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James Petras
Especial para Rebelión
Traducción para Rebelión: J. M. Ribó


I. Introducción
Uno de los mitos más extendidos e insidiosos de nuestro tiempo es la idea que vivimos en un mundo sin estados-nación. Nada podría estar más lejos de la verdad. En todas las regiones del mundo el estado -ya sea imperial, capitalista o neo-colonial- se ha reforzado, sus actividades se han expandido, su intervención en la economía y sociedad civil es omnipresente. El estado en las naciones imperialistas -lo que podríamos llamar estado imperialista- es particularmente activo en lo que respecta a la concentración del poder en el interior de la nación y en su proyección exterior con la ayuda de una gran variedad de instituciones, circunstancias económicas y políticas y mediante el establecimiento de vastas esferas de influencia y dominio. El estado imperialista de los Estados Unidos (USA) lidera el camino, seguido por la Unión Europea (UE), liderada por Alemania y Francia, y Japón. El poder del estado imperialista se extiende a las instituciones financieras internacionales (IFI) como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), el Banco Asiático (BA), la Organización Mundial de Comercio (OMC), etc. Los estados imperialistas proporcionan la mayor parte de los apoyos económicos, nombran a los lideres de las IFIs y los mantienen responsables de implantar políticas que favorezcan a las empresas multinacionales (EMN) de sus países respectivos. Los que abogan por un mundo sin estados-nación o sostienen teorías globalizadoras (TG) no aciertan a comprender que las IFIs no son una más elevada o nueva forma de gobierno más allá de los estados-nación sino más bien instituciones cuyo poder deriva de los estados imperialistas.
Este ensayo se ocupará de discutir y criticar los argumentos infundados de las teorías globalizadoras y, a continuación, detallar y discutir el significado del estado en la economía actual en los ámbitos mundial, regional y local. La tercera sección del ensayo mostrará una explicación de las razones del crecimiento de la estatalización en las economías neoliberales del mundo.

