"MIREN COMO NOS HABLAN DEL PARAÍSO" |
El nuevo papa y el ocaso de los dioses
Profesor J
Después de la Segunda Guerra, acabado el reinado de Pío
XII, cura caracterizado por su descarada colaboración con el fascismo, el
capital había entrado en un proceso de reordenamiento adecuado a sus
necesidades... De perogrullo, pero hay que sacarlo del baúl del tiempo y
ventilarlo, de otro modo la sociedad del espectáculo y el oportunismo campean
como Pedro por su casa.
¿Cuál fue la salida? El Plan Marshall y el fuerte papel del estado como
administrador de los circulantes, además, óbvio, del control de la población
aturdida por los encendidos discursos patrióticos, de paz y de derechos
humanos, temas que no interesaban para nada a las potencias antes de... Ahora,
los nazis a la picota y Nuremberg ocupa el centro de la noticia. La quema del
Judas. Dos o tres a la hoguera en el show de la democracia para decirnos que
el sistema es bueno y sólo se trató de que asumieron las riendas del poder los
que no debían... fantasma que queda para el futuro, como luego Pinochet y
Schafer, los malvados que echan pelos en la leche, como Collor de Melo en
Brasil al que quemaron como corrupto para salvar el modelo. En fin, uno tras
el otro, y los diarios venden el más simplón sensacionalismo, como la muerte
de Wojtyla, un tipo como otros, sólo que a la cabeza del más poderoso aparato
ideológico del planeta, de modo que hay que llenar la fila del funeral, para
quedar bien con el siguiente y de paso dar pauta para un empujoncito a los que
cortan el queso entre cuatro paredes cerradas a candado.
Así, después de la segunda guerra, entre bombos y platillos, el capital abre
su mano a los ansiosos burócratas de la izquierda y se inauguran los frentes
populares, truco capitalista para evitar la autonomía de la lucha social. La
URSS entrega sus peones firmando los acuerdos de Yalta para el reparto del
mundo. La izquierda se vuelca alegremente al Forro de Porto Alegre, perdón,
digo al Consejo Mundial de la Paz, donde los humanistas se dan cita para
asegurar la ideología corderil y la conciliación de clases.
La URSS convence, no sin reticencias de algunos no tan corderos, al PC
italiano de desmantelar el poder popular, como más tarde haría con el PC
portugués, desarmar al pueblo y retirarse de las regiones liberadas por los
partisanos, que se quedaron con el Bella Ciao en la boca. La película 900 de
Fellini es un grito de dolor y de protesta del cineasta por este crimen
histórico realizado por el frentepopulismo, donde aparecen estos partisanos
desenterrando las armas y las banderas para entregarlas llorando a los
camiones del ejército yanqui ocupante.
Vergüenza, traición, estigma. El poder popular transado por los apetitos de
poder institucional.
La clase obrera y los pueblos a nivel mundial son sometidos a esta nueva
realidad de conciliación.
Los curas, obviamente, para nada iban a poner de cabeza otro fascista como el
Pío aquel, aunque candidatos nunca faltan -tienen para todos los gustos y
necesidades, no os preocupéis- y escogieron uno acorde con la dinámica del
capital, cumpliendo a la altura con su papel de organizar el ganado de ovejas,
reubicar a los descarriados y traerlos de vuelta al redil institucional.
Eligen a Juan XXIII que lanza la llamada Doctrina Social de la Iglesia, que
obviamente no habrían ni insinuado cuando mandaban a los disidentes a la
hoguera ni cuando coqueteaban con el Duce.
Elemental, mi querido Watson. Juanito publica la trilogía de las encíclicas
principales que son distribuidas por millones en parroquias, escuelas,
periódicos y cuanto medio se les puso por delante: Urbi et Orbe, Populorum
Progressum y Rerum Novarum.
Los partidos Democrátas Cristianos, en especial el italiano, el alemán y por
estos lados el chileno, así como muchas organizaciones socialdemócratas,
sindicales y pastorales, se lanzan a predicar la buena nueva. Aleluya! la
verdad ha llegado! Estos textos permitieron seducir mejor a la población
laboriosa para continuar manejando las máquinas -y, dicho sea de paso,
asegurando la continuidad de la ganancia- con el favor del estado de
bienestar, el welfare state adecuado a la política económica keynessiana y al
fordismo en pleno auge. El resultado económico más notable se percibió en el
corto plazo en Alemania y Japón, extrañamente los países que habían liderado
el llamado eje del mal, algo así como los Claro, los Edwards, los Matte y los
Angelini, que pusieron al títere Pinochet para que el muy burro después pagase
los platos rotos.
Luego viene la época del fin del modelo, adiós al estado de bienestar y a la
política keynessiana, viene el neoliberalismo y la globalización, a Keyness le
sucede Friedmann y la Escuela de Chicago, al fuerte rol del estado le sucede
el libre mercado, al fordismo el posfordismo, a la estabilidad laboral -defendida
por la doctrina social de la iglesia- le suceden la inestabilidad y la
precariedad.
