Detienen a cinco militares retirados
que fueron jefes de área
Bajando por la cadena de mandos El juez Rodolfo Canicoba Corral ordenó arrestar
a quienes fueron jefes de las áreas en las que se dividió la Capital en la
dictadura. También ampliará las declaraciones de Sasiaiñ y Suárez Mason, ya
detenidos.
El general Juan Bautista Sasiaiñ fue jefe de la subzona 11, en La Plata, y ya
está detenido en esta causa.
Victoria Ginzberg
El juez federal Rodolfo Canicoba Corral ordenó la detención de los militares que
estuvieron al frente de las áreas en las que se dividió la Capital Federal
durante la última dictadura. Son cinco retirados que llevarán a treinta el
número de represores presos en la causa en la que se investigan los crímenes
cometidos en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército.
Los nuevos pedidos de captura fueron libados contra el general de División
Rodolfo Wehner, los generales de Brigada Teófilo Saa y Julián Capanegra y los
coroneles Humberto Lobaiza y Bernardo Menéndez. Todos están acusados -serán
interrogados mañana- por su responsabilidad en -al menos- cuarenta secuestros y
tormentos realizados en el área que comandaban. Las imputaciones surgen de las
denuncias de hábeas corpus, los legajos de la Comisión Nacional sobre
Desaparición de Personas (Conadep) y testimonios judiciales.
El Ejército informó al juez que Wehner, que reside en Salta, padece un problema
renal que lo obliga a realizar un tratamiento de diálisis. En las próximas horas
el magistrado ordenará una pericia al Cuerpo Médico Forense para determinar si
el general está en condiciones de ser trasladado a Buenos Aires.
También está incluido en esa solicitud de arresto el general Juan Bautista
Sasiaiñ, quien ya está detenido en esta misma causa y debe presentarse para que
le amplíen su declaración indagatoria este viernes. El general Carlos Guillermo
"Pajarito" Suárez Mason, también preso, cumplirá con el mismo trámite el lunes
próximo.
La división del país en zonas, subzonas y áreas fue decretada mediante una
directiva del comandante general del Ejército de octubre de 1975. En base a esa
estructura se organizó la represión ilegal. La Ciudad de Buenos Aires constituía
una subzona que estuvo al mando primero del general Jorge Carlos Olivera Rovere
-preso en la causa- y luego de José Montes y Andrés Ferrero -que están muertos-.
A su vez, la ciudad se fraccionó en siete áreas. Dos de ellas estuvieron a cargo
de la Marina. El resto le correspondió al Ejército.
Durante los siete años que duró la última dictadura, fueron muchos más que los
cinco militares que ayer se ordenó detener los que estuvieron al frente de las
áreas de la Capital Federal. Pero Cesario Angel Cardozo, Arturo Amador Corbeta,
Edmundo René Ojeda, Walter Eduardo Goitia, Jorge Hugo Arguindegui, Carlos
Hipólito Assumma y Jorge Alberto Muzzio murieron antes de ser convocados por la
Justicia.
El viernes, Canicoba Corral había ordenado el arresto de siete policías por el
caso de la masacre de Fátima, en la que fueron asesinados treinta detenidos que
estaban alojados en el centro clandestino que funcionó en la sede de
Superintendencia de la Policía Federal. Cinco acusados quedaron en prisión -fueron
derivados a la sede de la Policía Montada, salvo uno que se encuentra alojado
momentáneamente en el Hospital Churruca- y fueron interrogados ayer. Todos
negaron saber algo sobre los cuerpos hallados en Pilar el 20 de agosto de 1976.
Aseguraron, sí, que mientras trabajaban en la dirección de Inteligencia de la
Policía Federal se ocupaban de "espiar" a los partidos políticos y a "los
subversivos". De los otros dos policías que fueron incluidos en el pedido del
viernes se supo que hay un fallecido -Carlos de la Llave- y uno prófugo -el
suboficial Luis Alberto Martínez-.
Este expediente, que abarca los delitos cometidos en toda la Ciudad de Buenos
Aires, La Pampa y gran parte de la provincia de Buenos Aires, se reabrió después
de la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. En marzo,
Canicoba Corral declaró también la inconstitucionalidad de los indultos.