PLANETA
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Brasilia, punto de partida
Comunicado I Reunión de Presidentes de América del Sur
I. Zona de Paz Suramericana
II. Identidad Regional
III. Integración, cuestión de grandes desafíos
IV. Comercio con bases equitativas
V. Entendimientos, conclusiones y recomendaciones - Democracia
VI. Entendimientos, conclusiones y recomendaciones - Carácter Social
VII. Entendimientos, conclusiones y recomendaciones - Comercio
VIII. Entendimientos, conclusiones y recomendaciones - Infraestructura de
Integración
IX. Entendimientos, conclusiones y recomendaciones - Drogas Ilícitas y Delitos
Conexos
X. Entendimientos, conclusiones y recomendaciones - Información, Conocimiento y
Tecnología
Brasilia, punto de partida
Comunicado I Reunión de Presidentes de América del Sur (I)
Zona de Paz Suramericana
La I Reunión de Presidentes de América del Sur que se llevó a cabo en Brasilia
en el 2000 se consolidó como un evento de carácter histórico y pionero en la
región, que representó un estímulo en la organización de la convivencia del
espacio común suramericano y en el apoyo de la configuración de un área singular
de democracia, paz, cooperación solidaria, integración y desarrollo económico y
social compartido.
Este encuentro reafirmó el espíritu de entendimiento y armonía que identifica
las relaciones entre los países suramericanos. Su realización resultó de la
convicción que la unidad geográfica y la comunidad de valores conducen a la
necesidad de una agenda común de oportunidades y desafíos específicos.
América del Sur inició el nuevo siglo fortalecida por la progresiva
consolidación de sus instituciones democráticas, por el compromiso con los
derechos humanos, la protección del medio ambiente –aplicando el concepto de
desarrollo sostenible–, la superación de las injusticias sociales y el
desarrollo de sus pueblos, por el crecimiento de sus economías, por el empeño en
mantener la estabilidad económica y por la ampliación y profundización de su
proceso de integración.
La paz y el ambiente de amistad y cooperación entre los doce países
suramericanos son características que distinguen favorablemente a la región en
el ámbito internacional. La superación definitiva de diferendos territoriales,
según ejemplo del acuerdo de 1998 entre Ecuador y Perú, constituye una
demostración reciente del espíritu que prevalece en América del Sur, que ha
hecho y hará de esta parte del mundo un área de paz y cooperación, sin
conflictos territoriales.
Los Presidentes de América del Sur reafirmaron en esta ocasión su adhesión al
principio de la solución pacífica y negociada de controversias, en oposición al
uso de la fuerza –o a la amenaza de su uso– contra cualquier Estado, en
observancia a las normas pertinentes del Derecho Internacional.
Reconociendo que la paz, la democracia y la integración constituyen elementos
indispensables para garantizar el desarrollo y la seguridad en la región, los
Presidentes acordaron crear una Zona de Paz Suramericana, lo que estimulará
continuamente la profundización del diálogo, teniendo en cuenta incluso los
aspectos humano, económico y social de la cuestión.
El respeto decidido a los valores de la democracia representativa y de sus
procedimientos, de los Derechos Humanos, del Derecho Internacional, del desarme
y de la no proliferación de armas de destrucción masiva constituye base esencial
del proceso de cooperación e integración en que están empeñados los países
suramericanos.
Brasilia, punto de partida
Comunicado I Reunión de Presidentes de América del Sur (II)
Identidad Regional
Los Presidentes coincidieron en que la estabilidad política, el crecimiento
económico y la promoción de la justicia social en cada uno de los doce países de
América del Sur dependerán en buena medida de la ampliación y de la
profundización de la cooperación y del sentido de solidaridad existente en el
ámbito regional y del fortalecimiento y de la expansión de la red de intereses
recíprocos.
Identificaron, en ese sentido, una serie de temas cuyo tratamiento podrá
beneficiarse de un enfoque específico de cooperación suramericana: democracia,
comercio, infraestructura de integración, drogas ilícitas y delitos conexos,
información, conocimiento y tecnología.
