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Carta de López Echagüe a la agrupación periodistas
Estimados miembros de PERIODISTAS:
Acabo de leer, con sumo desagrado y sorpresa, el comunicado que echaron a rodar
acerca de la censura que sufrió Julio Nudler en Página/12. De hecho, y espero no
resultar ofensivo, es un comunicado equívoco y, por sobre todas las cosas,
fundado en la hipocresía.
Dicen ustedes:
"El tema tuvo repercusión en algunos medios de prensa dentro del gremio
periodístico. También provocó un reclamo de pronunciamiento de parte de una
asamblea del personal de ese matutino en el que nos consideramos aludidos".
Digo yo:
¿Por qué resolvieron pronunciarse? ¿Porque habían sido "aludidos" o porque la
situación les parecía digna de análisis y en el medio había un debate acerca de
la ética periodística?
No, resolvieron reunirse, si es que lo hicieron, movidos por el reclamo de los
trabajadores del periódico, esos pobres gatos que no comprenden los favores del
pertenecer. Y, por sobre todas las cosas, porque deben seguir jugando a ser
ecuánimes, independientes, autónomos y francos. Como decía Bertolt Brecht, la
verdad es una cosa muy sencilla, aquello de lo que se trata.
Añaden luego:
"Hubo distintas posiciones con relación al caso de nuestro colega Nudler,
primando la opinión de que no constituyó un episodio de censura, sino que se
encuadra en la dinámica de las habituales relaciones entre un periodista y su
editor. Ello excede el marco de los objetivos que siempre se fijó PERIODISTAS".
Cabe la pregunta: ¿qué comporta, a juicio de la Asociación Periodistas, "un
episodio de censura"?
Porque el que sufrió Nudler, parece, no lo fue. Claro, "se encuadra en la
dinámica de las habituales relaciones entre un periodista y su editor".
¿Puedo tomar como seria y digna de atención esa estupidez? Viene alguien y me
dice que le han levantado la nota, toda, todita. Entonces le respondo: "No seas
boludo, la censura que acabás de sufrir se encuadra en la dinámica de las
habituales relaciones entre un periodista y su editor".
¿Qué es un acto de censura para Periodistas? Para algunos de sus miembros, como
Rosendo Fraga, Mariano Grondona, Roberto Guareschi, Ricardo Kirschbaum, Joaquín
Morales Solá y Fernán Saguier, que crecieron y cobraron dimensión durante la
dictadura militar, seguramente la censura es un avatar, algo que bien puede
ocurrirte en cualquier momento, a cualquier hora, pero no es tan terrible, se
banca, un hábito, ché, de algo hay que vivir, forma parte de las reglas del
juego periodístico, ¿entendés? Además, si te censuran, por algo será.
La presión no constituye un episodio de censura.
El ninguneo no constituye un episodio de censura.
El hecho de levantar una nota por razones políticas o ideológicas o de
publicidad oficial no constituye un episodio de censura.
Me gustaría recibir algún manual de Periodistas donde definan de manera clara y
precisa el significado y los alcances de la palabra censura.
En tanto, les recomiendo la lectura de "Ética para periodistas", de María Teresa
Herrán y Javier Darío Restrepo, Tercer Mundo Editores, Colombia, marzo 1991.
También me encantaría saber para qué existe la Asociación PERIODISTAS.
También, les ruego, dejen de mencionar a Walsh en sus escritos o charlas. No
sean atrevidos.
Cuando lo consideren necesario, estoy a su disposición para contarles un par de
anécdotas. Cuando Tifenberg, durante una reunión en la que estaban presentes
Luis Bruchstein y Martín Granovsky, me ordenó que le mintiera a un juez (cosa
que no hice) con el objetivo de demorar una noticia y convertirla en exclusiva
de Página/12. También, cuando Tifenberg y Granovsky, miembros (vaya casualidad)
de Periodistas, resolvieron echar a la basura una investigación que realicé con
el apoyo del diario acerca de un personaje que ponía en tela de juicio al
gobierno de la provincia de Buenos Aires. Badía, el entonces gerente comercial
del diario, me rogó comprensión. "Hay mucha publicidad del gobierno de la
provincia de Buenos Aires", explicó. Y esa misma noche renuncié.
Un saludo,
Hernan Lopez Echague