Censura en 'El Periódico de Cataluña'
De cómo un texto de Noam Chomsky puede
llegar a ocultar tanta información
José Daniel Fierro
Rebelión
No es la primera vez que pasa. Y por lo que se ve hay periódicos que le
encuentran el gusto a ir recortando los artículos de Noam Chomsky, obviamente
sin su permiso y sin advertencia a los desprevenidos lectores.
Si el mes pasado fue el periódico argentino Clarín el que amputó dos
terceras partes de un texto del intelectual norteamericano (Noam Chomsky
contradice a su entrevistadora), el pasado 11 de diciembre fue El Periódico
de Cataluña quien metió la tijera, ahí donde la línea editorial creyó ver el
peligro.
Para un medio de comunicación del régimen siempre es interesante contar -como
hace El Periódico- con la firma de algún pensador ‘disidente’, que
legitime regularmente con su presencia lo que el medio se encarga de
reivindicar en esencia diariamente.
Clarín no tuvo ningún compromiso con sus lectores para tener que ofrecer
una explicación por su forma de actuar. El Periódico, muy probablemente,
tampoco sentirá apuro en dejar pasar la cosa. Podría alegar que el artículo era
demasiado largo para su edición impresa, pero ¿por qué no salió íntegro en la
versión digital? ¿y por qué no se avisó a los lectores? Además, el periódico
mexicano La Jornada –también en papel- sí que pudo reproducirlo íntegro
[1].
Pero veamos con detalle qué omisiones conscientes realiza El Periódico
(cito en negrita los párrafos de texto ‘recortados’), que comienza
cambiando el título del artículo y, que tras un inicio en el que Chomsky
describe el "programa, impulsado por el presidente de Venezuela Hugo Chávez,
para vender combustible de calefacción con descuento a las comunidades pobres de
Boston y el sur del Bronx", suprime los dos siguientes párrafos:
El acuerdo se concretó después que un grupo de senadores estadounidenses
envió una carta a las nueve petroleras más importantes pidiéndoles que donaran
una porción de sus recientes ganancias récord para ayudar a los residentes
pobres a cubrir sus gastos de calefacción. La única respuesta provino de CITGO.
En Estados Unidos, los comentarios del acuerdo se formulan a regañadientes.
Algunos dicen que Chávez, quien ha acusado a la administración de George W. Bush
de intentar derrocar a su gobierno, está animado por fines políticos a
diferencia, por ejemplo, de los programas de pura ayuda humanitaria de la
Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos.
Retomando el hilo con: "El combustible ofrecido por Chávez es uno más de los
muchos desafíos a los estrategas de Washington que surgen en América Latina".
De ese modo, para los lectores del rotativo catalán la venta de petróleo
venezolano más parece una bravata de Hugo Chávez, que el compromiso de un
acuerdo institucional. Cómo si la circunstancia que motivó la iniciativa del
grupo de senadores no tuviera ninguna importancia, y tampoco fuera relevante la
usura de las nueve petroleras norteamericanas. Al parecer, al periódico tampoco
le agrada la acusación de Chávez al gobierno de Washington ni la comparación
entre la ayuda venezolana, destinada a residentes pobres de barrios marginales,
y la de la AID, distribuida entre quienes organizaron el golpe de estado en
Venezuela en 2002 o "adiestrando" a 600 líderes políticos haitianos que habrían
de ocupar el gobierno tras el derrocamiento de Jean Bertrand Aristide, en 2004,
patrocinado por los EE.UU. Y esto sólo por citar dos ejemplos del negro
historial de esta "agencia humanitaria".
Noam Chomsky pasa a relatar, a continuación, el descontento en Latinoamérica
contra Bush, ahora que proliferan los gobiernos de centroizquierda.
Inclusive en Centroamérica, que todavía sufre los efectos de la "guerra al
terror" del presidente Ronald Reagan, apenas si se puede mantener la tapa
cerrada.
Y también debido al activo movimiento indígena, fundamentalmente en Bolivia y
Ecuador.
En este punto El Periódico, retirando la referencia a la política
terrorista en Centroamérica de la administración estadounidense, presenta la
oposición a Bush como una cosa de rojos e indios, y donde la política imperial
parece no tener nada que ver.
Del mismo modo, cuando Chomsky recuerda que en 2002 Washington apoyó un golpe
militar contra Hugo Chávez y que "Después tuvo que dar marcha atrás.
debido a la oposición al golpe en Venezuela y en toda América Latina".
El Periódico, quitando la mitad de la frase, parece querer indicar que
ese cambio de actitud del gobierno estadounidense fue una decisión propia, sin
influencia externa.
De Cuba mejor no hablar -debieron pensar los censores-. Y pese a que aceptaron
la publicación de que, en las relaciones entre Venezuela y Cuba, "Venezuela
provee petróleo a bajo precio mientras Cuba organiza programas de alfabetización
y salud y envía miles de maestros y médicos", no quisieron reconocer de éstos
que, como en otras partes, trabajan en las áreas más pobres, que habían sido
previamente descuidadas.