Los Jefes de Estado reafirmaron el compromiso con la integración de América
Latina y el Caribe, meta de política externa que está incorporada a la propia
identidad nacional de los países de la región. Manifestaron la convicción que el
refuerzo de la concertación suramericana en temas específicos de interés común
constituirá un aporte constructivo al compromiso con los ideales y principios
que han orientado su proceso de integración.
Los Presidentes recordaron que los procesos de carácter subregional en América
del Sur, en particular el Mercosur, sus pasos de asociación con Bolivia y Chile,
la Comunidad Andina, la Corporación Andina de Fomento, el Fondo Latinoamericano
de Reservas, así como la Aladi, el Tratado de la Cuenca del Plata, el Tratado de
Cooperación Amazónica, el Grupo de los Tres, el Mercado Común Centroamericano y
el Caricom, entre otros, han sido los elementos más dinámicos de la integración
latinoamericana y caribeña. Articular América del Sur significa, por lo tanto,
fortalecer América Latina y el Caribe. El ejercicio para la conformación de un
Área de Libre Comercio de las Américas está, también, basado en la consolidación
de procesos subregionales.
La consolidación y la instrumentación de la identidad suramericana contribuirán
así al fortalecimiento de otros organismos, mecanismos o procesos regionales con
un alcance geográfico más amplio, de los cuales forman parte países de América
del Sur. Esa visión se aplica, en el ámbito político, especialmente, al Grupo de
Río – al cual convergen las iniciativas de aproximación entre países de América
Latina y Caribe –, a la Organización de los Estados Americanos, a las Cumbres de
Jefes de Estado y de Gobierno de las Américas o a la Conferencia Iberoamericana,
entre otros foros. También se aplica, en el ámbito económico comercial a la
Aladi, al Sela o a las negociaciones para la conformación de un Área de Libre
Comercio de las Américas. La identidad suramericana, que se consolida en países
que comparten una vecindad inmediata, refuerza y complementa los lazos
bilaterales y multilaterales con las otras naciones de América Latina y el
Caribe, del continente y del mundo.
Brasilia, punto de partida
Comunicado I Reunión de Presidentes de América del Sur (III)
Integración, cuestión de grandes desafíos
La cohesión de América del Sur constituye un elemento esencial para determinar,
en forma favorable, su inserción en la economía mundial. Los desafíos comunes de
la globalización –sus efectos desiguales para diferentes grupos de países y,
dentro de los países, para sus habitantes–, podrán ser mejor enfrentados en la
medida en que la región profundice su integración y continúe, de forma cada vez
más eficaz, actuando coordinada y solidariamente en el tratamiento de los
grandes temas de la agenda económica y social internacional.
Los Presidentes de América del Sur coincidieron en que el proceso de
globalización, conducido a partir de una perspectiva de equilibrio y de equidad
en su desarrollo y en sus resultados, puede generar para los países de la región
beneficios tales como la ampliación del comercio, la expansión de los flujos de
inversión y la mayor divulgación del conocimiento y de la tecnología.
Al mismo tiempo, este proceso también genera desafíos que deben ser enfrentados
igualmente a través de compromisos políticos y acciones concertadas de los
países de América del Sur, de manera que la globalización se convierta en un
medio eficaz para ampliar las oportunidades de crecimiento y desarrollo de la
región y mejorar en forma sostenida y equitativa sus niveles de bienestar
social.
Los Jefes de Estado concordaron con la evaluación de que la determinación para
implementar políticas macroeconómicas consistentes es esencial para la
estabilidad interna de cada país y para garantizar avances continuados en los
procesos de integración. Enfatizaron, por otro lado, la importancia fundamental
de un ambiente económico externo favorable que complemente los esfuerzos
nacionales y regionales. Señalaron, en ese contexto, la importancia de precios
adecuados para los productos básicos exportados por la región, teniendo en mente
la importancia de ese aspecto para los esfuerzos de erradicación de la pobreza.
