Pueblos Originarios |
Habla Héctor Llaitul en huelga de hambre en la Cárcel El Manzano de Concepción
"Nuestra fuerza –nehuen- nos alimenta y nos dará la libertad"
Lucía Sepúlveda Ruiz
www.periodismosanador.blogspot.com
A la entrada de la cárcel de El Manzano, una señora bajita espera con paciencia
su ingreso al penal. Pronto será mediodía, pero ella llegó en la madrugada desde
Osorno. En el Instituto Médico Legal, unos 250 metros más allá, un padre,
también mapuche, inicia una larga y dolorosa espera por el cuerpo de su hijo de
19 años, Richard Ñegüey, que se suicidó tres días después de asistir a la
apertura del juicio oral en Cañete, donde se les juzgaría a ambos, y a otros 20
comuneros. La señora mapuche no viene desde una comunidad porque ella, la madre
de Héctor Llaitul, uno de los cinco presos políticos mapuche en huelga de hambre
en ese penal, no tiene tierra y ha debido trabajar con su marido toda su vida en
la ciudad. La fiscalía espera que Llaitul pase 103 años presos, eso es lo que
demanda en la acusación al tribunal. Antes de abrazar a su hijo cuando llega del
control de peso que realiza gendarmería, la señora me dice: "Yo lo que más hago
es darle mi apoyo y lo haré mientras pueda y mientras viva". Héctor ha perdido
más de 17 kilos en 52 días de ayuno, tomando sólo agua y mate. Un total de 34
presos políticos mapuche están en huelga al 2 de septiembre, y dos de ellos son
menores. Todos demandan un juicio justo y el fin de la ley antiterrorista. El
pasado 23 de agosto en El Manzano los cinco estaban animados con las visitas de
familiares y ellos mismos cebaron el mate para las visitas. Héctor atendió a su
madre y luego se dispuso a responder.
¿Qué pueden conseguir con esta acción, que puede verse desde fuera como
desesperada? No conozco otros casos en que vayan a declarar en su mismo juicio
presos políticos en huelga de hambre, como está ocurriendo aquí.
Pareciera contradictorio, pero nosotros buscamos oxigenación para seguir
luchando. Nos alimentamos de nehuen, de fuerza. Nos gusta mucho que la
gente - y no sólo los mapuche - se movilice. Además, uno no es imprescindible.
La moral es fuerte y la consecuencia importa harto. Nos da mucha fuerza saber
que nuestra gente nos reivindica como sus presos, como sus weichafe. Lo
que no nos gusta es el inmovilismo, la falta de conciencia. Buscamos el fin de
los procesamientos por ley antiterrorista, y dos huelguistas han salido libres
desde el inicio de la huelga. Los jueces y el poder político se sienten
presionados. Si no pasara nada, el poder no se enteraría de nada… Pueden tener
mil presos en el país, y nada. Pero con la huelga de hambre, hay un efecto
nacional e internacional . Estamos logrando algo, en el juicio esperamos tener
más logros. Se van a desvirtuar las acusaciones. Va a quedar claro que sólo hay
montajes, y la gente va a salir mejor parada, vamos a lograr libertad al máximo.
Cuántas libertades logremos, dependerá de nuestra fuerza. Pero no vamos más
todos a la prisión.
¿Qué analogía hacen respecto de la situación de los mineros?
Los mineros al principio, no tenían cómo salir del entierro en el socavón. Y
nosotros, ¿cómo podemos salir del encierro si entramos con los dos procesos
encima, por la justicia civil y la militar? ¿Quién podrá afirmar lo contrario,
que no somos violentos, cuando existe una campaña mediática compacta y uniforme,
como la que enfrentamos? La televisión es tendenciosa. Los fiscales dicen lo
preciso y los medios les dan cobertura. El silencio que guardaron frente a la
huelga, es porque no les conviene hablar de los presos. Los testigos sin rostro
que declaran contra nosotros reciben un pago del Estado, del Ministerio público,
para que haya menos cuestionamiento que cuando lo hacían directamente los
propietarios de predios, por ejemplo Osvaldo Carvajal, en el sector del lago
LleuLleu. Nos sentimos muy bien cuando la gente se moviliza a pesar de esa
tremenda campaña. En el juicio en Temuco, van a tener como testigos protegidos
hasta a policías colombianos, de la CIA, ya el juicio es a escala
latinoamericana o global.
