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Perú

Señal de Alerta por Herbert Mujica Rojas

¡Fuera Manhattan de Tambogrande!*

Si la agricultura es cuatro veces más rentable que la minería, ¿para qué queremos cianurar -es decir contaminar- los ríos y campos de Tambogrande, Piura?

¡Claro, esa pregunta no se la hacen ni los testaferros y mucho menos los mercenarios gana-dólares que trabajan para Minera Manhattan!

Tampoco, por cierto, les importa esclarecer el crimen que se cometió en la persona del ingeniero Godofredo García Baca, líder de los lugareños quien murió asesinado por manos misteriosas.

¿Quién pagó a los sicarios? ¿No se oponía Godofredo a la contaminación minera?

Cuando el pueblo tambograndino votó en junio del 2002 en el elevadísimo porcentaje de 98% contra Minera Manhattan y sus negociados, nos cupo el honor desde la primera plana de Dignidad de colocar un enorme titular: ¡El Perú se llama Tambogrande! ¡Piura dijo no a contaminación minera! Y hoy, nuestra solidaridad militante y férrea con todos esos hombres y mujeres que no le tienen miedo ni a las amenazas, ni a los juicios y tampoco a los alquilados por esa empresa para mentir a troche y moche.
En el Perú no importa la gente. Interesan sí los dólares que traen las exportaciones del oro. ¡Que se jodan esos cholos! dice Minera Yanacocha en Cajamarca y por eso hasta hoy quedan las malas consecuencias del criminal derrame de mercurio en Choropampa, distrito de ese departamento nor-andino.
Igual parecen decir Manhattan-Cedemin y todos los que han hecho denuncios mineros en Piura por cientos de miles de hectáreas. La persona humana, el hombre de a pie, son números, bestias de carga, carne de cañón. ¡Y eso es inaceptable y solivianta la consciencia de los hombres libres! Engaño tras engaño, se ha pretendido disfrazar la contaminación que trae la minería con los términos de "desarrollo, inversión, progreso". Pero nunca se habla del derecho del pueblo tambograndino a escoger su modo de desarrollo.
Tambo enorme desde el Incanato, eso no parece transmitir nada a los palurdos cuyo cerebro funciona con los dólares que paga Manhattan. Esos delincuentes que se hacen pasar como "formadores" de opinión y asesores de "imagen", fletan campañas enormes para decir lo que todos saben que sí ocurre: la contaminación de los campos y ríos y por tanto, el envenamiento progresivo de todo el medio ambiente.
Así es en todo el país cuando se tiene a autoridades cómplices e inmorales en el ministerio de Energía y Minas, comenzando con su ministro, un empleado de la Southern. En el Valle de La Convención, Cusco, constaté y filmé personalmente la contaminación causada por TGP, Techint y Pluspetrol, pero ningún canal grande quiso pasar el vídeo porque de por medio hay fuerzas y presiones mucho más poderosas. En Cajamarca, Minera Yanacocha se está encargando progresivamente de aniquilar el futuro de ese pueblo y, por supuesto, tiene comprados a parlamentarios, periodistas, publicistas. ¡Estos miserables parece que hubieran nacido en otro lado y no en el Perú! Y esta es la misma realidad trasladada al bosque seco que es Piura, donde se encuentra el distrito de Tambogrande. El viento transportará las partículas y resabios del trabajo minero hacia campos, ríos y será el comienzo del fin.

¡Pero ¿qué puede importarle eso a una empresa como Manhattan?: ¡nada de nada! ¡Fuera Manhattan de Tambogrande!

Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz.

*Esta misma columna, todos los días a nivel nacional en Radio Cora a las 7.30 en el programa Desde el Congreso.