Brasilia, punto de partida
Comunicado I Reunión de Presidentes de América del Sur (IV)
Comercio con bases equitativas
Es vital que las negociaciones comerciales multilaterales empiecen a ser
orientadas por un mayor grado de equilibrio y de simetría entre los derechos y
compromisos de países desarrollados y en vías de desarrollo. Los Presidentes
recordaron que sus países adoptaron programas valerosos de apertura comercial en
los años noventa, al mismo tiempo que persisten importantes barreras impuestas
por los países desarrollados a exportaciones de productos suramericanos.
La ejecución de los acuerdos de la Ronda Uruguay no fue suficiente para corregir
los actuales desequilibrios en los flujos económicos y comerciales
internacionales. El sistema multilateral de comercio aún padece de distorsiones
provocadas por medidas proteccionistas y otras medidas de apoyo a su producción
por parte de los principales socios.
Los Presidentes de los países de América del Sur reafirmaron su compromiso con
el fortalecimiento de la Organización Mundial de Comercio y con el
perfeccionamiento del sistema multilateral de comercio en bases equitativas,
justas y no discriminatorias.
Para ello, las futuras negociaciones comerciales multilaterales deberán basarse
en una agenda positiva y tomar en consideración la relación entre comercio y
desarrollo, así como las necesidades y preocupaciones específicas de los países
en vías de desarrollo. Es prioritario para América del Sur el lanzamiento de una
nueva ronda multilateral de negociaciones comerciales, que incluya un compromiso
claro sobre acceso y liberalización de los mercados agrícolas, así como sobre la
eliminación de las distorsiones en dichos mercados y de los subsidios en este
campo.
Es también prioritaria la inclusión de fórmulas de tratamiento especial y
diferenciado que tengan en cuenta las diferencias estructurales y respondan con
instrumentos adecuados a las necesidades de los países en desarrollo.
Los desequilibrios en los mercados financieros internacionales siguen siendo
fuente de preocupaciones. La comunidad internacional debe perseverar, con un
mayor grado de prioridad, en la identificación y ejecución de medidas para
corregir dichos desequilibrios, los cuales pueden tener efectos altamente
negativos para los esfuerzos internos de estabilización económica en América del
Sur.
De la misma manera, para algunos de los países suramericanos muy endeudados, el
servicio de su deuda no sólo constituye una pesada carga, como también pone en
peligro la estabilidad y compromete seriamente su desarrollo económico y social.
En ese sentido, los mandatarios instaron a la comunidad financiera internacional
a trabajar para que se encuentre, entre todos, una rápida solución para ese
problema y exhortaron a los acreedores a adoptar medidas tendientes a favorecer
tal propósito, para contribuir así al restablecimiento del crecimiento económico
de los países afectados por el endeudamiento y apoyar la lucha de los gobiernos
de la región contra la pobreza.
Brasilia, punto de partida
Comunicado I Reunión de Presidentes de América del Sur (V)
Entendimientos, conclusiones y recomendaciones - Democracia
La consolidación de la democracia y de la paz en toda la región está en la raíz
de la aproximación histórica entre los países de América del Sur y de la
superación, por medio de soluciones negociadas, de disputas entre naciones
hermanas. La plena vigencia de las instituciones democráticas representa así una
condición esencial para el fortalecimiento de los procesos de integración
regional. El amplio intercambio de ideas ocurrido durante la Reunión de Brasilia
fortaleció el compromiso común irrenunciable con la democracia, la paz y la
integración.
La democracia representativa es el fundamento de la legitimidad de los sistemas
políticos y la condición indispensable para la paz, la estabilidad y el
desarrollo de la región.
Es indispensable estimular la participación efectiva, ética y responsable de los
ciudadanos y de sus organizaciones en la democracia; contribuir a la
modernización y al fortalecimiento de los partidos políticos; promover la
participación de las organizaciones civiles y su contribución en el debate de
los temas de interés público; ampliar el acceso a la justicia a los pueblos de
los países de América del Sur; garantizar el mantenimiento de procesos
electorales libres, periódicos, transparentes, justos y pluralistas, basados en
el sufragio secreto y universal; y estimular el fortalecimiento institucional de
los procesos electorales mediante el uso de tecnologías avanzadas de
informática.