II. Argumentos del mito del "Mundo sin estados-nación"

Los que abogan por la tesis del "mundo sin estados-nación" , a quienes llamaremos "teóricos de la globalización" parten de un conjunto de premisas muy dudosas. Existen variaciones y matices entre ellos: algunos argumentan que el concepto del estado-nación es anacrónico, otros argumentan que está en decadencia, otros, que ya no es una realidad. Mientras estas diferencias continúan generando debate, lo que es más significativo son las premisas comunes de los teóricos de la globalización. Estas premisas cuestionables incluyen las siguientes:
Premisa 1: Las EMN son corporaciones globales que no tienen ninguna localización específica en ningún estado-nación en particular. Constituyen, pues, una nueva economía mundial divorciada de los controles nacionales y son parte de una nueva clase dirigente mundial.
Esta premisa se basa en el hecho de que las empresas multinacionales operan en un buen número de países, son móviles y tienen el poder de evadir impuestos y regulaciones de muchas jurisdicciones nacionales. Existen varios problemas tanto a nivel conceptual como empírico con esta hipótesis.
En primer lugar, el hecho que las EMNs operen en muchos países no excluye que los cuarteles generales en donde se toman las decisiones estratégicas más importantes y en donde se concentran directores y beneficios están situadas en USA, UE y Japón.
En segundo lugar, la movilidad se basa en decisiones estratégicas tomadas por la dirección en los cuarteles generales de los centros imperiales. Estas decisiones dependen de las condiciones políticas y económicas creadas por el estado imperialista y sus representes en las IFIs. La movilidad está supeditada a las relaciones entre estados.
En tercer lugar, la evasión de impuestos y regulaciones son posibles por políticas deliberadas llevadas a cabo por los estados imperialistas y sus bancos multinacionales. La no promulgación de leyes contra la transferencia de ganancias ilícitas desde países neo-coloniales hacia los estados imperialistas es una forma que tiene el estado para favorecer la concentración de riqueza a gran escala que fortalece las cuentas exteriores de las economías imperialistas. El desprecio por parte de las EMNs de las regulaciones de los países neo-coloniales es parte de un conjunto más amplio de relaciones de poder ancladas en las relaciones entre estados neo-coloniales e imperialistas.
Premisa 2: Los gobiernos de los viejos estados-nación han sido desbancados por un nuevo gobierno mundial, constituido por los mandatarios de las IFI, de la OMC y los de las EMNs. Éste es un argumento basado en una discusión superficial del epifenómeno, más que en una visión analítica de la estructura del poder. Aunque es cierto que las IFIs toman importantes decisiones en gran número de puntos geográficos afectando de forma importante distintos sectores económicos y sociales, estas decisiones y quienes las toman están íntimamente relacionados con los estados imperialistas y las EMNs que los influencian. Los altos cargos de las IFIs han sido nombrados por sus gobiernos nacional/imperialistas. Todas las políticas que dictan las condiciones para la concesión de créditos son establecidas por los ministros del tesoro, finanzas y economía de los estados imperialistas. La inmensa mayoría de la financiación de las IFIs proviene de los estados imperialistas. La representación en el consejo ejecutivo de las IFIs es proporcional a la financiación otorgada por los distintos estados imperialistas. El FMI y el BM han sido siempre dirigidos desde USA o la Unión Europea.
La visión que tienen los globalistas sobre el poder de las IFIs está basada en la discusión del poder derivado, no en su origen en el estado imperialista. En este sentido, el poder internacional está basado en los estados imperialistas, no en entidades supra-nacionales. El último concepto sobrestima en gran medida la autonomía de las IFIs y subestima su subordinación a los estados imperialistas. El significado real de las IFIs se encuentra en cómo magnifican, extienden y profundizan el poder de los estados imperialistas y cómo se convierten en terreno para la competencia entre estados imperialistas rivales. Lejos de desplazar a los viejos estados, las IFIs han fortalecido sus posiciones.
Premisa 3: Uno de los argumentos más comunes de los teóricos de la globalización sostiene que ha tenido lugar una revolución de la información, eliminando las fronteras entre los estados y creando una nueva economía global. Las TG argumentan que una nueva revolución tecnológica ha transformado el capitalismo aportando un nuevo ímpetu al desarrollo de las fuerzas productivas. La afirmación de que las tecnologías de la información han revolucionado las economías y, en consecuencia, han creado una nueva economía global en la cual los estados-nación y las economías nacionales se han convertido en superfluos es extremadamente dudosa.
La comparación del crecimiento de la productividad en USA en los últimos 50 años no apoya el argumento globalizador. Entre 1953-73, antes de la llamada revolución de la información, en USA la productividad creció una media del 2,6%; con la introducción de los ordenadores, la productividad creció entre 1972-95 menos de la mitad. Incluso en el llamado boom de 1995-99, el crecimiento de la productividad se situó en el 2,2%, todavía por debajo de las cifras del periodo anterior a los ordenadores. Japón, el país que hace un uso más extenso de ordenadores y robots ha sido testigo de una década de estancamiento y crisis. Entre los años 2000-01, el sector de la información se sumió en una profunda crisis. Decenas de miles de trabajadores fueron despedidos, cientos de empresas suspendieron pagos, la cotización de las acciones cayó alrededor del 80%. La burbuja especulativa, que definió la llamada "economía de la información" explotó. Aún más, la mayor fuente de crecimiento de la productividad según los globalizadores estaba en la informatización del área de la fabricación de ordenadores. Algunos estudios han mostrado que los ordenadores usados en los centros de trabajo se dirigen más al trabajo personal que al intercambio de ideas. Algunas estimaciones sitúan en el 60% el tiempo de ordenador destinado a actividades no relacionadas con la empresa. Las empresas de fabricación de ordenadores suponen el 1,2% de la economía de los USA y menos del 5% del capital.
Aún más, el censo de población de USA proporciona otra explicación a las cifras de alta productividad -los cinco millones de trabajadores americanos -mayoritariamente inmigrantes ilegales que inundaron el mercado de trabajo norteamericano en los 90s. Si consideramos que la productividad se mide por la producción por trabajador estimado, los cinco millones de trabajadores no contabilizados inflaron los datos de productividad. Si se incluyen los cinco millones, las cifras bajarían más allá del 2%.
Con la caída de la economía de la información y su valor en bolsa, se hace claro que la revolución de la información no es la fuerza trascendente que define a las economías de los grandes estados imperialistas y menos aún configura un nuevo orden mundial. El hecho de que la mayoría de la gente disponga de ordenadores y que algunas empresas tengan mayor control sobre sus inventarios, etc. no significa que el poder se haya alejado de los estados-nación. Las afirmaciones de los publicistas sobre la "revolución de la información" no tienen fundamento ya que los inversores en bolsa trasladan sus inversiones hacia la economía real y lejos de las empresas ficticias de alta tecnología, que no obtienen beneficios y sí, en cambio, pérdidas crecientes.
Premisa 4: En relación con la premisa anterior, los globalistas argumentan que vivimos en una nueva Economía que ha desplazado la Vieja Economía industrial, minera, agrícola y de servicios sociales. Según los globalistas, el 'mercado' crea una 'democracia real' en la cual 'la gente corriente' elige su futuro, y la eficiencia de las nuevas tecnologías asegura un alto crecimiento. La recesión del final de 2000 y de 2001 ciertamente rechaza las afirmaciones de los ideólogos de la Nueva Economía: el ciclo de negocio continúa operando y, aún más, el ciclo se acentúa particularmente por la naturaleza altamente especulativa de la 'Nueva Economía. De hecho, la 'Nueva Economía' manifiesta todas las características de una economía volátil y especulativa, orientada a la obtención de beneficios desorbitados. En la ausencia de beneficios o incluso en periodo de recesión, sucede que mucho de lo que fue calificado de 'Nueva Economía' fue una estafa financiera colosal, en donde los grandes beneficios de los primeros inversores llevó a la ruina de los inversores posteriores.
La nueva eficiencia prometida por los publicistas de la 'Nueva Economía' no pudo resistir la lógica del ciclo de negocio capitalista. La producción "Just in time" estaba basada en un crecimiento estable y continuo de la demanda: la recesión de 2001, la caída repentina de la demanda, llevaron a una acumulación de stocks entre productores y vendedores, y los despidos resultantes. Los problemas de liquidez incrementaron las deudas y las bancarrotas propias de la "Vieja Economía".
Está claro que la llamada "Nueva Economía" no trasciende la crisis capitalista; de hecho, es más vulnerable y dispone de menos recursos en qué apoyarse ya que buena parte de sus movimientos de capital dependen de expectativas especulativas de beneficios altos continuados. La brusca caída de ganancias en publicidad de los sitios web y la saturación del mercado informático ha llevado a una crisis estructural de los productores de hardware y software, que, a su vez, ha producido una enorme sacudida en la 'industria' -el desorbitado valor de las acciones ha caído a una fracción de su valor y las más grandes empresas de Internet están luchando por sobrevivir, no para definir la naturaleza de una 'Nueva Economía'.
Premisa 5: Algunos teóricos sobre la globalización, como Toni Negre, escriben sobre un 'sistema imperialista' en oposición a los estados imperialistas -como si uno pudiera existir sin los otros. El 'sistema' no tiene 'centro' puesto que todos los estados han perdido su significación especial ante las todopoderosas EMNs que dominan los mercados. Una explicación basada en los sistemas no acierta a reconocer la clase y el poder institucional de los bancos y empresas públicas. Aún peor, los teóricos de los sistemas no aciertan a relacionar las estructuras, operaciones, códigos legales y enlaces entre los estados imperialistas, las empresas multinacionales y sus filiales en las IFIs. El vasto alcance de su poder se concentra en beneficios, intereses, rentas y royalties en los países imperialistas. El 'sistema' se deriva y se sostiene por las fuerzas combinadas de los estados imperialistas y sus EMNs. Hacer abstracción de las especificidades de la propiedad y el poder estatal para describir un sistema imperialista es perder de vista las contradicciones básicas y los conflictos, las rivalidades entre los estados imperialistas y las luchas por el poder del estado. La quimera de los "imperios sin estado" contiene los mismos problemas que la idea de un 'mundo sin naciones-estado' -exagera la autonomía del capital respecto al estado y propaga las proposiciones falsas de las 'ideologías del mercado libre', que argumentan que el 'mercado' (o, en palabras de Negri, el "capitalismo colectivizado") domina el sistema imperialista.
Premisa 6: Cuando los globalistas definen las configuraciones de poder operan en un nivel de abstracción tan alto que amalgama las variaciones más significativas en regímenes, estados, configuraciones de clase. Como resultado, no tienen una concepción muy convincente de los cambios socioeconómicos. El malentendido más flagrante se halla en su aproximación al sistema mundial, con sus categorías de 'núcleo' o 'centro' y semi-periferia y periferia. Este tipo de estratificación abstracta y simplista de la economía y del poder mundial subordina la dinámica de las relaciones de clase a una distribución estática de las acciones de los mercados. Las categorías abstractas oscurecen las diferencias fundamentales en los intereses de clase entre naciones de cada categoría; diferencias que determinan cómo las acciones del mercado son distribuidas en el interior de las naciones, la posesión de la propiedad, los niveles de vida así como diferencias entre países dinámicos y estancados. Más fundamentalmente, contemplando las posiciones del mercado, los globalistas pasan por alto la ubicuidad del estado en la preservación y desafío de las relaciones entre los estados y las economías y en la reconfiguración de la economía mundial.

