A 42 años de su caída en combate, breve reseña sobre
MARIO ROBERTO SANTUCHO, EL HEREDERO DEL CHE
Por Manuel Justo Gaggero
ex Director del Diario el Mundo
Mario
Roberto Santucho era hijo del procurador judicial Francisco Rosario Santucho y
de la maestra Manuela del Carmen Juárez. Nació en la ciudad Santiago del Estero
el 12 de agosto de 1936. Don Francisco tuvo diez hijos, siete de los cuales
nacieron de sus primeras nupcias con Isabel Juárez y los tres restantes -el
mayor de los cuales era Mario Roberto- del segundo matrimonio con una hermana de
la fallecida primera esposa.
Desde muy joven, prácticamente en la adolescencia, Mario
Roberto Santucho comenzó a interesarse por las ideas políticas como consecuencia
permanente debate en el seno de su familia en un momento trascendente de la vida
nacional, como fue la década de los '50. El conflicto ideológico que se
generalizaba en al ámbito social ante la evidente caducidad de una forma de
producción y de vida -la fase premonopólica del capitalismo- conducía al
cuestionamiento de valores burgueses, generando contradicciones y la búsqueda de
nuevas formas de convivencia.
Los cuestionamientos no sólo se referían a lo económico y político, sino que se
extendían a lo ideológico. Los cambios que se producían en el mundo al concluir
la guerra contra el fascismo, exponían ante los pueblos nuevas y promisoras
experiencias al desmoronarse la barrera de ocultamiento y desinformación erigida
por el imperialismo.
El enfrentamiento bélico permitió conocer la realidad de la construcción, del
socialismo en la URSS, desenmascarando las patrañas que difundían los
confabulados en la defensa del ya agotado orden burgués.
En un hogar profundamente católico con sólidas raíces nacionales, nivel
económico y prácticas de vida de las capas más populares de la pequeña burguesía
del interior, los nuevos vientos encontraron inmediata receptividad, disipando
confusiones, unificando puntos de vista aparentemente opuestos y aportando
procesos sintetizadores que, repitiéndose en muchos otros casos similares,
definen una tendencia digna de un análisis más detenido.
Reforma Universitaria e indoamericanismo
Sus primeras inquietudes de participación se canalizaron a través de su
acercamiento al Centro de Estudios e Investigaciones Socio-Económicos de la
Provincia de Santiago del Estero y a la revista Dimensión, donde desempeñaba un
papel prominente su hermano Francisco René, quien años después como dirigente
del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), fuera secuestrado y
desaparecido en la ciudad de Tucumán durante el gobierno de: Isabel Perón (abril
de 1975).
Ya comenzaba a interesarse por el marxismo aunque todavía desde una posición
crítica, que fue matizando en las relaciones con militantes de izquierda e
intelectuales que participaron en las actividades culturales que se
desarrollaron en esos círculos. En esas circunstancias conoció, entre otros, a
Bernardo Canal Feijóo, Rodolfo Khun, Héctor P. Agosti, Miguel Ángel Asturias,
Juan José Hernández Arregui y al intelectual polaco anticomunista Witold
Gombrowicz, quienes contribuyeron a fortalecer su aspiración de profundizar el
conocimiento de la problemática social y política.
Ya estudiante de Ciencias Económicas en la Universidad de Tucumán, interviene
activamente en las luchas universitarias participando en la fundación del MIECE
(Movimiento Independiente de Ciencias Económicas) que -surge como alternativa
entre el Movimiento Reformista -constituido fundamentalmente por corrientes
radicales, comunistas y socialistas- y el Humanismo, que expresaba a sectores
católicos y a la derecha conservadora. Su bandera de lucha estaba en el
cuestionamiento a las vacilaciones y el abandono de las reivindicaciones del
estudiantado del Movimiento Reformista que dirigía el Centro de Estudiantes,
absorbido por una estéril polémica principista con el Humanismo. Priorizó la
lucha por las reivindicaciones principales del conjunto, interesados
fundamentalmente en encontrar motores condiciones para avanzas en sus estudios ,
y el apoyo a la Revolución Cubana, aún no definida como, socialista.
El MIECE triunfó en las elecciones de 1959 ganando el Centro de Estudiantes y
consagrando a Santucho como delegado estudiantil al Consejo Tripartito. La
experiencia se extendió a otras facultades, con distintas denominaciones,
alcanzando en varias de ellas importantes éxitos generando el nacimiento de una
tendencia distinta a las tradicionales del estudiantado.