Los Jefes de Estado coincidieron en que la democracia en América del Sur debe
ser reforzada con la permanente promoción y defensa del estado de derecho, la
aplicación eficiente de los principios de buen gobierno, transparencia de las
instituciones públicas y de los procesos de definición de políticas públicas,
combate a la corrupción por medio de medidas legales, administrativas y
políticas; reformas y perfeccionamiento de los servicios judiciales, con el
objeto de consolidar sistemas más eficaces, transparentes y de amplio acceso
para los habitantes de los países suramericanos; acceso libre a la información
sobre las actividades de autoridades públicas, así como a los recursos
administrativos; y aumento de los niveles de competencia y promoción de la ética
y profesionalismo dentro del servicio público.
Los Jefes de Estado subrayaron la importancia del "compromiso democrático" del
Mercosur, Bolivia y Chile, formalizado por el Protocolo de Ushuaia, de julio de
1998, y del Protocolo Adicional al Acuerdo de Cartagena sobre el "Compromiso de
la Comunidad Andina con la Democracia".
Se trata de dos garantías adicionales para la estabilidad política y la
continuidad institucional en América del Sur. Inspirados por esos precedentes,
decidieron que el mantenimiento del estado de derecho y el pleno respeto al
régimen democrático en cada uno de los doce países de la región constituyen un
objetivo y un compromiso compartidos, tornándose desde hoy condición para la
participación en futuros encuentros suramericanos.
Respetando los mecanismos de carácter regional existentes, acordaron, en ese
sentido, realizar consultas políticas en caso de amenaza de ruptura del orden
democrático en América del Sur.
El fortalecimiento de la democracia, su perfeccionamiento y actualización están
íntimamente ligados al desarrollo económico y social de los pueblos
suramericanos. La pobreza y la marginalidad amenazan la estabilidad
institucional de la región. Su erradicación seguirá mereciendo un tratamiento
prioritario por parte de los gobiernos de América del Sur.
Brasilia, punto de partida
Comunicado I Reunión de Presidentes de América del Sur (VI)
Entendimientos, conclusiones y recomendaciones - Carácter Social
La llegada del nuevo milenio coincide con grandes retos en el escenario social
en América del Sur. En las últimas dos décadas la vulnerabilidad de amplios
sectores de la población de la región no ha dejado de aumentar. Permanecen las
carencias esenciales en áreas como la nutrición, la salud, la educación, la
vivienda y el empleo.
Erradicar la pobreza absoluta y disminuir las desigualdades, incorporando las
capas pobres a los demás sectores sociales en programas de desarrollo integral,
exige la ejecución de programas que tengan efectos sobre la desnutrición y el
acceso a la educación y servicios de salud básicos, a fin de mejorar los Índices
de Desarrollo Humano de cada país.
Los Presidentes de América del Sur destacaron la necesidad de garantizar el
derecho a una vida digna, como derecho inalienable de la persona, y señalaron la
necesidad de definir un programa de acción pública regional incorporando
múltiples actores sociales, económicos y políticos, con el objeto de favorecer –
en el marco de reglas democráticas, y atendiendo a criterios sistemáticos y de
solidaridad– la adopción de políticas que contribuyan para hacer frente a los
desequilibrios históricos en la distribución de la riqueza.
Asimismo, los Presidentes de América del Sur coincidieron en la necesidad de
impulsar acciones que fortalezcan los derechos y deberes ciudadanos y que
contribuyan también a la seguridad ciudadana, estableciendo mecanismos de
intercambio de información y de cooperación para esa finalidad.
Los gobiernos de la región reforzarán su empeño en la adopción de medidas
necesarias para combatir las violaciones de los derechos humanos, incluso
aquellas frecuentemente asociadas a situaciones de desequilibrio social. Con ese
espíritu, los Presidentes de América del Sur instruirán a los órganos
competentes a identificar programas de cooperación para el fortalecimiento
institucional de los respectivos sistemas nacionales de protección de los
derechos humanos.