III La Centralidad del Estado

En el mundo actual, el estado-nación, tanto en su forma imperial como neo-colonial ha multiplicado y expandido su actividad. Lejos de ser un anacronismo, el estado se ha convertido en un elemento central en la economía mundial y en el seno de los estados-nación. De todos modos, las actividades del estado varían según su "carácter de clase", es decir, si son imperialistas o neo-coloniales.

Estados imperialistas

En los recientes años la centralidad de los estados imperialistas se ha evidenciado en áreas fundamentales de actividad político-económica, cultural y económica que refuerzan la posición de los poderes imperialistas, particularmente los de USA.

Gestión de la crisis

En la década pasada diversas e importantes crisis económicas y financieras tuvieron lugar en varias regiones del mundo. En todos los casos, los estados imperialistas, particularmente los USA intervinieron para salvar las EMNs, y evitar el colapso de los sistemas financieros. Por ejemplo, en 1994, cuando el sistema financiero mexicano estaba al borde del hundimiento, el entonces presidente Clinton intervino para enviar 20.000 millones de dólares al estado Mexicano para salvar a los inversores estadounidenses y estabilizar el peso. En segunda instancia, durante la crisis Asiática de 1998, los USA y los gobiernos europeos aprobaron una ayuda multimillonaria del FMI-BM a cambio de una apertura en las economías de esos países (particularmente Corea del Sur) que permitiese las absorciones extranjeras de industrias básicas. En la crisis brasileña de 1999 y en la crisis argentina de 2001, Washington presionó a las IFIs para salvar los regímenes. Dentro de USA la amenaza de quiebra de un importante banco internacional de inversiones llevó a la intervención de la reserva federal (Banco Central), salvando, de este modo, a un banco privado. En una palabra, con gran frecuencia y con ingentes recursos, el estado imperialista ha jugado un papel dominante en la gestión de las crisis, salvando a importantes inversores de la quiebra, apuntalando EMNs insolventes e impidiendo el desplome de las monedas. Más que nunca, las EMNs y la llamada "economía global" dependen de la constante y masiva intervención de los estados imperialistas para gestionar las crisis y asegurar los beneficios (compra de acciones de empresas locales).

Competencia inter-imperialista

La competencia entre poderes imperialistas rivales y las EMNs ha sido esencialmente estimulada por los estados imperialistas rivales. Por ejemplo, el estado imperialista norteamericano está dirigiendo la lucha para abrir los mercados europeos a la ternera de USA y las exportaciones estadounidenses de plátanos provenientes de América Central y Sudamérica. Mientras, los estados japoneses y europeos negocian con los USA para incrementar la 'cuota' de una serie de exportaciones que incluyen acero, materiales textiles? El comercio y los mercados se definen de forma muy importante por acuerdos estado-estado. La globalización no es sólo un producto del 'crecimiento de las EMNs' sino más bien un artificio de los acuerdos estado-estado. La competencia en términos capitalistas está mediatizada, influenciada y dirigida por los estados. Los mercados no trascienden los estados sino que operan en sus fronteras.

