Entrevista a
Humberto Cholango, dirigente indigena ecuatoriano
Hacia una coordinación y una agenda continental de los pueblos indígenas
Eduardo Tamayo G. Minga Informativa/ALAI
Hay movimiento en la América Latina profunda. En varios países, las
comunidades y organizaciones indígenas se están preparando para asistir a la III
Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas de Abya Yala. El lugar:
el Municipio de Tecpán, Chimaltenango, Guatemala, un pueblo emblemático donde
los indígenas lograron expulsar a los primeros invasores españoles, impidiendo
así la instauración de la primera estructura del poder colonial. La fecha: del
26 al 30 de marzo de 2007. El objetivo: "contribuir al reconocimiento y
ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas de Abya Yala, así como la
visibilización de las demandas de las organizaciones hermanas del continente,
contribuyendo a la refundación de los Estados, a nivel nacional y continental,
para que los pueblos indígenas tengan un poder real".
La convocatoria a esta Cumbre ha tenido repercusiones positivas entre las
organizaciones guatemaltecas pues se han unido en la Coordinación y Convergencia
Nacional Maya para enfrentar juntos el reto de llevar a cabo de la mejor manera
posible este evento internacional.
Los organizadores preparan la infraestructura, los registros y el programa. Se
espera la asistencia de más de 2000 delegados/as. La presencia del Presidente
boliviano Evo Morales le dará mayor peso político a la Cumbre.
Este Cumbre dará continuidad a las dos anteriores: la primera se realizó en
Teotihuacan, México, del 28 al 30 de octubre del 2000, y la segunda en Quito, en
julio del 2004. En esta ocasión, se debatirán 15 temas que incluirán tierra y
territorios; recursos naturales; autonomía y libre determinación; diversidad,
plurinacionalidad y desarrollo sustentable; conocimiento indígena y propiedad
intelectual; organismos bilaterales y multilaterales; identidad y cosmovisión;
impacto de la globalización neoliberal y la militarización de los territorios.
Para conocer más sobre la Cumbre y la realidad de los pueblos indígenas,
entrevistamos a Humberto Cholango, dirigente de la Coordinadora Andina de
Organizaciones Indígenas y de ECUARUNARI, la mayor organización de la
Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE.
- ¿Qué expectativas y qué resultados esperan de la Cumbre?
Nosotros aspiramos que en esta Cumbre se consolide un espacio indígena a nivel
continental con una definición política bien clara: de soberanía, recuperar los
territorios, que no sea una cosa impuesta desde los gobiernos o desde la ONGs
sino que vaya generando un proceso de los propios actores, porque hemos estado
en cumbres, a veces llamados por ONGs, gobiernos u organismos multilaterales, y
nos han sometido a su agenda. Esperamos que ahora, con esta tercera Cumbre,
podamos verdaderamente conformar una coordinación y una agenda continental, y
empezar a trabajar fuertemente en el tema de los derechos de los pueblos
indígenas.
- Usted habla de una coordinación y una agenda de los pueblos indígenas, ¿cómo
se está planteando la conformación de esta red?
Nosotros como movimiento ecuatoriano llevamos una propuesta de conformar una
coordinación continental pero conducida desde las organizaciones y desde una
posición política anti-neoliberal, somos una organización que lucha por la
reivindicación social y por el respeto a los pueblos indígenas. Queremos juntar
las redes, pero no crear una burocracia internacional. Ya hay coordinaciones en
Suramérica, Centroamérica y Norteamérica. En Sudamérica tenemos la Coordinadora
Andina de Organizaciones Indígenas y la Coordinadora de Organizaciones Indígenas
de la Cuenca Amazónica (COICA), en Centroamérica también hay una coordinadora de
pueblos indígenas e igual en Norteamérica, entonces estas tres coordinaciones se
deberían juntar y construir una sola agenda para las Naciones Unidas, para la
Organización de Estados Americanos (OEA) y para otros organismos donde se
discuten los problemas de los pueblos indígenas.
- ¿Qué implica una agenda anti-neoliberal?