Los Presidentes de América del Sur reiteraron el compromiso con el Sistema
Interamericano de Protección y Promoción de los Derechos Humanos y se
comprometieron a prestar decidido apoyo al ejercicio de reflexión, en el ámbito
de la OEA, con miras a su perfeccionamiento.
En el área de los derechos humanos, tiene un significado especial para las
sociedades de América del Sur la lucha contra el racismo y la discriminación en
todas sus manifestaciones y expresiones, en virtud de su incompatibilidad con el
estado de derecho y con los ideales y la práctica de la democracia.
Los Presidentes observan con preocupación el resurgimiento del racismo y de las
manifestaciones y expresiones discriminatorias en otras partes del mundo y
expresan su compromiso de preservar a América del Sur de la propagación de dicho
fenómeno. Reconocieron que la Conferencia Mundial contra el Racismo, la
Discriminación Racial, la Xenofobia y Formas Afines de Intolerancia ofrece una
oportunidad sin igual para la búsqueda de respuestas adecuadas de la comunidad
internacional.
Los Presidentes reafirmaron que los países de origen y destino de aquellos que
migran tienen la responsabilidad de fortalecer la cooperación en esa área, a fin
de asegurar a esas personas el pleno ejercicio de sus derechos humanos,
especialmente el derecho a la vida y a un trato digno, justo y no
discriminatorio.
Brasilia, punto de partida
Comunicado I Reunión de Presidentes de América del Sur (VII)
Entendimientos, conclusiones y recomendaciones - Comercio
Los Presidentes de América del Sur coincidieron en la evaluación de los avances
sustanciales en los procesos de integración económico-comercial entre los países
de la región en los años noventa, así como en el entendimiento de que es
necesario persistir en el fortalecimiento de tales procesos. Se refirieron a las
negociaciones para la construcción del Mercosur, a la conclusión de acuerdos de
libre comercio del Mercosur con Bolivia y con Chile, a los progresos registrados
en el Sistema Andino de Integración, a los acuerdos de libre comercio entre
Chile y los países de la Comunidad Andina y, también, al interés en fomentar una
mayor articulación entre Guyana, Surinam y las demás economías suramericanas.
La participación del sector privado, tanto de empresarios como de trabajadores,
y el apoyo de la sociedad representan garantías de éxito y continuidad para esos
procesos. En esta perspectiva, los Presidentes decidieron instruir a sus
Ministros competentes para coordinar la elaboración de propuestas para la
constitución de un foro consultivo suramericano entre altos funcionarios y
representantes civiles, con el propósito de identificar acciones conjuntas de
los países de la región en los campos del comercio y de las inversiones,
dirigidas hacia la consolidación y la profundización del proceso de integración
en América del Sur.
Esa iniciativa podrá contribuir también para facilitar la coordinación de
posiciones suramericanas en los foros de la sociedad civil que han estado
reuniéndose de forma regular en el contexto de las negociaciones para la
conformación de un área de libre comercio de las Américas. Tales negociaciones
deberán tener en cuenta los diferentes niveles de desarrollo socioeconómico
entre los países de América del Sur y, en particular las circunstancias,
necesidades, condiciones económicas y oportunidades de las economías menores,
con el objetivo de garantizar su plena y efectiva participación en dicho
proceso.
Los Presidentes de los países suramericanos reafirmaron el entendimiento de que
el proceso de formación de un espacio económico ampliado en la región obedecerá
los principios del "regionalismo abierto" y reforzará la posición de los países
de América del Sur en negociaciones importantes, que la región desea ver
llevadas a buen término, como las de un Área de Libre Comercio de las Américas,
las negociaciones que involucran la búsqueda de una mayor articulación con la
Unión Europea o en el ámbito de la Organización Mundial de Comercio, entre
otras.