Conquista de los mercados

El estado juega un papel extendido y profundo en la conquista de mercados exteriores y en la protección de los mercados locales. En primera instancia, el estado proporciona subsidios directos e indirectos hacia los sectores exportadores. En USA las exportaciones agrícolas reciben ayudas para el agua y la energía eléctrica y también en forma de rebajas impositivas. En segundo lugar, el estado imperialista vía IFI presiona a los países receptores de préstamos en el tercer mundo para reducir o eliminar barreras comerciales y privatizar empresas a través de acuerdos condicionados. Esto permite a las EMNs de USA, Europa y Japón penetrar en los mercados y comprar empresas locales. La mayoría de las exportaciones están financiadas por agencias estatales. La llamada "globalización" no existiría si no fuera por la intervención estatal. De igual modo, los mercados no estarían abiertos si no fuera por la intervención militar y electoral, las amenazas político-económicas o la presión y reclutamiento de clientes locales llevadas a cabo por los estados imperialistas. El imperialismo toma muchas formas pero persigue objetivos similares: la conquista de los mercados del tercer mundo, la penetración en economías competidoras y la protección de los mercados domésticos. Europa, los USA y Japón han construido una serie de barreras comerciales en una gran gama de productos de importancia estratégica: las importaciones de vehículos están limitadas por cuotas, lo mismo que las de azúcar, materias textiles, acero, etc. Hay una multiplicidad de restricciones no tradicionales y acuerdos informales que limitan la entrada de productos al mercado estadounidense (todo ello negociado en base a acuerdos estado-estado). En muchos casos, en sus acuerdos con países neo-coloniales, como Brasil durante la presidencia de Cardoso, USA rechaza la reciprocidad, exigiendo y asegurando la liberalización de la indutria de la información al mismo tiempo que se restringían las exportaciones brasileñas de acero, argumentando el falso pretexto de evitar la inundación del mercado.

Acuerdos comerciales

Todos los grandes acuerdos económicos que liberalizan el comercio y que establecen una nueva regulación de las inversiones son negociados por los estados, exigidos por los estados y sujetos a modificaciones estatales. GATT, WTO, Lome, etc., que establecieron las regulaciones comerciales e instauraron el marco legal para las redes de comercio globales fueron formuladas por los estados. Además, los pactos de comercio bilaterales, regionales y multilaterales, como NAFTA, LAFTA, etc. son iniciados por estados imperialistas para abrir nuevos mercados para sus multinacionales. El
estado imperialista opera en sinergia con sus corporaciones multinacionales. Los "mercados en expansión" no tienen nada que ver con empresas multinacionales que desplazan los estados anacrónicos. Al contrario, la mayoría de los movimientos de capital a nuevos mercados dependen de la intervención del estado para hacer caer barreras y, en algunos casos, desestabilizar regímenes nacionalistas.

Acuerdos de inversiones

Los nuevos acuerdos de inversiones multilaterales y bilaterales están formulados a nivel de estado con el acuerdo y la participación activa de las EMNs. La razón está clara: las EMNs desean la participación estatal para garantizar que su capital no será expropiado , sujeto a impuestos "discriminatorios" o restringido en la obtención de beneficios. El estado se encarga de garantizar las inversiones, un elemento crucial en las inversiones para la expansión de las corporaciones. En muchos casos, los estados imperialistas usan sus representantes en las IFIs para imponer nuevos códigos de inversiones como condiciones para créditos de 'estabilización' y desarrollo.

Protección, subsidios y adjudicación

El estado imperialista de USA impone poderosas barreras protectoras a sus productos agrícolas. USA y los estados europeos subvencionan fuertemente la agricultura con bajas tarifas para la electricidad y el uso del agua. La investigación y desarrollo de nuevas tecnologías están financiadas fuertemente por el estado y, más tarde revierte en las multinacionales. En cada estadio previo, durante y después de la expansión de las EMNs en el mercado internacional, el estado se implica profundamente. Más todavía, donde las empresas nacionales no son competitivas, los estados imperialistas inventan pretextos para protegerlas de productores más eficientes. Japón protege sus productores de arroz, a pesar que sus precios son diez veces superiores para los consumidores. USA proporciona grandes subsidios a las empresas agrarias exportadoras de California en forma de investigación, tarifas de agua baratas y créditos ligados a la compra de cereales exportados por USA. La UE subvenciona la formación de sus industrias de alta tecnología, agricultura, etc.
La estatalización o la neo-estatalización es la pieza central de la 'expansión global' de las EMNs. El estado ha crecido, su alcance se ha expandido, su papel en la economía internacional es esencial. La retórica vacía de los 'mercados libres' promovida por los ideólogos conservadores ha sido consumida y repetida por la izquierda 'globalizadora'. Mientras que la izquierda habla de la pérdida de peso del estado, la derecha ha mantenido una posición activa en la promoción de la actividad estatal para fomentar los intereses de las EMNs. Mientras la izquierda habla de 'globalización de mercados' , las EMNs desde los países imperialistas y sus estados se reparten los mercados, ampliando sus esferas de dominación y control.
Por encima de todo, el estado imperialista no es simplemente una institución económica; la expansión de las EMNs hacia mercados exteriores depende en gran medida del papel político y militar del estado imperialista.

