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Pontificado del papa Juan Pablo II, el tercero mas largo del catolicismo

Agencias

El pontificado de 26 años de Juan Pablo II es el tercero más largo de la historia, sólo superado por Pío IX (1846-1878) y San Pedro, cuya permanencia en el Vaticano los historiadores la sitúan entre 32 y 67 años.

El Sumo Pontífice, nacido en la localidad polaca de Wadawice, el 18 de mayo del 1920, asumió las riendas de la iglesia católica el 16 de octubre de 1978.

De esa forma, Karol Wojtyla, Arzobispo de Cracovia, se convirtió en el Papa más joven de la religión católica y el primero no italiano desde que en 1552 ese puesto lo ocupó el holandés Adriano.

El primero de los recorridos incluyó un periplo por República Dominicana, México y Bahamas, en enero de 1979, y el más reciente abarcó Suiza, Francia y la ciudad italiana de Loreto, en 2004.

El Sumo Pontífice polaco escribió 14 encíclicas, 13 exhortaciones apostólicas, 11 constituciones apostólicas, 42 cartas apostólicas, y 26 Motu propio.

De igual forma, proclamó 1.320 beatos en 143 ceremonias de beatificación y canonizó 472 santos.

El Papa Juan Pablo II, operado en seis ocasiones, recibió a 17 millones de fieles de todo el mundo, a 426 jefes de Estado, reyes y reinas, así como a 187 primeros ministros, 190 titulares del Exterior y cartas credenciales de 642 embajadores.

Además, fue el primer Sumo Pontífice en visitar una sinagoga en abril de 1988, en Roma, una mezquita (mayo del 2001,la Gran Mezquita de Omeya, en Damasco) y en entrar a una prisión para reunirse con el turco Ali Agca, quien le disparó en 1981.

Entre los pasajes más importantes de su actividad eclesiástica se encuentra la Asamblea Plenaria del Colegio Cardenalicio sobre la Curia Romana, la iglesia y la cultura, así como la situación económica de la Santa Sede, celebrada el 5 de noviembre de 1979.

A ello siguió su primera Carta Apostólica, en la cual proclamaba a los Santos Cirilo y Metodio, junto con San Benito, patrones de Europa, publicada el 30 de diciembre de 1980.

El 13 de noviembre de 1981, en un discurso en la XXI Conferencia de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Juan Pablo urgió eliminar la pobreza extrema, condición en que la vida, dijo, 'sufre tantas limitaciones hasta el punto de estar por debajo de cualquier definición racional de decoro humano'.

Asimismo, el Vaticano publicó la Congregación para la Doctrina de la Fe Libertatis Nuntius sobre aspectos de la Teología de la Liberación.

Ello formó parte de los esfuerzos de Juan Pablo II para fortalecer la estructura de poder de la Iglesia, lo cual había sido cuestionado desde el Concilio del Vaticano II, tras el que estuvo el Papa Juan XVIII.

Tal posición provocó críticas al Vaticano y acusaciones por mantener una posición demasiado conservadora en temas como el divorcio, los métodos anticonceptivos y el aborto.

Con el Papa Juan Pablo II se arreció el control del colegialidad episcopal.

Asimismo, la teología de la Liberación, surgida en América Latina, fue muy reprimida por el Vaticano. Ese movimiento religioso partía de la situación de los pobres, redescubre la personalidad de Jesús a partir del contexto histórico de la Palestina de su tiempo.

Por otro lado, el 10 de octubre de 1987 se realizó la Séptima Asamblea General Ordinaria de Sínodo de los Obispos sobre la vocación y misión de los fieles laicos y en el mundo.

El 13 de diciembre de 1996 se registró otro hecho importante en el catolicismo, cuando el Papa Juan Pablo II y el Patriarca Universal de los Armenios, Karekin I, firmaron en el Vaticano una declaración conjunta mediante la que se afirma la doble naturaleza de Cristo, humano y divina, con lo cual se concretó la unión definitiva con los armenios.

Durante su visita a Cuba, en 1998, el Sumo Pontífice llamó al fin del bloqueo comercial, económico y financiero de Estados Unidos contra esa isla y criticó los excesos del capitalismo al rechazar las fuerzas ciegas del mercado.

El Papa Juan Pablo II se opuso con fuerza a la unilateral agresión anglo-estadounidense contra Irak, en marzo del 2003.

Karol Wojtyla publicó su libro 'Levantaos, vamos', el 18 de mayo del 2004, una de los últimos acontecimientos religiosos importantes de su pontificado.