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Qué dirá el Santo Padre, que vive en Roma

Ordenan detener al padre Grassi por abuso de menores

Es por una causa de hace dos años, aunque no se había probado nada. Un nuevo testimonio, difundido por Telenoche Investiga, reflotó el caso. Anoche, Grassi dijo que se iba a entregar, pero sigue prófugo.

La Justicia ordenó ayer la detención del sacerdote Julio César Grassi, presidente de la Fundación Felices los Niños, bajo una acusación gravísima: abuso deshonesto y corrupción de menores agravada. La Policía fue a buscarlo ayer al predio que maneja en Hurlingham, Y no lo encontró. Durante los primeros minutos de hoy, el cura se presentó en un programa de Canal 9 y dijo que se iba a entregar a la Justicia. Pero al cierre de esta edición la detención no se había concretado y continuaba prófugo (ver Una réplica...).

La aparición del sacerdote ante las cámaras y su afirmación de que se entregaría a la Justicia, seguidos por su abrupto abandono del estudio televisivo, dejaron la impresión de que Grassi estaba siendo detenido. Pero inmediatos chequeos que Clarín hizo en dependencias de las Policías Federal y bonaerense confirmaron que el cura seguía prófugo, ya que nadie se atribuía su detención.

La causa judicial, conocida apenas un mes después de que terminara el juicio donde se investigó si el cura había sido estafado por Hard Communication (ver Denuncia...), contó con el aporte de testimonios recogidos por Telenoche Investiga.

El padre Grassi tiene 46 años, es sacerdote desde 1987 y desde 1993 está al frente de una fundación que atiende a 6.300 chicos distribuidos en 17 hogares de todo el país. En su sede central, ubicada en Hurlingham, viven 400 menores y se asiste a 1.500. Allí lo buscó ayer la Policía sin éxito por una causa judicial iniciada en noviembre de 2000 por una denuncia anónima.

El expediente estuvo "dormido" hasta esta semana, cuando Telenoche Investiga obtuvo el testimonio de un joven que contó que cuando tenía 15 años el sacerdote había abusado de él. La supuesta víctima declaró también ante el fiscal de Morón Adrián Flores, quien pidió —y logró— que el juez Humberto Meade firmara ayer la orden de detención. La imputación concreta es por dos hechos de abuso, agravados por la condición de religioso y de guardador (tutor) de la víctima, y por corrupción de menores.

En el programa emitido anoche por Canal 13 —donde se denunció que Grassi habría abusado de otros cuatro menores—, la supuesta víctima contó a cara tapada que el cura había abusado de él en 1998.

Según dijo, una tarde el cura lo llevó a su despacho en la Fundación y le pidió que se sentara en su falda. "Yo me senté. Me tocó la pierna y atinó a subir y yo me zafé. Me dijo que no se lo dijera a nadie, que era algo normal, que los hombres se tenían que conocer, que como yo no tenía padre él me quería explicar cómo era la vida", aseguró.

El chico agregó que tuvo un segundo episodio, más grave. "Me tocó el pene y me dijo: ''¿Querés que te lo chupe?'' Yo negué con la cabeza pero él lo hizo por un rato largo. Esa noche me escapé", dijo. Y sostuvo que le quedaron secuelas psicológicas.

En el programa aparecieron además otros testimonios de supuestos abusos a otros chicos. El primer caso habría ocurrido en 1997, cuando Grassi era vicerrector del seminario de Ramos Mejía. Allí el cura habría tenido relaciones íntimas con un alumno de 17 años, según los testigos.

De acuerdo a Telenoche Investiga, este incidente lo habría obligado a dejar el seminario. En 1991, el cura empezó a trabajar en el Hogar La Casita, de Paso del Rey, con el sacerdote Elvio Metone.

Los testimonios de la investigación indican que, en Paso del Rey, Grassi habría trabado otra relación especial con un chico llamado Ignacio. "Nosotros creíamos que tenían relaciones sexuales. Unos chicos contaron que los vieron", relató en el programa un menor que estuvo alojado en "La Casita".

El padre Metone reveló ante cámaras que, al abrir la Fundación Felices los Niños en 1993, Grassi se llevó con él a Ignacio. Otros testimonios señalaron que en el edificio de la Fundación, el cura se habría hecho construir una puerta corrediza entre su habitación y la de los adolescentes varones.

Telenoche Investiga contó que, en cuanto Ignacio cumplió los 18, Grassi "conoció a un nuevo interno, de 11 años" llamado Fernando. Un ex interno aseguró que "el padre se lo llevaba a su dormitorio y vivía con él".

Poco después, en el juzgado de menores N° 3 de Morón se recibió una denuncia anónima contra Grassi por supuesta corrupción de menores. Fue el 29 de noviembre de 2000 y a partir de ella se formó el expediente que es el que ahora se ordenó su detención.

El juez Meade, que tuvo la causa desde el inicio, contó que fue a hacer una inspección a la Fundación. "Descubrimos que de su habitación salía una puertita hacia un salón espectacular, con equipo de audio, tevé, una cama grande y un espacio para hacer gimnasia, que parecía una suite nupcial", contó el juez. Allí, agregó, dormía el tal Fernando.

"Yo le advertí que tenía que hacer las cosas bien, que tuviera cuidado con su sexualidad", dijo Meade. Según Telenoche Investiga, en el expediente se le hizo una pericia psicológica a Fernando donde se habría determinado que el chico "tenía una relación de pareja homosexual consolidada (presuntamente con Grassi) desde edad muy temprana". Esta pericia no se agregó a la causa.

También se reveló que a fines de 2000 llegó a la Fundación un nuevo chico, un adolescente de 15 años, Luciano, quien "se convirtió en el nuevo favorito" y habría tenido relaciones sexuales con el sacerdote.

En el programa consultaron a Grassi sobre estas denuncias y negó todo. Además, sugirió que alguien podría estar intentando vengarse de él, aunque no aclaró quién.