Los Presidentes de los países de América del Sur reafirmaron su apoyo al proceso
de expansión y profundización de la integración económica en el Hemisferio. En
ese contexto, recibieron con satisfacción los resultados de la V Reunión
Ministerial del Alca, realizada en Toronto en noviembre de 1999, y reafirmaron
su compromiso con la construcción progresiva de un área de libre comercio en las
Américas, cuyas negociaciones deberán estar terminadas a más tardar en el 2005,
sobre bases equitativas y equilibradas que aseguren el acceso efectivo a
mercados para las exportaciones provenientes de los países de América del Sur.
Los Presidentes decidieron, para ello, intensificar la coordinación de las
posiciones negociadoras de los países suramericanos.
Los Presidentes de América del Sur enfatizaron que las negociaciones del ALCA
para lograr resultados comprensivos y equilibrados, que satisfagan los intereses
de todos los países involucrados, deberán tener en consideración las diferencias
en los niveles de desarrollo y en el tamaño de las economías de los actores
involucrados. El proyecto hemisférico debe ser un instrumento efectivo para el
desarrollo sostenible y equitativo del conjunto de las Américas.
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Comunicado I Reunión de Presidentes de América del Sur (VIII)
Entendimientos, conclusiones y recomendaciones - Infraestructura de
Integración
Los Jefes de Estado observaron que el impulso de la integración transfronteriza
se fortalece por ser una resultante, entre otros factores, de la proximidad
geográfica, de la identidad cultural y de la consolidación de valores comunes.
Las fronteras suramericanas deben dejar de constituir un elemento de aislamiento
y separación para tornarse un eslabón de unión para la circulación de bienes y
personas, conformándose así un espacio privilegiado de cooperación.
Integración y desarrollo de la infraestructura física son dos líneas de acción
que se complementan. La formación del espacio económico ampliado suramericano,
que anhelan las sociedades de la región, dependerá de la complementación y
expansión de proyectos existentes y de la identificación de otros nuevos
proyectos de infraestructura de integración, orientados por principios de
sostenibilidad social y ambiental, con capacidad de atracción de capitales
extraregionales y de generación de efectos multiplicadores intraregionales.
Avances en el campo de la infraestructura, por su parte, revertirán en nuevos
impulsos para la integración, creándose así una dinámica que debe ser
incentivada. Ese escenario sería también beneficiado por una política de
inversiones con perspectiva regional y no sólo nacional.
Los Presidentes consideraron prioritaria la identificación de obras de interés
bilateral y subregional. Por su volumen, la financiación de los proyectos de
infraestructura de integración deberá ser compartida por los gobiernos, por el
sector privado y por las instituciones financieras multilaterales, entre las
cuales se destacan el Banco Interamericano de Desarrollo, la Corporación Andina
de Fomento, el Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata y el
Banco Mundial.
Los Presidentes señalaron, en especial, la importancia de reglas que favorezcan
el acceso de los países suramericanos a financiamientos de largo plazo y con
intereses adecuados, por parte de las instituciones financieras internacionales,
para proyectos de infraestructura. Destacaron, además, la necesidad de
identificación de fórmulas innovadoras de apoyo financiero para los proyectos de
infraestructura, de manera a estimular la participación de inversores privados y
a movilizar todos los recursos posibles, a semejanza del Fondo Latinoamericano
de Reservas.
Los mandatarios de la región tomaron nota con especial satisfacción del Plan de
Acción para la Integración de la Infraestructura Regional en América del Sur,
que contiene sugerencias y propuestas, con un horizonte de diez años para la
ampliación y la modernización de la infraestructura física de América del Sur,
en especial en las áreas de energía, transportes y comunicaciones, con la
finalidad de configurar ejes de integración y de desarrollo económico y social
para el futuro espacio económico ampliado de la región, teniendo presente, en
particular, la situación de los países que enfrentan dificultades geográficas
para tener acceso por vía marítima a los mercados internacionales.
Los Presidentes enfatizaron el papel motriz de la energía, de las redes de
transporte y de las comunicaciones para la integración de los países de América
del Sur. En ese sentido, los proyectos de infraestructura para la integración
deben de ser complementados mediante la adopción de regímenes normativos y
administrativos que faciliten la interconexión y la operación de los sistemas de
energía, de transportes y de las comunicaciones.