Una pasión política
Comenzaban ya a definirse muchos de los atributos que caracterizaron su
personalidad en las luchas posteriores. Su pasión por el estudio, muchas veces
obstaculizado por las exigencias de una intensa militancia, trataba de ser
satisfecha con organización y constancia, robándole horas al sueño y hasta
utilizando métodos de lectura veloz, no siempre acordes con una necesaria
profundización. Una confianza ilimitada en las masas lo dotaba de optimismo y
una dinámica contagiosa, lo que le permitió enfrentar ambiciosos objetivos
generando energías y despertando fuerzas, muchas veces ignoradas, en los que
acompañaban en sus esfuerzos.
A comienzos de 1961, y con la aspiración de llegar a Cuba, viaja en compañía de
su esposa Ana María Villarreal a través de varios países de América latina; esa
experiencia resulta determinante para su futuro.
En Perú conoce al líder aprista Víctor Raúl Haya de la Torre, cuyas ideas
influenciaban en el naciente Frente Revolucionario Indoamericano Popular (FRIP).
Sale decepcionado de la entrevista. El propagandizando antiimperialismo de Haya
de la Torre, en esas circunstancias enmarcado en la 'guerra fría' de la potencia
imperialista contra el campo socialista, se había transformado en un mero
desarrollismo vergonzante que lo desenmascara ante sus visitantes.
Llega a los EE.UU., participa en debates y da conferencias en algunas
universidades, conociendo desde adentro el bastión del capitalismo, palpando las
falencias del progresismo de su intelectualidad y las increíbles limitaciones
que manifestaban las individualidades más contestatarias al sistema. Hace escala
en México donde palpa el descarnado rostro de la inicua explotación a la inmensa
mayoría del pueblo, en una democracia capitalista con estabilidad política,
presentada por la burguesía como modelo a imitar al resto del continente.
Cuba socialista y antiimperialista
Desembarca en Cuba en un instante decisivo de su Revolución, cuando se proclama
el avance hacia el socialismo. El contacto esa realidad, las conversaciones con
los líderes fundamentales y el contraste que advierte con todas las que
conociera hasta ese momento -incluso la de la Argentina peronista- definen sus
aspiraciones revolucionarias y su adaptación de la ideología marxista-leninista.
Regresa convencido y, con su característica decisión, impulsa los pasos para su
plena integración a la lucha por la revolución argentina.
En su ausencia, -el 9 de julio de 1961-, se había fundado formalmente el FRIP
como materialización de la concepción americanista antiimperialista, con
reivindicaciones indigenistas que profesaban algunos de los componentes,
fundamentalmente Francisco René.
La opción que enfrentaba en esas circunstancias Mario Roberto, estaba en
incorporarse a alguna de las organizaciones que invocaban, el marxismo o
trabajar para construir una nueva organización con objetivos definidamente
revolucionarios. Se decide por la más arriesgada, por la única que consideraba
factible en ese momento a pesar de las enormes dificultades que presentaba.
Visualiza al FRIP como el embrión a desarrollar hacia el objetivo del partido
revolucionario. Fue necesario un intenso debate ideológico interno para superar
las profundas diferencias existentes entre su proyecto y las convicciones y
metas de muchos de sus compañeros. El poder de convicción del ya conocido 'Roby',
su ya mentada tenacidad y una práctica conjunta con sectores marxistas en
Santiago del Estero (PC y PS) en apoyo a la Revolución Cubana, permitieron
importantes avances políticos en los principales componentes de la organización,
no sin que se produjeran dolorosas deserciones. Particular importancia reviste,
en ese paso, la evolución de Francisco René quien, desde su visión filosófica
idealista en un complejo proceso de profundo análisis y debate, concluye
enrolado en la concepción materialista dialéctica, donde su producción no fue lo
rica que era de esperar al ser víctima, justamente en esa etapa, de la represión
de la derecha fascista.
La construcción del PRT
Se lanza intensamente a la actividad de construcción política de la
organización. Por ese entonces, el FRIP se extendió a Tucumán, volcándose Mario
Roberto al trabajo entre los obreros azucareros. Participando activamente en las
luchas que libraban en defensa de la fuente de trabajo y del nivel salarial,
amenazados por el proceso de concentración que impulsaban los grandes ingenios
monopólicos de Salta y Jujuy.
