Medios y Tecnología
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La sociedad global de la información: un mito
Armand Mattelart
Apartes de la Conferencia en la Escuela de Ciencias de la Información en la
Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, 25 de julio de 2004.
Existe un nuevo orden informacional con una importancia geoestratégica por los
recursos energéticos. Es necesario la toma de conciencia sobre el papel de los
medios de comunicación y observarlos con un juicio crítico.
La noción de «sociedad de la información», la caída del Muro de Berlín y el auge
de internet están relacionadas con la emergencia de una «nueva doctrina
estratégica» de la comunicación. A partir de ese momento, «la hegemonía de la
hiperpotencia se da a través del ‘softpower’, el poder blando: pensar que se
puede atraer a la gente fijando una agenda». Su crítica al concepto hegemónico
de «información», se refiere a una perspectiva instrumental y estadística que
deja de lado la «memoria y cultura de los pueblos y se interesa solamente por el
canal».
«A partir del 2000, el panorama tecnoutópico se va a complicar», afirmó el
investigador, tras el atentado a las Torres Gemelas en Estados Unidos se marcó
el principal punto de inflexión. «Primero, porque es un desmentido al
‘todo-tecnológico’ (no se pudo detener un atentado); pero, lo más importante es
que con los sucedido el 11 de septiembre vuelve la cara oculta de la sociedad de
la información, es decir, la sociedad de «control». Asimismo, hizo referencia a
la guerra en Iraq como un factor crucial para la destrucción del mito de la
sociedad de la información, tal como se lo entendía hasta ese momento. «El
conflicto ha vuelto a poner de relevancia los retos geopolíticos a largo plazo
vinculados al control del aprovisionamiento energético». Junto con la guerra en
Oriente Medio también se disolvió la tesis del «fin de las ideologías», a partir
del surgimiento del mesianismo religioso.
Nuevos actores
Ante esta situación, Mattelart destacó la aparición de nuevos actores, con
miradas diferentes a la hegemónica, que se introdujeron en el debate sobre los
proyectos para la sociedad del futuro. «La noción general de información -admitió-
ha movilizado a muchos sectores en sentido crítico para plantear alternativas».
Las nuevas posturas, básicamente, se oponen a las propuestas de modernización de
los gobiernos que aspiran sólo a generar el «ambiente propicio» para que las
grandes empresas inviertan y acaparen el apetitoso mercado de las
comunicaciones.
En este sentido resaltó los aportes que están realizando las organizaciones de
la sociedad civil, especialmente con miras a la Cumbre Mundial sobre la Sociedad
de la Información que se celebrará en el 2005 en Túnez. Sin embargo reconoció
que «no es fácil ir más allá del análisis e incorporar en un proyecto político
toda la crítica de la sociedad», consideró esta instancia como un punto
importante para la elaboración de propuestas. «Creo que la parte más interesante
de la declaración de la sociedad civil organizada es la que se refiere a la
diversidad, no en términos de tener medios alternativos comunitarios sino de
pensar el sistema comunicativo a partir de la noción de servicio público».
Observatorio Mundial de Medios
La función de los medios de comunicación, actualmente tiene una perspectiva
diferente a la planteada en décadas pasadas, el aporte de los estudios sobre la
recepción fue importante para avanzar en los aspectos teóricos, sin embargo, hoy
es necesario oponer una respuesta concreta a los mecanismos de hegemonía
cultural que permita «revertir la brutal asimetría entre los receptores y las
empresas mediáticas». En este sentido, recalcó: «La libertad del consumidor o
del usuario se construye a través de contrapoderes. No se qué forma va a
adoptar, pero históricamente creo que el momento ha llegado para pensar la
organización de la sociedad civil frente a este campo».
<>En este marco, Mattelart hizo referencia al lanzamiento del Observatorio
Internacional de Medios de Comunicación (Media Watch Global) en el Foro Social
Mundial de 2003, por iniciativa del periódico «Le Monde Diplomatique»,
periodistas latinoamericanos y otras asociaciones civiles. El Observatorio se
compone de tres tipos de representantes: investigadores, periodistas y usuarios.
«Esto es importante porque me parece que lo que dificulta la reflexión sobre los
medios son los encasillamientos recíprocos», dijo. Existe «una distancia entre
la toma de conciencia de los ciudadanos sobre la importancia de los medios de
comunicación y el deseo de participar en acciones de este tipo». Muchas veces
los usuarios tienen «representaciones radicalizadas de los medios» como
manipuladores de la realidad y es difícil pasar del terreno de la crítica al de
la elaboración de propuestas. No obstante, para Mattelart la iniciativa es
valiosa y, a largo plazo, aspira a construir una alternativa en términos de
sistema de comunicación y de lucha contra la concentración mediática.
«Lo que constituye la originalidad del momento actual, a nivel de sistema
comunicacional, es que hay varios frentes abiertos y todos convergen hacia la
construcción de un nuevo orden informacional», afirmó. De esta manera, los
nuevos proyectos, no pueden dejar al margen el debate sobre el rol de las
culturas. Un ejemplo positivo que citó Mattelart durante la charla fue la
reciente incorporación, por parte de la UNESCO, del término «sociedades del
saber y del conocimiento». «No puede haber sociedad global de la información. Es
un mito. Puede haber sociedades del conocimiento porque cada país se introduce
en el universo tecnológico a partir de su cultura, su historia y la
especificidad de sus instituciones».