Cualquier cosa antes que aceptar la abnegación y el sacrificio de los
trabajadores cubanos, desplazados a un país que no es el suyo, dispuestos a
llevar a cabo tareas que hasta ahora nadie había querido realizar y en
condiciones extremadamente duras para cualquiera, pero sobre todo –recordemos-
para doctores y licenciados universitarios que, en cualquier país de
Latinoamérica, podrían vivir sin ninguna carencia ni limitación. Y otro
‘recorte’ para el siguiente párrafo:
Los proyectos conjuntos de Cuba y Venezuela también están teniendo impacto
considerable en otros países del Caribe, donde, bajo un programa llamado
Operación Milagro, médicos cubanos proveen atención a personas que no tenían
esperanzas de recibirla, con fondos proporcionados por Venezuela.
Si por El Periódico fuera la Operación Milagro iría al más oscuro
de los rincones. Pues con tal de no hablar de ella se mutila el texto que haga
falta. Si hay una labor propagandística, concienzuda y minuciosamente estudiada,
es el silenciamiento total y absoluto en toda la prensa occidental sobre el
proyecto quirúrgico entre Cuba y Venezuela. Probablemente uno de los programas
médicos más importantes (si no el que más) llevados a cabo nunca en
Latinoamérica. A través del cual ya han sido operados más de 170 mil personas de
enfermedades de la vista y se espera que este año sean intervenidas más de 200
mil de todo el continente. Personas sin medios económicos que son trasladadas a
Cuba (Venezuela paga los gastos de transporte) para recibir el tratamiento
necesario (del cual se hacen cargo en la isla). Un ejemplo -digno de ser escrito
en los libros de historia- que cualquier país desarrollado no tendría mayor
dificultad para llevar a cabo, pero que en manos de Cuba y de Venezuela se
convierte en un acto que debe ser proscrito hasta de las páginas de los
periódicos. Así es el capitalismo: Operación Triunfo sí, Operación
Milagro no.
Continúa Noam Chomsky desgranando la situación de Venezuela, insistiendo en la
limpieza de las victorias electorales de Hugo Chávez, y en que "pese a la
hostilidad de los medios de comunicación" el apoyo al Gobierno ha aumentado
durante estos años. Lo siguiente es ya –en El Periódico- una cita incompleta:
"En Venezuela, donde la economía del petróleo ha producido una élite de
supermillonarios, una cuarta parte de quienes tienen menos de 15 años están
hambrientos, por ejemplo, y el 60% de la gente por encima de los 59 años carece
de todo ingreso. Menos del 5% de la población goza de la Seguridad Social.
Solamente ahora, bajo el presidente Chávez, la medicina ha comenzado a ser algo
real para una mayoría de pobres en la rica pero profundamente dividida sociedad
venezolana"
(...) Desde que llegó al poder en elecciones democráticas y empezó a
transformar el sector de salud y de asistencia social que ha satisfecho tan mal
a la población en masa, el progreso ha sido lento, pero perceptible...".
Los datos negativos bien se pueden ofrecer, aun teniendo en cuenta que estos
constituyen la dramática herencia de 40 años de corrupción continuada y
generalizada hasta en el último eslabón del Estado. Pero ¿cómo decir que pese a
todo la revolución avanza? [2]
Y por último, un detalle menor, pero que también da la medida del nivel de
sumisión intelectual de El Periódico.
Cuando al finalizar el artículo, Noam Chomsky dice que: "Las dificultades de
Estados Unidos en las Américas se extienden tanto al Norte como al Sur.
Por razones obvias, Washington ha intentado confiar más en Canadá, Venezuela
y otras fuentes de petróleo que no correspondan a Medio Oriente.
Las relaciones de Canadá son más tirantes de lo que nunca lo han sido antes como
resultado, entre otros asuntos, del rechazo de Washington a las decisiones del
Tratado de Libre Comercio de América del Norte que favorecen a Canadá", está
apuntando al infructuoso intento de los EE.UU. por conseguir aprovisionarse de
petróleo en sus inmediaciones. Es, de alguna manera, una crítica a su
‘diplomacia de las cañoneras’ y a sus ‘negociaciones’ de matón de barrio.
Sin esa frase, queda clara la postura arrogante y amenazante (para todos de
sobra conocida) de la administración Bush y los problemas que de ella se
derivan. Pero se evita tener que reconocer una grave limitación del gobierno de
Washington, y es su imposibilidad para entender que cada país tiene derecho a
defender su soberanía nacional. Esa frase evidencia la más completa impotencia
para conseguir algo sin tener que recurrir a la fuerza bruta, al chantaje o a la
coacción. Y eso es algo que El Periódico de Cataluña no se puede permitir
publicar, aunque para ello tenga que mutilar un artículo de Noam Chomsky.
Notas:
[1] Ver artículo completo: (El petróleo de Venezuela y las chimeneas de
Massachussets)
[2] "Los niveles de corrupción alcanzaron dimensiones inauditas. Mientras
recorríamos de noche las calles de Caracas, Hugo Chávez me decía que Venezuela
había recibido, desde 1960 hasta 1998, en ingresos de divisas por venta de
petróleo, el equivalente de unos 15 planes Marshall. 'Con un único Plan Marshall',
me decía Chávez, 'se pudo reconstruir toda Europa destruida por la Segunda
Guerra Mundial. Y con 15 planes Marshall, en Venezuela, sólo se ha conseguido
que unos cuantos corruptos hayan amasado algunas de la mayores fortunas del
mundo, mientras la mayoría de la población yace en la miseria'". Ignacio Ramonet
La conspiración contra Chávez