Expansión del poder político y económico del estado imperialista

La expansión exterior de las EMNs ha sido posible gracias a la expansión política y militar del imperialismo euro-americano vía OTAN y ejércitos adláteres en el sur de África, Latinoamérica y Asia. En Rusia (la antigua URSS) y Europa del este, los estados imperialistas han apoyado regímenes clientelistas, preparando el terreno para hacerse con una gran cantidad de industrias estratégicas, fuentes de energía, etc. El triunfo del estado imperialista de USA sobre la URSS aportó el ímpetu necesario para desmantelar los estados del bienestar en Europa y lo que pretendía ser un estado del bienestar en USA. Las guerras Euro-americanas en el Golfo y los Balcanes consolidaron la dominación de los estados imperialistas y extendieron su influencia sobre los estados disidentes. La desestabilización de los antiguos regímenes comunistas, las guerras destructivas contra los regímenes nacionalistas del sur de África, Latinoamérica y donde fuera necesario abrieron estas regiones a prescripciones políticas neo-liberales. La expansión militar imperialista relacionada directamente con los aparatos militares de estado acompañó y promovió la expansión de las EMNs en el exterior. La llamada globalización creció a punta de pistola (por supuesto, una pistola de un estado imperialista). Para proteger aún más el capital en el exterior, USA y la UE han creado una nueva doctrina de la OTAN que legitima las guerras ofensivas, dentro y fuera de Europa, contra cualquier país que amenace los intereses económicos (de sus EMNs). La OTAN se ha expandido para incorporar nuevos estados-clientes en Europa del este y nuevos "asociados de paz" entre los estados Bálticos y las antiguas repúblicas de la URSS (Georgia, Kazahkstan, etc...) En otras palabras, las alianzas militares de los estados imperialistas incorporan nuevos estados, con más y mayores aparatos estatales armados que nunca anteriormente -para asegurar la entrada de las EMNs europeas y americanas en sus países y facilitar el flujo de los beneficios de éstas hacia sus cuarteles generales en USA o Europa Occidental.

El estado y los Medios de comunicación de masas

Mientras los medios de comunicación de masas y su aparato político-cultural cruza más fronteras que nunca, la propiedad y el control están altamente concentradas en las manos de EMNs europeas y americanas. El mensaje es cada vez más homogéneo, y la fuente de inspiración está íntimamente coordinada con los estrategas de Washington, Berlín, Londres, etc. Flujos globales, controles imperiales, ésta es actualmente la esencia de los medios de comunicación de masas. Las multinacionales de los medios de comunicación miran hacia los estados imperialistas para establecer la línea política y para definir los parámetros de la discusión, mientras ellos recogen los beneficios.
En conclusión los estados imperialistas, lejos de ser desplazados por la expansión del capital exterior, han crecido y se han convertido en componentes esenciales de la política económica mundial. Los teóricos de la globalización confunden el papel del estado imperialista, un adversario esencial, en la defensa de los privilegios y poder de las EMNs.
Mientras algunos escritores globalistas podrían reconocer la importancia del estado imperialista, argumentarían que los estados recolonizados están debilitados ante las corporaciones globales que socavan su capacidad de tomar decisiones y regular las economías nacionales.