En la misma época, escribe un análisis marxista, estudiando la estructura
económica y de las clases sociales del norte del país, el peso en su economía de
la industria azucarera y el importante rol de los trabajadores del ingenio y del
surco por su concentración y experiencias de luchas; en él se planteaba la
necesidad de la alianza del proletariado azucarero con el campesinado pobre y
medio y la importancia de neutralizar a otros sectores medios y pequeño
burgueses para aislar a la gran burguesía azucarera. Dicha investigación fue
conocida como 'Cuatro Tesis sobre el Norte Argentino'.
La permanente dedicación al estudio de los clásicos fue complementada con una
riquísima práctica social, en la que fue forjándose definitivamente su
personalidad, afirmándose sus convicciones y el temple revolucionario que lo
erigieron en el símbolo que hoy es.
Al mismo tiempo, su profundo internacionalismo caracterizó toda su militancia.
Ya vimos con qué inquietudes conoció la Cuba revolucionaria; también fue un
incansable estudioso y propagandizador de los procesos de Vietnam y todo el
sudeste asiático, además de la 'Revolución de los claveles' en Portugal que 'Roby'
miraba con particular esperanza. De la misma manera, fue uno de los principales
impulsores de la unidad de los revolucionarios del cono sur de nuestro
continente, cristalizada en la Junta de Coordinación Revolucionaria (JCR) que
agrupó al MIR de Chile, el MLN Tupamaros del Uruguay, al ELN de Bolivia.
Una lucha abnegada
Integra plenamente su militancia y sus luchas con su vida familiar y de
relación. No concebía la práctica política aislada y su confianza, seguridad y
poder de convicción influenciaron a todos los que lo conocían. Su compañera Ana
María fue erigiéndose en un importante dirigente, lo que la convirtió en víctima
de la represión, habiendo sido herida de bala en un reparto de alimentos en un
barrio obrero y luego detenida dos veces. En la primera fue liberada en la fuga
del Buen Pastor en Córdoba y en la segunda oportunidad, luego de la fuga de
Rawson, fue asesinada junto con otros 15 revolucionarios en la base naval de
Trelew el 22 de agosto de 1972. Del matrimonio nacieron tres hijas: Ana, Marcela
y Gabriela, las que compartieron casi todas las vicisitudes de la vida de sus
padres.
Fortalecido el FRIP, Santucho se preocupa por establecer relaciones y
acercamientos con otras organizaciones marxistas, en la búsqueda de un diálogo
que permitiera acercar posiciones y tácticas diferentes. Son conocidos los
permanentes esfuerzos que impulsó para generar un debate fecundo con el PCA a
quien, pese a las vitales diferencias que mantenía, calificaba como el aliado
estratégico en vista a la formación del partido del proletariado.
Los primeros intentos comenzaron antes del nacimiento del PRT, en Santiago del
Estero, pero se frustraron por la negativa de los dirigentes comunistas locales
a mantener relaciones con trotskistas. Con posterioridad -y sobre todo a partir
del desprendimiento de los grupos que seguían a Nahuel Moreno- se produjeron
avances, aunque con polémicas poco constructivas por su antagonización. No
obstante ello, en base a las relaciones que fue estableciendo Mario Roberto en
la cárcel, se logró un buen nivel de discusión, materializado no sólo dentro del
penal sino también en la atención desde el exterior, a cargo del responsable
político del PC de Trelew, compañero Bel, que luego fuera secuestrado y
desaparecido durante el golpe de 1976.
La masacre de Trelew
Esas relaciones prosiguieron siempre polémicas, pero con pasos constructivos
(como la conmemoración conjunta del primer aniversario de la Masacre de Trelew
en agosto de 1973) hasta cortarse con la acción militar en el Comando de
Sanidad, el 6 de septiembre de 1973.
En el camino del acercamiento a otras corrientes marxistas, participando en las
luchas de los trabajadores tucumanos, comienza a establecerse vínculos con
militantes de Palabra Obrera, organización de tendencia trotskista que
desarrollaba el 'entrismo' en el peronismo obrero tucumano. Esas vinculaciones a
niveles de base fueron facilitando el acercamiento de ambas organizaciones en la
región, donde incluso se participa conjuntamente en una experiencia electoral
que permite incorporar a dirigentes obreros a la legislatura de la provincia en
1964. En ese proceso y a pesar de las profundas diferencias que advierte
Santucho entre las posiciones de ambas organizaciones impulsa la unificación en
la Fundación del PRT (25 de mayo de 1965) alentado por las grandes coincidencias
que encuentra en la vinculación con la base de Política Obrera.
