaña.
E-mail: ricardher@hotmail.com
suramericapress.com