IV Estados re-colonizados: El estado como terreno para la lucha

El punto de partida para cualquier discusión sobre los estados del TercerMundo (ETM) es histórico -la mayor parte de los ETM desarrollaron políticas socioeconómicas contrarias a las directrices del FMI y del BM durante el periodo 1945-1975. La razón básica tenía poco que ver con la existencia o no de la URSS. La razón principal eran las clases sociales, las alianzas políticas y la ideología que dirigió la política de los ETM y las presiones de los movimientos de masas. Durante este período de 30 años los estados imperialistas, específicamente USA, presionaron a los ETM para lograr la liberalización de sus economías, la privatización de empresas públicas, etc. La mayor parte de los ETM resistieron ante estas presiones imperialistas (ahora bautizadas como 'globalización'). Dos cambios básicos tuvieron lugar y alteraron este escenario: los poderes imperialistas dirigidos por USA lanzaron una ofensiva militar, utilizando fuerzas mercenarias en el sur de África, América central y del sur y Asia para destruir las economías y derribar a los regímenes nacionalistas y socialistas que rechazaron el programa liberal. El segundo cambio fue la ascendencia en el Tercer Mundo de una nueva clase capitalista transnacional (CCT) (incluyendo altos funcionarios políticos) ligada a circuitos financieros internacionales, con cuentas de banco e inversiones en el extranjero e involucrada de forma importante en el mercado de exportación. Esta CCT, compartiendo el programa neoliberal de los poderes imperialistas, se convierte en la clase dominante en los ETM y procede a la implantación de políticas que conceden privilegios a los intereses de los poderes imperialistas. La interacción dinámica entre las CCT y los poderes imperialistas, produce lo que se conoce por error como globalización. Lo que realmente emerge es la re-colonización del Tercer Mundo vía el rol de pivote de las CCT en los países del Tercer Mundo.
Los ETM son descritos por los teóricos de la globalización como desprovistos de cualquier poder, sin los atributos de un estado e incapaces de resistir las fuerzas de la globalización. Existen algunos problemas con esta aproximación. En primer lugar, agrupa a todos los estados del Tercer Mundo en la misma categoría sin distinguir aquéllos que, en el pasado tuvieron atributos diferentes de los de los estados contemporáneos neo-coloniales. Segundo, no considera el hecho que los ETM fueron agentes activos en el desarrollo de políticas que facilitaron la liberalización de las economías. En tercer lugar, los teóricos de la globalización no pueden explicar las variaciones de la política de los ETM en relación a la agenda liberal de los poderes imperialistas. En cuarto, pasan por alto la importancia de la nueva clase, la CCT, que ha ganado ascendencia en el Estado e impulsa la agenda liberal. Quinto, los globalistas subestiman el alcance y profundidad de la intervención estatal en la economía y sociedad liberales, equiparando un estado débil con la ausencia de estado del bienestar. De hecho, el estado neo-colonial es tan activo, regulador e intervencionista como el populista o el estado del bienestar, pero su actividad, reglas e intervención se dirigen a servir los intereses de una clase diferente: el capital extranjero y la CCT.
Mientras los estados recolonizados (ER) actúan para servir los intereses de capitalistas extranjeros, banqueros y estados, requieren y retienen recursos sustanciales que permiten a los ER cumplir su misión. De hecho, sin un estado (recolonizado) fuerte los objetivos imperialistas estarían en peligro. La fuerza se mide en este contexto por la capacidad de los actores del estado y las instituciones para llevar a cabo importantes cambios estructurales y asegurar su estabilización contra la mayoría de movimientos sociales populares, sindicatos y partidos políticos. Mientras que el estado recolonizado aparece débil ante las demandas de las IFIs, es fuerte cuando traduce esas demandas en políticas nacionales. De hecho, el concepto de estado débil es de valor dudoso, puesto que el estado recolonizado comparte las políticas del estado imperialista y se compone de los socios de las EMNs -su propia CCT-y, por tanto, no puede ser concebido como capitulando ante las IFIs ni dominado por las llamadas "fuerzas globales".
La centralidad de los ER en la contrarrevolución liberal es evidente en varias áreas políticas interrelacionadas.

Privatización

Los ER en consulta con las IFI implementan su agenda liberal por medio de la privatización de empresas públicas estratégicas y lucrativas. La privatización requiere una intervención intensiva por parte del estado, incluyendo el establecimiento de alianzas políticas, represión de los sindicatos y/o el despido de trabajadores militantes, socializando las deudas de las empresas, asegurando el asesoramiento de bancos inversores extranjeros en la organización de la venta, interviniendo para asegurar que los compradores favorecidos tengan ventajas en la compra, y eliminando cualquier control de precios, cuando la empresa pública operaba con tarifas fijas.

Imposición de políticas de ajustes estructurales (PAE)

Esencialmente, el significado de PAE va mucho más allá de los términos económicos "ajuste" y "estructural". Se refiere a poder de clase, riqueza y control. En este caso, el ER es extremadamente importante y activo puesto que las PAE incluyen cambios en la propiedad (de público a privado, de capital nacional a capital extranjero), imponiendo impuestos regresivos (aumentar el IVA en lugar de impuestos progresivos al capital extranjero), reconcentrando ganancias y propiedad (políticas salariales regresivas, congelando los salarios mínimos, promocionando las industrias agrarias a expensas de los agricultores, etc.), reduciendo las barreras de aranceles (quiebra de los productores nacionales, permitiendo a las EMNs mayores acciones en mercados locales, etc.) reduciendo gastos sociales tanto sanitarios como de educación e incrementado los subsidios para las exportaciones. La PAE es una estrategia diseñada por y para la clase dirigente CCT y el capital exterior y en contra de la gran mayoría de los productores locales, trabajadores y agricultores. Incrementa la desigualdad y la pobreza. La implantación de las PAE requiere un estado fuerte dispuesto a resistir la oposición de la mayoría. Un estado ideológicamente comprometido, dispuesto a ocultar su rol histórico como entidad independiente y a rechazar la idea de la soberanía popular para así poder implantar políticas por vías autoritarias, por real decreto.
Quien habla de un régimen neoliberal habla de un estado poderoso que impone e implanta sus políticas.

Flexibilidad laboral

Éste es un eufemismo para la concentración del poder en las manos de los empresarios y de los ER. La llamada Reforma laboral y de las pensiones constituyen políticas que incrementan los poderes de los empresarios para contratar trabajadores en precario y despedirlos sin apenas indemnización. Representa la total sumisión del trabajo al capital . Los trabajadores no tienen derecho a negociar sus condiciones laborales, seguridad y condiciones sanitarias. Los contratos precarios no ofrecen a los trabajadores ninguna seguridad laboral puesto que el empleo está basado en contratos cortos sin vacaciones, pensiones, etc. La privatización de los fondos de pensión puso miles de millones de dólares en las manos de los inversores privados, que reciben exorbitantes comisiones y acceso a los fondos para especular y realizar fraudes, enriqueciendo a unos pocos y amenazando la pensión de jubilación de millones de personas. La implantación de una legislación laboral y de pensiones tan regresiva requiere un estado poderoso que pueda intervenir en contra de los sectores populares de la sociedad civil y reprimir y resistir las protestas de los sindicatos. Su ejecución requiere la consolidación del apoyo de la clase capitalista y asegurar la ayuda de las IFIs, que ya está disponible. Un estado débil no sería capaz de resistir las presiones de las clases populares; haría concesiones. Un estado fuerte puede ignorar las protestas y proceder a implantar una legislación laboral y de pensiones regresiva.
Examinando las políticas más importantes perseguidas por los ER, está claro que el alcance y profundidad de la intervención del estado es tan fuerte como siempre. La diferencia más importante se encuentra en la dirección socioeconómica del activismo y la intervención estatales: el neo-estatismo liberal conlleva la intervención para transferir riqueza y propiedad al capital privado, especialmente extranjero. El ER no ha desregulado la economía, ha establecido nuevas reglas para gobernar las políticas de ingresos, pensiones, relaciones laborales, políticas de importación-exportación, flujo de capital, etc. Las nuevas reglas, que favorecen a las CTT y el capital extranjero, requieren un nuevo régimen regulador, en el cual trabajo-capital populistas-nacionalistas sean reemplazados por representantes de la nueva clase dirigente liberal.
En el desmantelamiento del anterior régimen regulador y la economía social y en la construcción de las nuevas sociedades y economías liberales, el estado recolonizado juega un papel esencial activista e intervencionista, a pesar de operar bajo la dominación del estado imperial.