En el campo de los transportes, los países suramericanos tienen como prioridad
la conformación de redes multimodales, que mejor articulen la utilización de las
vías terrestres, fluviales, marítimas y aéreas, así como faciliten el tránsito
fronterizo de personas, vehículos y cargas, además de contribuir para hacer más
dinámico el comercio y las inversiones en el conjunto de la región.
En el sector de energía, la integración y complemento de los recursos del
continente suramericano – en las áreas de carburantes líquidos y gaseosos, en
materia de integración e intercambio de combustibles, como, por ejemplo, gas
natural y de interconexión eléctrica y empresas en energía eléctrica –
constituyen un eje de aproximación entre los países de la región, que debe
ampliarse y mejorarse paralelamente a la preservación del medio ambiente y a la
eliminación de barreras injustificables derivadas de restricciones y reglamentos
en este sector.
Los Presidentes recordaron que el desarrollo de las telecomunicaciones es un
factor indispensable para la constitución de los sistemas de logística y para la
integración de los sistemas energéticos con una perspectiva regional
suramericana. También se apoyan en la infraestructura de las telecomunicaciones
las iniciativas de cooperación entre los países de América del Sur para atender
las demandas de la sociedad de la información.
Paralelamente, los Presidentes de América del Sur reforzaron el compromiso de
atribuir prioridad política aún mayor a las iniciativas nacionales, bilaterales
o subregionales ya en curso con miras a la modernización y al desarrollo de la
red de infraestructura de integración en toda la región, destacando, en ese
sentido, el papel fundamental del sector privado en dicha empresa.
Brasilia, punto de partida
Comunicado I Reunión de Presidentes de América del Sur (IX)
Entendimientos, conclusiones y recomendaciones - Drogas Ilícitas y Delitos
Conexos
Los Presidentes de América del Sur enfatizaron su preocupación por el problema
de las drogas ilícitas y de los delitos conexos en la región, el cual – según
realidades nacionales específicas– puede estar asociado a cuestiones como el
contrabando, el tráfico ilícito de armas y el terrorismo. Se trata de amenazas
que representan riesgos para la integridad misma de las estructuras políticas,
económicas y sociales de los países suramericanos. El compromiso de los poderes
del Estado y del conjunto de la sociedad civil es esencial en la lucha contra
esos problemas.
Reafirmaron el compromiso de América del Sur con los principios que rigen las
relaciones entre Estados y la cooperación internacional en ese campo:
responsabilidad compartida entre los países productores, de tránsito o
consumidores y tratamiento equilibrado que confiera igual énfasis a los aspectos
de control de la oferta, de reducción de la demanda y de tratamiento de los
dependientes.
En lo que respecta a las medidas de control de la oferta, los Presidentes de
América del Sur concordaron en estrechar la cooperación en los campos de la
inteligencia, de las operaciones policiales, del control al tráfico y desvío de
precursores químicos (inclusive la homologación de listas de substancias
controladas en el ámbito regional) y del control al tráfico ilícito de armas,
así como en combatir el lavado de dinero. Los Presidentes decidieron instituir
un mecanismo formal de consultas regulares entre los órganos responsables de la
lucha contra el narcotráfico y delitos conexos.
Reiteraron su apoyo a la búsqueda de actividades económicas alternativas de
carácter sostenible para garantizar ingresos adecuados a la población vinculada
a los cultivos ilícitos, y se comprometieron a orientar a sus representantes
para que examinen fórmulas que faciliten el acceso de los productos alternativos
al mercado regional, en el contexto de negociaciones sobre la liberalización
comercial en la región.
Brasilia, punto de partida
Comunicado I Reunión de Presidentes de América del Sur (X)
Entendimientos, conclusiones y recomendaciones - Información, Conocimiento y
Tecnología
Los Presidentes de los países de América del Sur coincidieron en la percepción
de que las últimas décadas del siglo XX han presenciado la manifestación de una
revolución del conocimiento sin precedentes, cuyas consecuencias afectan todos
los ámbitos de la vida y se dejarán sentir con una intensidad todavía mayor en
el futuro.