Es sintonizar con esta nueva efervescencia y este nuevo resurgir de los pueblos,
que están buscando una sociedad de bienestar, no más imposiciones, no más
militarización en los territorios indígenas, no más saqueo a los recursos
naturales como el petróleo y el agua, las minas y la biodiversidad, que están
queriendo privatizar. La imposición del modelo neoliberal ha traído tremendos
niveles de pobreza, dentro de eso el Banco Mundial sugiere que el agua es un
elemento vital para meter al comercio, para nosotros, en cambio, el agua es un
patrimonio de vida humana. Esto debemos definir muy claro, no podemos coincidir
de ninguna manera con una agenda que vaya a monopolizar los recursos naturales a
favor de un pequeño grupo de personas, mientras las grandes sociedades y
civilizaciones indígenas quedamos en la absoluta pobreza, siendo los dueños
absolutos de los recursos naturales.
- Esta III Cumbre se desarrollará en condiciones especiales de América Latina,
hay gobiernos de izquierda de distintos matices que han entrado al poder por
medio de elecciones, ¿como mira esta nueva emergencia y qué posición debe tener
el movimiento indígena?
Nosotros miramos con gran optimismo, los matices que haya entre los gobiernos de
izquierda no deben dificultar el proceso de integración, lo que pasa es que
ahora la integración de pueblos indígenas, de Estados o de otros espacios no
debe ser una integración de declaraciones sino que debemos avanzar más allá,
hacia una integración de los pueblos a niveles políticos, culturales,
científicos. No como Estados Unidos propone, una integración para vender sus
mercancías en nuestros países y saquear nuestros recursos naturales en beneficio
de ellos, sino una integración en términos de equidad, que vaya a resolver
problemas muy graves. Por ejemplo, en Sudamérica tenemos 90 millones de
analfabetos, la mayoría de los cuales son indígenas. Tenemos el problema del
acceso a la tierra: los trabajadores, los cultivadores accedemos solo al 10% de
las tierras productivas, el 90% de las tierras están en otras manos. En el tema
del manejo del agua, lo mismo. Son temas que debemos resolver. Esta integración
de los procesos revolucionarios debe servir para resolver estos problemas,
porque de lo contrario ¿de qué nos va a servir una revolución sin identidad?,
porque no quisiéramos ser la parte folklórica de la revolución, sino que los
pueblos indígenas queremos ser opción de poder. Los indígenas somos una sociedad
colectiva, una sociedad socialista desde nuestro nacimiento como civilización e
inclusive se podría decir comunista, nosotros vivimos en esa sociedad colectiva,
buscando el bienestar común de todos, entonces no hay mucha diferencia en esto,
pero ojalá muchos intelectuales de izquierda entiendan esto, porque nosotros
somos un pueblo discriminado, perseguido, asesinado, estigmatizado, y a veces
una parte de la izquierda ha caído en esto, como que el problema de la lucha de
clases es lo único, también aquí hay un problema de reconocimiento, de
identidad.
- El ascenso a la Presidencia del indígena Evo Morales en
Bolivia, la candidatura presidencial de Rigoberta Menchú en Guatemala indican
que muchas cosas están cambiando en América Latina, ¿cómo ve esta situación?
Yo creo que el acenso del Presidente Evo Morales es un punto muy
fundamental. A pesar de que nos han puesto las reglas del juego de una
democracia neoliberal, el triunfo de Evo Morales es parte de ese proceso de
descolonización de la democracia en América Latina, aunque no acepten las
oligarquías, los neoliberales, los pequeños feudos que están ahí. Pero la
realidad está ahí. Por ejemplo, con la candidatura presidencial de Luis Macas en
el Ecuador se intentó romper el estigma de que los indios no podemos ser. Como
que los términos indígena, etnia o pobre han servido para hacer proyectos,
para hacer estudios antropológicos o negocios inclusive, pero ahora los
sectores pobres y étnicos tenemos y somos una opción de poder, pero con una
tendencia política bien definida, somos de izquierda, porque la pobreza y el
tema étnico pueden ser manipulados desde el punto de vista de
la derecha neoliberal o del populismo. Creo que la candidatura de Rigoberta
Menchú Tum es parte de ese nuevo viento que está soplando por América Latina y
ojalá se pueda visualizar más allá de una candidatura y considerar que es un
reto histórico: presentar una candidatura después de 500 años de exclusión, de
maltrato, de asesinato, de guerra que nos han impuesto, y esto las llamadas
sociedades occidentales tienen que aceptar. Pero el proyecto que se plantea debe
ser no excluyente sino recoger las vertientes necesarias para construir no un
proyecto indígena sino un proyecto de país lo más amplio y diverso
posible.