En la lucha interna que inmediatamente se desata en el PRT, Santucho desempeña
un rol prominente en el enfrentamiento a las fundamentales posiciones del
trostkismo. Su papel en el III, IV y V Congreso son vitales en las decisiones
que se adoptan, rechazando la política del 'entrismo', definiendo el tipo de
partido como marxista-leninista e impulsando en la práctica la lucha en apoyo a
la resistencia de los trabajadores azucareros ante la violencia de la dictadura
militar del general Juan Carlos Onganía.
Durante ese período, Mario Roberto es detenido en dos oportunidades.
Primeramente en Tucumán donde es trasladado permanentemente en diversas
comisarías del interior para prevenir intentos de fuga o de liberación por parte
de sus compañeros. Finalmente es alojado en la Penitenciaría de la ciudad de
Tucumán, junto con todos los presos pertenecientes al PRT. Mediante un ardid
para lo cual, con la ingestión de un medicamento, se provoca los síntomas de un
ataque de hepatitis, logra su traslado al Hospital Provincial; allí logra
fugarse aprovechando un descuido de la guardia, en un cambio de turno. Viaja
inmediatamente a Buenos Aires para participar en el V Congreso que estaba en
preparación.
Posteriormente, en agosto de 1971, es nuevamente detenido en la ciudad de
Córdoba cuando se aprestaba a viajar junto con otros militantes para apoyar la
fuga de sus compañeros de la Penitenciaría de Villa Urquiza de Tucumán, donde
estuvo alojado. Inmediatamente trasladado a la prisión de Villa Devoto en Buenos
Aires, es mantenido bajo un riguroso control. Poco tiempo después es detenida en
Tucumán su compañera Ana María, quedando sus tres hijas bajo la atención de sus
abuelos.
En la cárcel, Santucho impulsa el estudio la formación política de los varios
centenares de militantes de la organización, al mismo tiempo que se esfuerza por
mejorar las relaciones políticas con los prisioneros de otras organizaciones
populares, especialmente PC, Montoneros, FAR y FAP. Se destacan sus esfuerzo
para unificar posiciones -a veces notablemente enfrentadas- entre las diversas
tendencias políticas, sobre todo entre el PC y las organizaciones peronistas que
desarrollaban la lucha armada. Asimismo, establece sólidos vínculos con
destacados militantes políticos y sindicales como Raimundo Ongaro, Armando
Jaime, Pujadas y sobre todo Agustín Tosco, con quien mantuvo una fecunda
vinculación hasta el final de sus vidas.
Trasladado a Rawson, penal de máxima seguridad, prepara minuciosamente el plan
de la fuga que se efectiviza el 15 de agosto de 1972. En su elaboración, prevé
al máximo los diversos detalles de la operación, viéndose precisado a insistir y
argumentar reiteradamente, con las dificultades naturales de su prisión, ante la
indecisión y la falta de confianza de los que ocupan transitoriamente la
Dirección del Partido.
La operación en el penal se consumó a la perfección, lográndose el pleno control
interno. Pero la falta de fe y las debilidades de los que comandaban las fuerzas
de apoyo exterior generó un serio problema. Al intentar el grupo de vanguardia
dominar la última guardia externa, se produjo un breve intercambio de disparos
que ocasionó, en la jefatura de operaciones externas, la decisión de retirarse
con los vehículos para el traslado de los liberados ante la visión de que habría
fracasado el intento interno. Consecuencia de tan nefasto error fue la tardía
llegada del segundo contingente de liberados al aeropuerto de Trelew (donde
estaba copado y retenido el avión regular de Austral), su obligada rendición y
el ulterior asesinato por fuerzas de la Marina de 16 de los 19 revolucionarios
allí encerrados.
Los seis dirigentes principales de las organizaciones participantes -ERP y FAR
en la planificación e implementación y Montoneros participante en la fuga de sus
presos- lograron llegar en el avión secuestrado a Chile, donde obtuvieron asilo
del gobierno la Unidad Popular de Allende para ser trasladados posteriormente a
La Habana. Dichos dirigentes fueron nuestros compañeros Santucho, Domingo Mena y
Gorriarán Merlo, además de Marcos Osatinsky y Roberto Quieto por FAR y Fernando
Vaca Narvaja por Montoneros.
