¿Quién va a hacerse cargo del mundo, y cómo? (IV Parte)
Recientemente se hicieron públicos documentos que revelan como reaccionan los
Estados Unidos ante un pequeño sistema de Misil Anti Balístico desplegado
alrdedor de Moscú en 1968. En una ocasión los Estados Unidos tuvieron en el
objetivo las instalaciones del radar y el sistema. con armas nucleares.
Se espera que los planes actuales estadounidenses provoquen una similar
respuesta rusa, aunque ahora en una escla mucho mayor. Se espera que China
reaccione del mismo modo, tal vez aún más, ya que un sistema de defensa mediante
misiles socavaría la credibilidad de sus muy limitados factores disuasivos
actuales. Que pudieran tener un efecto de agitación como ondas: India
reaccionará hacia la expansión las armas estratégicas ofensivas Chinas, Pakistan
hacia la expansión de la India, y tal vez más allá. Tales perspectivas se
discuten y son objeto de verdadera preocupación.
Sin discusión, al menos en los Estados Unidos de América, existe la amenaza de
Asia Occidental. Las capacidades nucleares de Israel, incrementado con otras
armas de destrucción masiva, son consideradas como "peligrosas en extremo" por
el antiguo jefe del Comando Estratégico de los Estados Unidos (STRATCOM),
General Lee Butler, no sólo por la amenaza en sí que representan, sino también
porque estimulan la proliferación como respuesta. La administración bush está
ahora aumentando dicha amenaza. Los analistas militares israelitas alegan que
sus fuerzas aéreas y blindadas son mayores y tecnologicamente más avanzadas que
aquellas de cualquier potencia de la OTAN (aparte de la de los Estados Unidos),
no porque este pequeño país sea poderoso en sí mismo, sino porque sirve
virtualmente como base militar y centro de alta tecnología fuera de las costas
estadounidenses.
Este país está enviando ahora Israel más de 100 de sus más avanzados bombaderos
a reacción F-16I, muy claramente anunciados como capaces de volar hasta Irán y
regresar, y como una versión actualizada de F-16 empleados por Israel para
bombardear el reactor nuclear iraquí en 1981. Al momento se supo que el reactor
bombardeado no tenía capacidad real de producir armas nucleares. Más tarde,
pruebas de científicos iraquíes quienes escaparon hacia occidente revelaron que
el bombardeo israelita no había retardado el programa de armas nucleares de
Saddam, pero había iniciado el familiar ciclo de violencia. La prensa israelita
informa (solamente en hebreo) que los Estados Unidos están enviando a la fuerza
aérea israelita "`armamentos especiales".
Es probable que la inteligencia iraní, a cuyos oídos están presumiblemente están
dirigidos tales informes, efectúa un análisis peor del caso, y suponga que los
mismos puedan ser cabezas nucleares para los bombarderos israelitas. Quizás
estos movimientos bien visibles estén concebidos para incitar alguna acción
iraní que sirva como pretexto para un ataque, tal vez para anunciar ruidosamente
quien lleva el liderazgo, contribuyendo así a un conflicto interno y al caos.
Cualquiera que fuese el objetivo, las probables consecuencias no resultan
atractivas.
Resulta familiar el colapso de los pretextos para invadir Irak. Pero se le ha
prestado insuficiente atención a la consecuencia más importante de los pretextos
esgrimidos por el binomio Bush-Blair pretextos: Abrir las rejas para la
agresión. La necesidad de establecer lazos con el terror fue tranquilamente
abandonada. Lo que es más importante, la administración Bush -Powell, Rice, y
otros -- ahora declaran el derecho de atacar a un país aunque éste no posea
armas de destrucción masiva ni programas para desarrollarlas, pero que tenga el
"intento y la capacidad" de hacerlo. Casi cualquier país tiene la "capacidad" de
desarrollar armas de destrucción masivas, e intentarlo está en el punto de vista
del espectador. Lo que viene a continuación es que virtualmente cualquiera puede
ser objeto de un ataque devastador sin mediar pretexto alguno-
Existe una partícula de prueba (aparente) que aún permanece en el apoyo de la
invasión : Se derrocó realmente Saddam Hussein, un que puede ser bien recibido
sin hipocresía por aquellos quienes se oponían vigorosamente al apoyo brindado
por Estados Unidos y el Reino Unido durante sus peores crímenes, incluyendo el
aplastamiento de la rebelión chíita que pudo haberlo derrocado en 1991, por
razones que fueron francamente explicadas en la prensa nacional de entonces,
pero que en la actualidad se mantiene fuera de la vista pública.
El fin del gobierno de Saddam fue uno de los dos "cambios de régimen"
bienvenidos. El otro fue el fin formal del régimen de sanciones, el cual mató a
miles de personas, devastó a la sociedad civil iraquí, reforzó la tiranía y
forzó a la población a confiar en él para sobrevivir. Es por estas razones que
respetados diplomáticos internacionales Denis Halliday y Hans von Sponeck,
quienes administraban los programas "petróleo por alimentos" de la ONU,
renunciaron como protesta por lo que Halliday llamó el régimen de sanciones "genocidas".
Ellos son los occidentales que mejor conocían a Irak, y tenían acceso a
información regular de investigadores a través de todo el país. Pese a que las
sanciones fueron administradas por la ONU, su carácter cruel y salvaje fue
dictado por los Estados Unidos y su subordinado británico. El fin de este
régimen resulta un aspecto muy positivo de la invasión. Pero todo aquello pudo
haber sido hecho sin invasión alguna.