Coincidieron en que la vinculación existente entre la producción de ciencia y
tecnología y el nivel de desarrollo de las naciones constituye una premisa que
la realidad ha confirmado de manera persistente. El conocimiento científico y
tecnológico se afirma, por lo tanto, como la base de producción de la riqueza
nacional en todos los planos.
En el ámbito nacional, el acceso al conocimiento y a la información es cada vez
más determinante para impulsar y mejorar la calidad y la eficiencia del sector
productivo, incentivar la creación de empresas de base tecnológica,
especialmente pequeñas y medianas empresas, mejorar las oportunidades de
trabajo, romper los círculos de marginación y pobreza y distribuir de manera más
justa y equitativa la riqueza nacional.
En ese sentido, señalaron la importancia de que la aceleración del acceso a la
nueva era de la sociedad de la información y del conocimiento sea respaldada en
sus países por el fortalecimiento de un sistema de educación continuado, que
asegure la educación en todos sus niveles a los más amplios sectores de la
sociedad y asegure un acceso sin restricciones al conocimiento y a la
información, a través de la incorporación y utilización creciente de las nuevas
tecnologías de la información en los sistemas educativos y del acceso progresivo
de las escuelas y de los centros de formación profesional a la Internet.
Los Presidentes estuvieron de acuerdo con la necesidad de emprender esfuerzos
para implantar una estructura básica de conexión entre la región y las centrales
de Internet en el mundo. Además, concordaron en diseminar servicios avanzados de
redes sobre esa estructura básica, incluyendo, entre otros temas, procesamiento
de alto desempeño, bibliotecas digitales, telemedicina y educación y trabajo a
distancia, para poner el potencial de educación, ciencia y tecnología de la
región al servicio del desarrollo sostenido de cada uno de los respectivos
países.
Reconocieron que, para avanzar en el desarrollo de la base científica y
tecnológica de la región, es necesario estimular la constitución, con sentido
solidario, de redes cooperativas de investigación en áreas estratégicas, cuya
construcción permitirá la articulación de las competencias nacionales y el
fortalecimiento de la infraestructura de investigación, para elevar la capacidad
creativa y la competitividad de los países de la región a un nivel compatible
con las exigencias de una sociedad del conocimiento y de la información.
Los Presidentes registraron que, con la intensificación del comercio en escala
global, se está presenciando una sistemática reducción de las barreras
arancelarias, al mismo tiempo en que se observa un progresivo aumento de los
obstáculos técnicos al comercio de nuestros países. El progreso científico y
tecnológico demanda cada vez más laboratorios y estructuras complejas, operadas
por personal de alto nivel científico y técnico, así como el desarrollo
intensivo y extensivo de la educación superior en todos sus niveles.
A mediano y largo plazo, solamente será posible una inserción superior de los
países suramericanos en la economía internacional con la incorporación
permanente de innovaciones tecnológicas, que eleven el valor agregado de las
exportaciones y mejoren la competitividad regional. El compromiso de aplicar
esfuerzos conjuntos al desarrollo de tecnologías básicas capaces de fortalecer
dichas metas debe figurar entre las mayores prioridades de los Gobiernos
suramericanos.
Los Presidentes de América del Sur decidieron instruir a sus respectivos
Ministros de Relaciones Exteriores para que tomen las providencias para
designar, en coordinación con las áreas competentes, cuando sea necesario,
puntos focales para la puesta en marcha de los compromisos contenidos en este
Comunicado.
Los Primeros Mandatarios agradecieron al Gobierno y al pueblo de la República
Federativa del Brasil por la hospitalidad recibida y destacaron la excelente
organización que permitió el éxito de la Reunión de Presidentes de América del
Sur, al igual que al Presidente Fernando Henrique Cardoso, por la iniciativa y
la invitación que les extendió para este importante encuentro suramericano, que
sin duda marcará un renovado rumbo de entendimiento en la región.
Brasilia, 1º de septiembre de 2000
Fuente: lafogata.org