Por qué el estado juega un papel central

Los poderes imperialistas y las CCT del Tercer Mundo tienen una comprensión mucho más realista y pragmática de la centralidad del estado- ya sea imperial o recolonizado- que los llamados teóricos de la globalización que pretenden mantener posiciones de izquierdas. Mientras los publicistas de la clase dirigente lanzan su retórica globalizadora, en la práctica trabajan unidos en fortalecer y extender el poder del estado, porque es necesario para la expansión y la supervivencia de sus intereses. Existen varias razones por las cuales el estado continúa jugando un papel relevante en el mundo contemporáneo.

Volatilidad de los mercados

La economía del mundo actual está profundamente influenciada por los sectores financieros y por la actividad especulativa que es altamente volátil y requiere constantemente de la intervención estatal para evitar que las crisis financieras periódicas de regiones particulares se extiendan por toda la economía mundial. Los especuladores de los mercados financieros de los países imperialistas dependen altamente de los tipos de interés fijados por los bancos centrales. El colapso financiero y de los sistemas bancarios depende de la intervención del estado para "reestructurar" los malos créditos (pago a los acreedores con el dinero de los contribuyentes) como es el caso en Japón, Corea del Sur y Rusia. Las economías estancadas dependen de la intervención estatal para estimular su crecimiento como en Japón y China. El número de ejemplos se podría multiplicar, pero la idea esencial es que el incremento de movimientos del capital especulativo ha aumentado el papel del estado para tratar de estabilizar la anarquía del mercado, con cualesquiera recursos que puedan ser movilizados desde dondequiera que estén disponibles, pero especialmente por la vía de añadir cargas a los contribuyentes de ingresos bajos.

Desregulación financiera

El decremento del control del estado sobre las transacciones financieras ha incrementado el papel de la intervención del estado para en la superación de crisis a caballo de sistemas financieros y empresa, como fue el caso en las crisis de Ahorros y Créditos en los USA. La falta de controles sobre el capital y el libre cambio ha permitido la especulación en las monedas y las masivas huidas de capital en tiempos de pánico. El estado ha intervenido manteniendo las monedas o dejándolas flotar y/o dificultando los créditos con incrementos de los tipos de interés. La frecuencia y la creciente intensidad de las crisis ha transformado el papel del estado desde policía a bombero -apagando el fuego de las conflagraciones financieras.

Competencia inter-imperialista

Los estados imperialistas han tomado parte creciente en la lucha por las acciones de los mercados, cada uno defendiendo sus propias EMNs. Los estados recolonizados participan activamente en promover proyectos conjuntos entre sus empresas transnacionales y EMNs. Los estados imperialistas han negociado cuotas en las importaciones, llevado competidores a la OMC, organizado boicots, etc. para fortalecer sus EMNs a expensas de sus rivales. El estado imperialista estadounidense ha luchado para sus exportadores ganaderos contra la UE, amenazando con boicots y medidas de represalia; ha limitado las importaciones de productos agrícolas, del azúcar producido en países tropicales -en una palabra, la competencia entre EMNs nacionales se ha convertido en conflictos entre estados, en los cuales los estados se convierten finalmente en los árbitros. Considerando los mercados menguantes y la recesión creciente de 2001, podemos esperar mayor intervención estatal y más políticas proteccionistas.

El alcance y la profundidad de las transformaciones

Ninguna EMN (o grupo de ellas) ha tenido, por sí misma, el poder y la autoridad para transformar la economía y estructuras sociales que permiten al capital circular masivamente en los mercados exteriores. El estado ha creado un caparazón dentro del cual el capital fluye y ha establecido las reglas del juego que guían la expansión exterior. Dada la fragilidad de estas estructuras el estado debe involucrarse continuamente para salvar el capital y sostener regímenes recolonizados.

Apoyando las IFIs

Como las IFIs dependen directamente de los estados imperialistas por lo que respecta a sus líderes, programas y prioridades, el apoyo de los estados imperialistas es esencial para permitir a las IFIs continuar interviniendo en los estados re-colonizados. La subvención de las IFIs depende de los estados imperialistas, sin los cuales no podrían tener ninguna influencia ni ninguna autoridad para forzar sus prescripciones. Si consideramos hasta qué punto las IFIs sirven para enlazar los estados imperialistas con los recolonizados, su posición como centro de poder se basa en el poder derivado de los centros imperialistas. Por estas razones, el estado continúa y continuará siendo esencial en la economía política mundial. Lejos de ser un poder residual derivado del pasado, la relevancia continua del estado forma parte estructural del sistema imperialista actual.