Wojtyla en Polonia capta claramente el mensaje y consigue agrupar desde
halcones fascistas hasta troskistas detrás de su protegido Lech Wallesa y el
sindicato Solidarnost. Se transformó en la carta papal de la nueva época de
fin de la doctrina social, presentándose como firme defensor del libre
mercado, ejerce notable influencia hacia países vecinos, en especial Hungría,
donde George Soros, hábil empresario, se suma también a la nueva dinámica y
emerge después de la caida del muro como uno de los más ingeniosos
capitalistas que circula enormes masas financieras evadiendo los estados
forzando ajustes y nuevas reglas.
Obviamente era Wojtyla el favorito y eso explica la rara casualidad de que uno
o dos que siguieron a Juan XXIII tuvieran vida efímera...
Llegado el polaco a la curia principal, se expande notablemente el trabajo
contra la politización e izquierdización de multitudes de curas y monjas
honestos que descubren que es posible y pertinente la organización y lucha
social extra institucional, aunque la mayoría se inclinó siempre al respeto de
las reglas establecidas (de otro modo eran enviados a África a hacer
apostolado...), en especial los procesos electorales de construcción y
manipulación de población cautiva. Se desarrolla fuertemente la línea del
rescate de la fé y la Renovación Carismática, en contraposición a dos
tendencias que se abrían paso en los curas vinculados a lo social: el
marxismo, por una parte, muy arraigado en los curas obreros, y la autonomía,
por la otra, mediante el reconocimiento y respeto a la diversidad y aún la
posibilidad de surgimiento de nuevas formas de pensamiento y autoorganización
donde la espiritualidad es vivida en la comunidad sin necesidad de la
verticalidad de un ser supremo, lo que naturalmente para muchos es una grave
herejía. Dios me valga! El capital ha debido enfrentar nuevas formas de
resistencia y lucha social, esta vez sin las viejas direcciones de los
partidos de izquierda, carentes de un modelo para promover en el marketing
ideológico. Seattle, Praga, Gotemburgo, la insurgencia zapatista, las
ocupaciones de tierras en Brasil, el resurgimiento de las luchas nacionales,
etc. van constituyendo un nuevo panorama de difícil manejo para el poder.
Tobin ofrece una fórmula salvadora: cobrar una tasa a la circulación
financiera. Ramonet y Cassens recogen el guante y crean Attac, la Susan George,
presidenta de GreenPeace, deja gente de su confianza en la ONG y se integra
como vice de Attac Francia. Dios los cría...
En Brasil, Lula se especializa en la negociación y conciliación con los
empresarios. La alianza con Ramonet no se deja esperar y dan forma al proyecto
de la humanización del capitalismo, con la tasa Tobin, hasta tener con qué
sustituirlo, es decir, hasta contar con un modelo aceptable con el cual
competir, digamos, sin necesidad del capital. Raro, pero así está planteado,
por lo que en el fondo no es más que una nueva estrategia reformista y
fentepopulista de acceso paulatino al poder. Eso de "hasta tener con qué
sustituirlo", además de falso, pues hay propuestas populares, tiende a
producir en el campo social un estado de indefensión que les permita a estos
humanistas erigirse como salvadores y representantes. Por eso la constitución
de bloques de sociedad civil entre ONGs, iglesias y sindicatos. Una nueva
modalidad de intermediación con el estado que viene en refuerzo de los
alicaidos partidos, que con ese oxígeno se levantan otra vez, aunque con
programas miserables de administración del capital y neo conciliación de
clases. Así se levanta la nueva ola de frentes populares similar a la pos
guerra.
Con esta nueva propuesta proveniente del capitalismo, por lo que Attac no es
más que una quinta columna del capital, se lanza el Forro de Porto Alegre con
apoyo financiero de la Fundación Ford y se elabora la plataforma de la
victoria electoral de Lula.
El papel de la izquierda es acabar con la autonomía social y reordenar la
dinámica popular de resistencia en función de la cohesión estatal.
Evo Morales es un claro ejemplo de ello. Es sólo bajo esa condición que el
capital ha suministrado financiamiento, contactos, ministros, préstamos,
renegociaciones, accesos, etc. a los gobiernos progresistas. Es decir, la
izquierda le saca las castañas del fuego al capital administrando los estados,
la economía y controlando a la población. Mejor no podía ser para el
capitalismo.