- Usted se ha referido a los recursos naturales, ¿como intervienen las
transnacionales y otras empresas en los territorios indígenas?
Nosotros miramos que las transnacionales están en los territorios indígenas
con la protección de las leyes de los Estados, inclusive de manera tramposa los
gobiernos han concesionado territorios, y esas transnacionales se han hecho
dueñas y patronas de los recursos naturales. Ni siquiera los organismos del
Estado pueden regularlas, o sea por encima de los Estados se ha impuesto el
imperio de las transnacionales, el imperio del comercio, como que para las
transnacionales no existe una sociedad de derecho sino simplemente de hecho.
Entonces, eso ha hecho grave daño, porque ni siquiera litigar y arreglar asuntos
legales se lo puede hacer en cada Estado soberanamente porque se han creado
tribunales internacionales. En el Ecuador tenemos el caso de la Occidental y en
Bolivia el de la empresa suiza Glencore que nacionalizó Evo Morales, estas
dicen que van a ir al arbitraje internacional. Y los más afectados son los
pueblos indígenas porque son desplazados, porque son sometidos a un exterminio
casi total, y de la riqueza que se extrae no reciben absolutamente nada, por
ejemplo los sitios de donde sale el petróleo y el gas son los más caros. Ahora
nuestra propuesta es que se nacionalicen los recursos naturales, que los
Estados los recuperen y controlen, por ejemplo el petróleo y el agua, que es un
recurso muy apetecido por las empresas transnacionales agro exportadoras. Pero
eso no debe ser motivo de una estatización, sino que esos recursos, que antes
han servido para enriquecer a pocos y para el mercado y han fortalecido a
las transnacionales, hoy deben servir para pagar la deuda social en todo el
continente; por ejemplo el petróleo no simplemente deber ser un
instrumento de comercio sino de desarrollo humano, para construir una sociedad
de bienestar.
- ¿Qué papel están jugando las Fuerzas Armadas en este proceso de
saqueo de los recursos naturales por parte de las empresas transnacionales?
Las Fuerzas Armadas tienen una visión bastante compleja, anteriormente
defendían a los países pero ahora, cuando se han ido modernizando, gran parte de
ellas protegen a las empresas transnacionales y no protegen a la soberanía del
país, a su territorio, a su pueblo, como dice, la Constitución ecuatoriana.
Esto es muy grave, ni las Fuerzas Armadas ni la policía deben prestarse para
esto, sino defender la soberanía, pero las Fuerzas Armadas se han metido dentro
de la lógica del imperio, del Pentágono, a pretexto de la seguridad
hemisférica, de la lucha contra el terrorismo, contra las drogas, contra el
populismo radical. Entonces están entrando dentro de la doctrina del Pentágono y
eso hace que tengan una visión no de defensa de su pueblo sino de protección de
las transnacionales.
- ¿Cuál son las amenazas que se deben combatir en América Latina?
Los males que se deben combatir es la intromisión (de Estados Unidos),
evitar que se imponga la guerra del imperio, como es el caso del Plan Colombia;
otro de los males es que cada organización o sector intente organizar su
proceso, debe haber un punto de convergencia porque si los gobiernos
progresistas van por un lado y el pueblo está pensando otra cosa, de pronto
sería muy complicado porque no se podría construir una diplomacia de pueblos.
Otro de los males que se debe evitar es pensar que con el ascenso de los
gobiernos progresistas se van a resolver todos los males. Otro de los puntos más
críticos es el de las autonomías que están tratando de imponer, la autonomía de
Santa Cruz en Bolivia, la autonomía del Guayas en Ecuador, la de Zulia en
Bolivia la de Iquitos en Perú. Estas autonomías son diseñadas desde el
punto de vista geoestratégico y político de Estados Unidos, porque están
perdiendo el control sobre las democracias sometidas, como dice Evo Morales,
entonces quieren tener autonomías, para, desde esos espacios, hacer
relacionamiento internacional, por ejemplo en el caso del Guayas podrían firmar
un TLC con Estados Unidos o aceptar la base de Manta.
Creo que debemos hacer un esfuerzo común entre todos y hacer una alianza entre
pueblos y organizaciones que estamos movilizados, y gobiernos de izquierda que
están trabajando en el bienestar de la gente como son los de Hugo Chávez y Evo
Morales