Conclusión

Las teorías derivadas del paradigma de la globalización no aciertan a explicar el papel central que el estado juega en las economías políticas del mundo actual. Igualmente, la idea de un sistema imperialista no tiene sentido a menos que entendamos las actividades de los estados imperialistas y la multiplicidad de papeles que juegan en la apertura de mercados para la expansión de sus EMNs.
El aspecto teórico fundamental es que la actual configuración de poder en la economía mundial no está basada en una "ausencia de estados" o en "corporaciones globales" sino en EMNs que colaboran íntimamente con sus estados imperialistas. Las IFIs, como el BM y el FMI no conforman un nuevo estado global sino que derivan su poder y subvenciones de los estados imperialistas. El imperialismo y la no globalización son los conceptos clave para entender los conflictos interestatales y la competencia entre las empresas. Los estados imperialistas y las EMNs no son polos opuestos. Son sinergias entre el neo-estatalismo y el neoliberalismo. En el mundo actual, en contra de la ideología neoliberal del libre mercado, los estrategas políticos tanto de los estados imperialistas como de los recolonizados eligen a los ganadores y a los perdedores a través de incentivos, subsidios, y tarifas. El resultado es la expansión de las grandes agrupaciones capitalistas y la caída de las empresas pequeñas y medianas y también de las grandes que no mantienen vínculos con el régimen.
El debate entre los economistas burgueses es si la intervención a gran escala y a largo plazo y las ayudas a las EMNs es un "riesgo moral", es decir, si el conocimiento por parte de los directores de las corporaciones de que el estado subvencionará las pérdidas estimula un comportamiento de "especulación imprudente". Los economistas de la Nueva Economía dejan en un segundo plano su ideología del libre mercado cuando se enfrentan con una crisis y miran hacia el estado en busca de recursos financieros que les pongan a salvo de la bancarrota. Por otra parte, los neo-liberales fundamentalistas argumentan que los beneficios se ganan en base a los riesgos en las inversiones y, por tanto, si el estado elimina el riesgo, socava la colocación eficiente de recursos por parte del mercado y promueve la especulación destructiva.
El problema básico con la teoría de la globalización es que mira al epifenómeno -la expansión de las corporaciones nacionales en el exterior y no acierta a considerar sus vínculos con los cuarteles generales de estas corporaciones. Las EMNs compran y venden globalmente pero sus decisiones estratégicas en relación a la tecnología y a las inversiones están controladas por los cuarteles generales nacionales en su estado imperialista. Multinacional en forma pero nacional en contenido -particularmente cuando analizamos los íntimos lazos entre las sedes de las EMNs y los altos cargos de los estados imperialistas.
La afirmación de los globalistas de un nuevo "régimen global" basada en la supremacía de las IFIs está basada en la extrapolación superficial de las actividades del FMI y del BM desde las redes de los grandes estados imperialistas de las que ellos forman un punto subordinado. Como resultado, las teorías globalizadoras inflan el poder de las IFIs y desinflan los poderes de los estados -particularmente de los estados imperialistas.
Los globalistas mezclan sus errores más allá confundiendo un desplazamiento en el activismo del estado desde el estado del bienestar a los subsidios a las empresas por un "menor peso del estado" o un "debilitamiento del estado". Como hemos demostrado, el estado recolonizado es muy activo, intervencionista y fuerte en la implantación de la agenda neo-liberal. Al negar la importancia del "estado" porque el estado del bienestar ha sido eclipsado por el estado neoliberal, los globalistas ocultan uno de los más importantes terrenos de lucha.
Tal como hemos argumentado, el estado retiene potencialmente grandes recursos, capacidad y una posición estratégica entre los productores y la economía mundial. La cuestión pues, se convierte no tanto en la globalización de la lucha como en la transformación de la naturaleza del estado, reconfigurando su relación con las EMNs y las CCT: esto significa que la lucha de clase dentro de la nación por el poder del estado es esencial en lo que respecta a asegurar los recursos económicos -centros de investigación tecnológica, medios de producción, tierra -para redistribuir la riqueza y restablecer los mercados nacionales. Las múltiples y profundas actividades que los estados imperialistas y recolonizados realizan para las EMNs y CCTs indica que se trata de un lugar de recursos, poder y actividades que pueden transformar y mejorar las vidas de los trabajadores si se obra una revolución. La ideología de reducción o desaparición del estado en una maniobra de desorientación imperialista diseñada para desviar los movimientos populares hacia instituciones secundarias que reciben su poder del estado.
El internacionalismo de los globalistas de la izquierda está basado en eventos -reuniones del FMI, BM, etc. donde un gran conglomerado de grupos se encuentran, protestan y se dispersan. Aunque el valor publicitario es bueno, estas actividades no ponen en peligro los fundamentos del estado y las estructuras del poder imperial y neo-colonial.
El internacionalismo es fuerte sólo en la medida que los movimientos políticos nacionales son poderosos, donde las clases oprimidas tienen poder estatal y pueden intervenir en apoyo de sus camaradas en el extranjero. Los movimientos nacionales fuertes construyen una solidaridad internacional poderosa.