A ustedes los acusan de realizar acciones violentas. ¿Por qué han escogido
esas formas de lucha?
Aquí no hay ningún instrumento político que se pueda usar para pelear. No
estaríamos presos en un gobierno como el de Venezuela. Si estuviéramos allá,
seríamos miembros del parlamento venezolano. En el parlamento chavista los
indígenas pelean con la oligarquía y también con los sectores reformistas,
unidos a los revolucionarios. La lucha política está dada por los instrumentos
con que se cuenta. En cambio el mapuche sigue viviendo la invasión, está bajo
una dictadura militar. Hasta hoy no salimos de la ocupación ancestral de nuestro
territorio por sucesivos Estados. Arrastramos históricamente la dominación.
Estamos en miserables tierras bajo una legislación de ocupación. La posibilidad
que el Estado ofrece de recuperar tierras es si hay título de merced, los cuales
fueron concedidos después de la ocupación, por una mínima parte del territorio.
Pero toda la tierra ancestral que se recupere, es considerada ilegal. El Estado
no nos ha consultado ni antes ni ahora sobre nada; han resuelto el tema dentro
de su estructura material, ideológica y cultural. Nuestra lucha mapuche apunta a
sentar las bases para crear una propuesta de liberación nacional. Va ahí recién,
en la creación de esas bases. Y eso pasa por darle un sustento político
ideológico muy coherente a contenidos tan profundos como la demanda de
territorio y autonomía , demandas que son la garantía final de los planteos
históricos de nuestro pueblo. Esos son los ejes fundamentales para la
reconstrucción de una nación.
¿Cómo relacionan las luchas de hoy con la historia de su pueblo?
Algunos historiadores dicen que no hubo una dirección común en la lucha. Pero ¿y
qué nos dicen de Pelantaro? (jefe de la rebelión mapuche de 1598) Lo que él y
sus guerreros lograron fue parte de una acumulación de fuerzas de un pueblo en
lucha, una concatenación de cosas. Las acciones de resistencia se van
desarrollando sobre la base de una construcción. De otro modo, lo que hay es el
seguidismo de las políticas corto placistas y de genocidio del Estado.
¿Y qué pasa si ustedes hablan en público sobre estas luchas?
En mi caso, no soy de andar apareciendo en público, lo mío es el trabajo en
terreno, en la comunidad. Pero me invitaron los jóvenes, después que quedé libre
en otro juicio en 2008. Una de las acusaciones que yo enfrento en el proceso es
haber hecho una exposición de dos horas ante estudiantes de la Universidad de la
Frontera sobre la lucha del pueblo en su arista de resistencia, insisto, sobre
la lucha de un pueblo, no de un grupo afiebrado. Todos aquí somos indígenas de
tomo y lomo. Somos producto de una realidad de pisos de tierra y padres
alcoholizados. Ellos dan el salto porque hay convicciones y dignidad. Todos los
presos son comuneros y su proyecto de lucha que arranca desde la comunidad.
¿Sólo consideran válidas las acciones de recuperación de tierras? ¿Y en la
ciudad?
Nosotros mantenemos distintos niveles de trabajo y frentes de construcción. Pero
no desde un partido, sino desde la comunidad.…tenemos movilizaciones en otros
frentes, en calles, en plazas por la libertad de los pp. Para la migración, sólo
decimos que se vuelvan a la comunidad. Los que viven en la ciudad solo son
diáspora y migración. La única forma de integrarlos también, es que vivan en
relación a toda la concepción mapuche, porque desde ahí parte todo, eso incluye
la religión y la espiritualidad. Si no lo planteamos así, se pierde la esencia.
Es parte del pueblo originario, de lo contrario, sus derechos más elementales no
podrían ser sustentados. Sin embargo en nuestra lucha todo sirve: el apoyo, un
rayado, o que los padres les digan a nuestros niños que se vistan con su
vestimenta tradicional, eso también es Resistencia. Se convierte en un acto
subversivo porque está ligado a un proyecto político de liberación. La
reconstrucción no es sólo poder antisistémico, sino es también mantener lo
propio. Es el despertar y la reconstrucción de muchas cosas, tiene un aspecto
ideológico también.
¿Cómo evalúa la llegada de Piñera al gobierno?
Después de la transición pactada, la izquierda no se encarnó en el mundo de los
oprimidos para seguir luchando. Y dejó que otros ocuparan ese terreno. La
izquierda abandonó un proyecto político real y no educa al pueblo. La
Concertación le allanó el camino a la derecha y operó con la Justicia militar.
