Aunque la pregunta pueda sonar más a "fanático de la teoría de la conspiración",
lo cierto es que ahora algunos fabricantes de impresoras láser han admitido que
durante 20 años han estado incluyendo marcas en las hojas impresas que
identificaban unívocamente a la impresora que las había realizado... sin que
nosotros lo supiéramos.
A veces la realidad supera la ficción. Y este es uno de esos casos. Los amigos
de la teoría de la conspiración (el gobierno nos espía sistemáticamente, todos
nuestros movimientos son observados, los implicados niegan todo esto,...) tienen
un nuevo punto a su favor. Según publica la edición online de la prestigiosa
revista PCWorld, diversos fabricantes de impresoras láser como Xerox o Canon han
ido incluyendo marcas identificadoras unívocas en todos los papeles impresos con
sus máquinas. El secreto a voces en la industria ha sido, por fin, puesto al
descubierto de una forma pública.
Según los responsables de las empresas fabricantes que han hablado con PCWorld,
esta práctica tenía como objetivo rastrear a posibles falsificadores y
criminales de toda índole. Cuando las impresoras láser se introdujeron en el
mercado, a principios de la década de los 80, se temió que la alta calidad que
ofrecían fuese aprovechada por los falsificadores de billetes para hacer sus
copias. Por eso se decidió que cada papel impreso con una impresora láser
pudiese ser seguido hasta la persona a la que fue vendida dicha máquina.
Se decidió que la forma idónea de realizar este seguimiento era mediante la
impresión del número de serie de la impresora en el documento, pero de forma que
este no pudiera ser visto. Así es que se hizo de forma codificada, y mediante la
impresión de pequeños puntos amarillos sueltos en diferentes partes de la hoja.
Dichos puntos pueden verse fácilmente con la ayuda de una luz LED de color azul
y una lupa.
Por lo que ha trascendido hasta el momento, la información recabada de esta
forma solamente se ha utilizado en casos criminales -aunque aquí surge la
pregunta de "¿que es lo que consideramos criminal?"- por gobiernos como el de
Estados Unidos o Holanda.
No obstante, y aunque podamos llegar a creer en las buenas intenciones del
sistema, la amplia posibilidad de violar la intimidad de los usuarios está
presente, y más en estos tiempos en que se ponen en duda las intenciones de uno
de los gobiernos que impulsó y ha utilizado esta medida, el de los Estados
unidos.