"MIREN COMO NOS HABLAN DEL PARAÍSO" |
'Bendijo las dictaduras
latinoamericanas', sostiene un colectivo Católico Francés
Critican a Juan Pablo II su "dureza con los servidores progresistas"
La Jornada
Entre el caudal de elogios a la figura del Papa, entre
ellos uno de un arzobispo africano que lo describe como 'Juan Pablo el
Grande', algunos reprocharon este domingo al jerarca de la Iglesia católica su
rigidez frente al tema de la sexualidad y su condena de la Teología de la
Liberación.
Premio Nobel de la Paz en 1980, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, miembro
del movimiento progresista Servicio, Paz y Justicia, recordó hoy los
encuentros que mantuvo con Karol Wojtyla, a quien elogió su 'gran apertura
mental', pero también le reprochó haber 'pretendido establecer una Iglesia
piramidal, algo que se reflejó en su hostilidad a la Teología de la
Liberación'.
Esta corriente surgió en América Latina como consecuencia de las
transformaciones introducidas en la Iglesia por el Concilio Vaticano Segundo
(1962) y algunas de sus expresiones fueron los curas comprometidos con las
luchas populares, o incluso vinculados con guerrillas. En su visita a
Nicaragua en 1996 el Papa proclamó el fin de esta Teología.
Para monseñor Pedro Casaldaliga, uno de los jefes de la Teología de la
Liberación en Brasil, Juan Pablo II era 'un poco duro con los servidores
progresistas que abrían nuevos caminos'.
El brasileño Leonardo Boff, otro portavoz de esta corriente, considera que
Karol Wojtyla 'nunca entendió (la Teología de la Liberación) ya que sus
orígenes polacos le impidieron ver que en América Latina el enemigo no era el
comunismo ni el nazismo, sino las elites desprovistas de sensibilización
social'.
'El lee América Latina con ese código y dice: esa teología, ese tipo de
Iglesia, sirve de Caballo de Troya para la entrada del comunismo, y el
comunismo va a disolver a la Iglesia', prosiguió Boff, quien en 1992 abandonó
el sacerdocio tras varios altercados con la doctrina de la Congregación de la
Fe del Vaticano (ex Inquisición).
Otros destacaron el 'dualismo' de Juan Pablo II -pieza esencial en el derrumbe
del comunismo, visitó la Cuba de Fidel Castro y se opuso a la invasión de
Irak-, que atribuyeron a la peculiar historia de su país natal.
El Papa polaco 'que sufrió la opresión del nazismo en carne propia, quiso
impedir la influencia del marxismo en la Iglesia, pero tuvo suficiente visión
como para asumir las necesidades de los desvalidos', afirmó el obispo
brasileño Cándido Padin.
Ese dualismo 'convirtió a Juan Pablo II en líder mundial, pero costó caro en
el ámbito interno de la Iglesia', completa el teólogo también brasileño Oscar
Beozzo.
Conservador a ultranza
Los analistas latinoamericanos destacaron también la férrea oposición del
difunto Papa al divorcio y al uso de preservativos para prevenir el SIDA. Para
el diario colombiano El Tiempo, 'la amplitud y el sentido avanzado que
demostró Juan Pablo II en otros temas no permearon su posición en torno a la
moral familiar, que fue siempre conservadora a ultranza y ensanchó la brecha
entre lo que la jerarquía predica y lo que los católicos aplican'.
En Argentina, el diario Clarín llamó la atención sobre la existencia de una
'olla a presión en el Vaticano colmada de enormes temas pendientes que son del
mundo y de la Iglesia también, desde el papel de la mujer hasta el celibato,
los avances biológicos o la cuestión de los homosexuales'.
En Europa, el colectivo francés 'Nosotros también somos la Iglesia', que dice
representar a unos 23 grupos de católicos, acusó a Juan Pablo II, en un
comunicado publicado hoy, de 'consentir' y 'bendecir' las dictaduras
latinoamericanas, 'atentar contra la libertad de la mujer' y de vincular al
Vaticano con grupos financieros 'peligrosos', sin dar más detalles a este
respecto.
Juan Pablo II deja a la Iglesia en 'una crisis de confianza y de esperanza',
afirmó por su parte el reconocido teólogo suizo Hans Kueng, a quien el
Vaticano prohibió enseñar en 1979, el año siguiente a la asunción de Karol
Wojtyla, por haber puesto en duda la infabilidad del Papa.
Wojtyla 'predicó los derechos humanos en el extranjero pero se los negó en el
interior a los arzobispos, a los teólogos y sobre todo a las mujeres', había
dicho Kueng en marzo pasado, cuando también estimó que Juan Pablo II 'no es el
Papa más grande del siglo XX, sino el más contradictorio'.
En Estados Unidos, Joanna Manning, cofundadora del grupo Catholic
Organizations for Renewal (Organizaciones Católicas para la Renovación),
destacó que Juan Pablo II restableció la concepción de una mujer sumisa en la
que la Virgen María encarnaría la feminidad.
'Esto se explica en parte por su pasado. (....) Su madre murió cuando él era
pequeño y él proyectó la nostalgia de una figura materna sobre las mujeres en
general', opina.
A su vez, muchos fieles de ese país han reprochado a Juan Pablo II el haber
dejado pasar demasiado tiempo antes de reaccionar a las masivas acusaciones de
abuso de menores por parte de sacerdotes.
Por su lado, China -que no tiene relaciones diplomáticas con el Vaticano-
expresó sus condolencias, pero aprovechó para desear que 'bajo el liderazgo
del nuevo Papa' haya una mejoría en los contactos bilaterales.
También el patriarca ortodoxo ruso, Alexis II, dijo este domingo que espera
una mejora de las relaciones con el Vaticano. La Iglesia ortodoxa rusa ha
acusado a la católica de expansionismo en territorios 'tradicionalmente
ortodoxos' de Ucrania.