No buscaron las modificaciones legales. Viera Gallo, representando ante Naciones
Unidas el año pasado al gobierno de Bachelet tuvo que responder allí a 24
cuestionamientos por el accionar que llevaron ellos contra el pueblo mapuche.
¿Cuántos puntos tendrá que responder Piñera? La práctica de la tortura, la
muerte, y los allanamientos no comenzó ahora. Pero se agudizó. Porque la derecha
ya tenía todo, sólo le faltaba el poder político. Ahora se intensifica el avance
de las forestales y mineras, para seguir apoderándose de los territorios mapuche
y otros pueblos. El Plan Araucanía que impulsa el gobierno, para nosotros es una
copia en pequeño del Plan Colombia.
¿Y cómo se plantean frente a la implementación del Convenio 169 sobre Pueblos
Indígenas?
No hay fuerza política aquí para que eso funcione. Es un bluff. No hay
que olvidar que el proyecto estuvo 17 años en el Congreso, y al igual que la
creación del Fondo de Tierras, eso se aprobó porque había un proceso de fuerza
en curso –las recuperaciones de tierra - que llevó a eso. Pero en la práctica el
Convenio no se aplica. Porque dentro de sus normas está la consulta en caso de
que se vayan a vulnerar derechos ancestrales por otros agentes. Las Forestales
lo hacen, aplican el robo, la represión. El convenio no opera para nada, no
defiende a ninguna comunidad. Si queremos defender el territorio, entendemos que
hay que hacerlo, que eso no va a venir por decreto. Nosotros luchamos por
recuperar el territorio metro a metro.
¿Qué responden a quienes los acusan de ser dirigidos o entrenados desde el
exterior?
Nuestra definición es propia, así como otros pueblos tienen sus propias
definiciones. El movimiento Bolivariano no sirve para los pueblos originarios y
tampoco son consistentes las acusaciones respecto de entrenamiento en Colombia,
nosotros no necesitamos que nos conduzca nadie. Nosotros luchamos basados en los
principios y en la historia que heredamos de nuestros antepasados, como Lautaro,
¡y sobre eso nosotros incluso podemos enseñar a otros!. A veces se olvida que
nuestro pueblo tiene un gran legado histórico de resistencia. Además,
históricamente, Bolivar fue responsable del genocidio y colonialismo, el
proyecto bolivariano implicaba la destrucción del sistema comunitario. Se impuso
el castellano a los pueblos. No podemos converger en eso, pero sí nos une a
ellos y a otros pueblos movilizados, la lucha de liberación del hombre, que para
nosotros es la lucha del hermano mapuche con un pensamiento propio. Nosotros no
reconocemos vinculación en los términos que dicen los fiscales; reconocemos sí
cercanías ideológicas, posturas morales en relación a las luchas de otros
pueblos.
¿Qué comentarios les merece la aplicación de la ley antiterrorista por el
gobierno a un sector de jóvenes de la sociedad chilena?
La ley antiterrorista tiene su origen en tiempos dictatoriales, es una ley de
excepción, una ley especial que en el fondo buscaba aniquilar a la oposición a
los movimientos sociales que se oponían a un régimen. Esta ley ha sido aplicada
hoy en un contexto también de aniquilamiento y persecución política hacia
aquellos que luchamos por justicia. Hemos visto aplicársela al pueblo mapuche
desde tiempo concertacionista y ahora más en tiempos de la derecha, lo que
trasgrede muchas de las garantías procesales y de acceso a un debido proceso.
Aplicarla ahora a otros, es parte de una estrategia para decir que no hay
racismo.
Nosotros consideramos que luchar para derogar la ley antiterrorista es una
demanda que trasciende la causa mapuche. Si bien hoy nos la aplican a nosotros,
más tarde o temprano se la aplicarán a cualquier otro movimiento que se levante
a luchar que luche por condiciones más dignas de vida, por un proyecto político
más justo más humano. No desconocemos que pueda ser utilizada para esos grupos.
Que se les aplique a estos hermanos del movimiento libertario como se definen
ellos o anarquistas como dice la prensa, debe ser porque ahí hay un planteo
antisistémico y un compromiso de alguna gente con ciertos procesos que molesta,
que trasgrede la política de un Estado de este tipo.