Por una Argentina socialista
Casi inmediatamente, en noviembre de 1972, retornó al país, poniéndose al frente
de la organización que pasaba por una situación crítica a causa de la notable
reducción cuantitativa de sus integrantes (gran cantidad de militantes estaban
en prisión) y por la debilidad política de la Dirección transitoria. Se impulsa
a partir de entonces un proceso de incesante desarrollo y crecimiento de la
organización. La situación era sumamente compleja: el abandono por el peronismo
de su política nacionalista burguesa y las manifiestas divergencias de las
propuestas de las fuerzas populares, no obstante la combativa resistencia de los
trabajadores y distintos sectores del pueblo a la política de concentración, van
creando las condiciones para el golpe fascista favorecido por la división de las
fuerzas políticas y el repliegue de las masas, sin conducción, frente a la
agresión del terrorismo de estado.
La instalación del gobierno constitucional de Cámpora inicia una compleja
coyuntura en la política del País, en la que la agudeza que adquiere el
enfrentamiento social y el acelerado desarrollo del PRT y del ERP imponen un
ritmo absorbente a la actividad. La vida de Santucho se liga cada vez más
indisolublemente a la lucha partidaria, resultando casi imposible remarcar
hechos personales separados de la política del PRT, de sus análisis y de sus
propuestas. Participa en todas y cada una de las decisiones fundamentales,
correspondiéndole la fundamental cuota en los errores y en la trascendente
presencia que manifiesta en la decisiva fase de la vida nacional que transcurre
entre 1973 a 1976.
Constituye pareja con Liliana Delfino, integrante del Comité Central de la
organización y responsable de Propaganda Nacional, que lo acompaña hasta su
muerte, circunstancia en la cual es secuestrada y desapareciera por las fuerzas
militares que asaltaron su vivienda de Villa Martelli. De esa unión nació Mario
Antonio.
Liberación y lucha de clases
El PRT caracteriza correctamente las posibilidades del gobierno de Perón desde
el punto de vista de los intereses de clase que representaba y del objetivo de
contener la lucha de masas, para lo cual se vería precisado a seguir el rumbo
antipopular. La justeza de ese análisis y la activa presencia del Partido y del
Ejército en la lucha de clases concita la confianza de las capas más politizadas
-que comienzan a participar en su lucha- y el respeto del conjunto de las masas.
Al mismo tiempo, desarrolla esfuerzos para el acercamiento con otras
organizaciones populares en procura de acuerdos unitarios que permitan coordinar
actividades conjuntas. Los pasos en ese sentido resultan poco fructíferos, no
solamente por las diferencias de propuestas políticas sino por los profundos
desacuerdos en el análisis de la situación, lo que exacerba el tradicional
sectarismo en la izquierda argentina.
Además de ello, la incomprensión de la etapa democrática la subsistencia le la
visión en el PRT, determina la implementación de la táctica de grandes
operaciones militares para fortalecer el enfrentamiento a los avances de la
derecha fascista, después de la renuncia de Héctor J. Cámpora.
Las falencias de esa política comienzan a advertirse al poco tiempo y ello
induce a Santucho a profundizar el análisis de las propuestas que permitieran la
participación de las grandes masas -que comenzaban a desencantarse de las
posibilidades del gobierno luego de la muerte de Perón- en el ya generalizado
enfrentamiento de las clases. 'Poder Burgués y Poder Revolucionario' constituye
el producto de esa reflexión y es aprobado en el Comité Central 'Antonio del
Carmen Fernández' de septiembre de 1974.
Heroísmo de un revolucionario
Pero ya resulta irreversible la inercia del proceso, no solamente por las
dificultades, sino también por la dinámica de cada una de las organizaciones,
que limitaba las posibilidades de una modificación táctica. Sin embargo Santucho
persistió en sus objetivos de unificación con las fuerzas afines, aún reduciendo
la amplitud de las alianzas. Hasta sus últimos momentos, bregó incansablemente
por concretar un acuerdo con Montoneros, Organización Comunista Poder Obrero
(OCPO) y Partido Comunista Marxista Leninista (La Plata), con el proyecto de la
Organización para la Liberación de Argentina (OLA).
En ese esfuerzo fue sorprendido por el ataque militar a su vivienda, donde en
esa circunstancia se encontraba junto a Liliana Delfino, Domingo Mena, su
compañera Ana María Lancillotto de Mena y Benito Urteaga. Fiel a sus
convicciones y manteniendo la conducta de toda su vida, no obstante la
inferioridad numérica y de armamento, junto con Urteaga enfrentó el ataque
militar. Domingo Mena, Liliana Delfino y Ana María Lancillotto fueron
secuestrados. Era el día 19 de julio de 1976.