La victoria de Prodi en las regiones italianas indica que en breve este ex
comunista de la vieja línea de Yalta y del eurocomunismo será primer ministro,
lo mismo que se espera en México si se soluciona el problema del desafuero
contra el candidato de la izquierda. Pero en México una victoria electoral de
la izquierda es diferente de otros países, ya que ese país cuenta con sólidas
organizaciones sociales locales que no se subordinarán a las instituciones,
sino más bien seguirán avanzando en las autonomías territoriales. Como el
capital no está seguro de un plan para someter a los irreductibles zapatistas
y demás comunidades autónomas, aún no se decide a apoyar al candidato
izquierdista como lo hizo en Uruguay, por ejemplo, o como lo hará con la
Bachelet en Chile. Tampoco en Ecuador es problema que gane la izquierda, ya
que, como se vio, si el presidente se desvía, las organizaciones populares se
retiran y continuan su proceso de construcciones locales, de modo que bien
haría el MST en retirarle el apoyo a Lula como hizo la Conaie con Lucio
Gutiérrez.
Por todo ello Prodi será apoyado en Italia por las principales instancias del
capital. Nada de extraño sería que apareciera Benetton adscribiendo a su
candidatura. La iglesia católica obviamente lo preferirá, por lo que, sumando
lo anotado anteriormente, tenemos que el nuevo Papa no podrá ser el fascista
alemán ni el ultra fascista Sodano, íntimo amigo de Pinochet, cuya fea caida
con las manos en la masa no favorece su candidatura. El nuevo Papa tendrá que
apoyar el reordenamiento de la población en función del programa de
humanización del capitalismo con cara progresista.
El candidato hondureño es vinculado a la teología de la liberación y seguidor
del peruano Gutiérrez, quizás bastante apropiado para los nuevos vientos
progresistas y humanistas del capital, pero un tanto débil para combatir a las
organizaciones autónomas y resistentes, aunque su proximidad permitiría la
infiltración para la neutralización, cuestión en que los cristianos son
expertos desde la época de los romanos y los leones, manteniendo siempre una
pata en el poder y la otra entre los oprimidos, esto es, mientras unos, en
especial las jerarquías eclesiásticas, viven en la opulencia del buen comer y
del buen beber, los otros, los sacrificados predicadores deben ser comidos por
los leones, como sucedió en Chile con los curas que eran torturados,
asesinados y desaparecidos mientras Sodano se daba la gran vida palmoteando
las espaldas de Pinochet.
Por estrategia de largo aliento el candidato hondureño ofrecería las mejores
condiciones, además favorecería el aislamiento de las Farc coadyuvando a las
negociaciones del gobierno colombiano con el ELN, que aparece como la
guerrilla más flexible, aunque es la más clara estrategicamente, pues su
política apunta al reconocimiento de las autonomías locales y no a su
subordinación como las Farc.
Por otra parte está el candidato italiano, también de la línea de la teología
de la liberación, que cuenta con la ventaja adicional de mantener la tradición
del Papa italiano, quebrada con Wojtyla después de 400 años. Los candidatos
brasileño y nigeriano no son progresistas por lo que tienen pocas
probabilidades, aunque no tienen la caracterización de derecha tan acentuada
como el alemán y menos como Sodano, por lo que tampoco son descartables.
Si la izquierda hoy saca las castañas del fuego del capital y si las
organizaciones sociales continuan profundizando la autoorganización, esta
izquierda sigue siendo necesaria para combatir y frenar el desarrollo
estratégico del poder popular. Pensamos que el capital va a seguir insistiendo
en el apoyo a la humanización, por lo que las mayores posibilidades se
inclinarían hacia el hondureño y el italiano.
La elección del hondureño desataría una ola de simpatía en el continente,
donde la iglesia católica se encuentra amenazada por dos vertientes: la
primera es el aumento vertiginoso de los grupos evangélicos, que crecen como
callampas en barrios periféricos de las ciudades y sectores campesinos; por
otra parte existe el peligro del crecimiento de la cosmovisión originaria,
teniendo en cuenta que la CIA ha señalado a la organización de comunidades
indígenas como uno de los principales peligros en el continente. Así, el nuevo
Papa tendrá que ejercer una fuerte y simpática diplomacia hacia esos dos
sectores, en especial rescatando la práctica del ecumenismo y promoviendo el
respeto a la diversidad, cuestión en que el hondureño lleva las de ganar.
El desarrollo de la autonomía indígena es acompañado en el continente por una
fuerte tendencia urbana y campesina también a la autoorganización y búsqueda
de caminos propios, con los consiguientes "riesgos" de la autonomía del
pensamiento emergente de nuevos sujetos sociales que para nada aceptan el
verticalismo y autoritarismo de las ideologías, del estado ni de los dioses.
Ese es un peligro estratégico que los pícaros arzobispos y cardenales no
dejarán de considerar.
Y si se equivocan, no cuesta nada acortar la vida del elegido, lo que ya es
tradición milenaria y ha sido hecho incontables veces en las catacumbas,
pasajes, cámaras secretas y los siniestros pasillos del Vaticano.
Así que demos la bienvenida al nuevo Papa afilando estacas para profundizar
aún más la autoorganización social rechazando los cantos de sirena de la
humanización.
Profesor J