Halliday y von Sponeck habían argumentado que si las sanciones hubiesen estado
redirigidas a evitar el programa de armamentos, entonces la población de Irak le
hubiera podido enviar a Saddam Hussein al mismo destino que a otros criminales
pandilleros apoyados por los actuales titulares en Washington y sus aliados
británicos: Ceausescu, Suharto, Marcos, Duvalier, Chun, Mobutu.... – una lista
impresionante, muchos de ellos comparables a Saddam, a la cual se añaden
diariamente nuevos nombres por los mismos dirigentes occidentales. De ser así,
ambos regímenes asesinos pudieron haber concluido sin invasión. Las encuestas de
postguerra, tal como aquellas del Grupo de Encuestas Wasington sobre Irak
encabezadas por David Kay, le dan más peso a estas creencias de como el nada
firme control de Saddam sobre el país estaba en sus últimos años.
Podemos tener nuestros propios juicios subjetivos al respecto, pero son
irrelevantes. A menos que la población tenga la oportunidad de derrocar a un
brutal tirano, tal y como hicieron en el caso de otros miembros de la Galería de
Bribones apoyada por Estados Unidos de América y el Reino Unido, no existe
justificación para recurrir a una fuerza foránea para hacerlo. Estas
consideraciones solas bastan para eliminar la partícula de verdad que pudiera
las nuevas doctrinas inventadas tras el colapso de los pretextos oficiales.
También existen otras razones, algunas discutidas en la introducción al informe
anual correspondiente al año 2004 emitido por Kenneth Roth, director ejecutivo
de Human Rights Watch.
Volviendo a la doctrina mejorada de la invasión pretexto, las capacidades de
llevar adelante los planes están siendo magnificados por los nuevos programas
militares. Un programa principal, anunciado poco después de lo emitido por el
NSS ( ¿National Security System?.- Ver N del Tr. al principio) está pensado para
avanzar del "control del espacio" para propósitos militares – el Programa
Clinton - a la "propiedad del espacio," lo cual significa "compromiso
instantáneo en cualquier parte en el mundo." Esta puesta en práctica del NSS
pone a cualquier parte del mundo en riesgo de destrucción instantánea, gracias a
la sofisticada vigilancia global y el letal armamento en el espacio.
Las agencias de inteligencia mundial pueden leer el AIR FORCE SPACE COMMAND
STRATEGIC MASTER PLAN, (PLAN MAESTRO DEL COMANDO ESPACIAL ESTRATÉGICO DE LA
FUERZA AÉREA) el cual he estado citando, tan facilmente como he podido. Y
sacarán sus conclusiones apropiadas, aumentando el riesgo para todos nosotros.
Debemos rememorar aquella historia – incluyendo la historia actual – que ofrece
muchos ejemplos de líderes que conscientemente magnificaron amenazas muy serias
en búsqueda estrechos intereses de poder. No obstante, en la actualidad, los
retos son mucho más elevados.
El colapso de los pretextos para la invasión condujo a otra nueva doctrina: la
guerra en Irak fue inspirada por la "visión mesiánica" del Presidente- como se
le conoce en la élite de los medios liberales – para llevar la democracia a
Irak, al Medio Oriente y al mundo. El Presidente afirmó dicha visión en un
discurso el pasado noviembre.
La reacción oscilaba desde la reverencia temerosa hasta la crítica, la cual
elogiaba la "nobleza" y la "generosidad" de la visión mesiánica, pero advertía
que misma podía ir más allá de nuestros recursos: demasiado costosa, los
beneficiarios son muy retrógrados, otros pueden no compartir nuestra nobleza y
altruismo. Que este es el motivo para la invasión es una simple presuposición de
los informes noticiosos y de los comentarios. La actitud de adoración se
extiende a Inglaterra, donde, por ejemplo, "The Economist" informa que la misión
estadounidense" de convertir a Irak en "un ejemplo inspirador [de democracia]
para sus vecinos" está confrontando problemas.
Resulta un ejercicio útil la búsqueda de pruebas, o evidencias, de que la
invasión fue inspirada por la visión mesiánica. Uno descubrirá que las pruebas
se reducen al hecho de que nuestro líder proclamó la doctrina, por lo tanto,
sencillamente no hay duda sobre la veracidad – aunque sabemos perfectamente que
tales profesiones de noble intento no portan información porque son
completamente pronosticables, incluyendo a los peores monstruos. Y en este caso,
la aceptación sin preguntas de la "visión" confronta una dificultad agregada: es
necesario suprimir el hecho de que el visionario está con eso autodeclarándose
ser el mentiroso más impresionante, desde el momento en que movilizó al país
para la guerra la "única pregunta" fue si Irak se desarmaría. De existir una
excepción a esta reacción de ciega aceptación en la corriente principal de los
informes y los comentarios, aún no la he encontrado.
Para ser más preciso, encontré una excepción. Unos pocos días después que el
Presidente reveló su visión mesiánica muchos aclamaron con temor reverencial. El
Washington Post publicó los resultados de una encuesta librada por los Estados
Unidos en Bagdad, en la cual a la población se le preguntó por qué pensaron que
los Estados Unidos invadieron a Irak. Algunos estuvieron de acuerdo con la casi
unánime opinión articulada entre los invasores (incluyendo a los críticos de la
corriente principal) de que el objetivo era llevar la democracia : 1% ; que el
objetivo era ayudar a los iraquíes 5%. Ya he mencionado las opiniones de la
mayoría del resto: los motivos se dispersan en círculos políticos, tales como
"teoría de la conspiración" o algún otro equivalente intelectual de las palabras
de cuatro letras empleadas por las clases menos elevadas.