País Vasco
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Batasuna promueve un preacuerdo para alcanzar el diálogo multipartito
Atribuye la situación de «bloqueo» a un intento de que el proceso sea de
«rendición»
Batasuna considera que el proceso de resolución abierto en Euskal Herria se
encuentra en un estado de bloqueo que atribuye a un intento del Gobierno español
de «cambiar los objetivos», eludir los contenidos políticos y apostar por «un
proceso técnico, de rendición y humillación». Como solución a esta situación, la
formación independentista plantea suscribir sin más demora entre los agentes
políticos vascos un «preacuerdo» que dé paso al diálogo multilateral.
Gara
Batasuna utilizó ayer la palabra «bloqueo» para definir el estado actual del
proceso político abierto en EuskalHerria, una situación que atribuyó al intento
de «cambiar los objetivos y plantear un proceso técnico» basado en conseguir «la
humillación y la rendición» de la izquierda abertzale.
Con este diagnóstico, Arnaldo Otegi, que compareció acompañado por sus
compañeros en la comisión negociadora de Batasuna Rufi Etxeberria y Arantza
Santesteban, planteó como «terapia» la necesidad de alcanzar entre los agentes
políticos un «preacuerdo» que dé paso a «un diálogo multilateral» para debatir
sobre cómo dar la palabra y la decisión sobre su futuro a la ciudadanía vasca.
En su exposición, el líder independentista planteó cuatro preguntas a las que
dio respuesta desde el punto de vista de la izquierda abertzale.
Objetivos del proceso
Otegi comenzó reiterando que el objetivo de este proceso ha de ser «superar
definitivamente el conflicto político que desde hace siglos enfrenta a
EuskalHerria con los estados español y francés». El camino para ello, subrayó el
portavoz de Batasuna, ya ha sido fijado por la mayoría de la ciudadanía vasca:
«El reconocimiento de este pueblo y el respeto a su palabra y a su decisión».
Otegi constató que existe una demanda para crear un nuevo escenario jurídico y
político, y que para dar respuesta a ello es necesario alcanzar «un acuerdo
entre diferentes, que tenga en cuenta la pluralidad del país y que dé una salida
a todas las consecuencias del conflicto: presos, represaliados, víctimas,
desmilitarización».
«Estamos hablando de un proceso integral, que es la hoja de ruta que marca la
sociedad vasca. Este es el proceso que quiere la ciudadanía de Euskal Herria»,
apostilló.
¿Qué está pasando?
Una vez sentadas estas premisas, Arnaldo Otegi pasó a ofrecer el análisis que
hace Batasuna de lo acontencido en los meses de julio y agosto. «Para nosotros,
está claro que hay una intención de cambiar los objetivos del proceso,
modificando su dirección y sus contenidos, y utilizando para ello la represión».
Explicó que se está buscando conformar «un proceso técnico, de rendición, sin
entrar a las raíces políticas del conflicto. Eso es lo que está ocurriendo
durante los últimos meses. Y es especialmente grave, porque además se está
intentando hacer mediante la represión».
Como ejemplos citó «la huelga de hambre indefinida que lleva a cabo el preso
Iñaki de Juana Chaos, las nuevas citaciones judiciales, las ilegalizaciones, las
prohibiciones o las intoxicaciones.
Todo eso está encima de la mesa y refleja la cruda realidad del momento actual».
Para Batasuna, estos ataques «tienen un objetivo claro. No se trata de golpear a
la izquierda abertzale, sino de cambiar los objetivos democráticos, hacer un
proceso técnico, plantear un proceso de rendición y humillación que a fin de
cuentas no dé salida al conflicto. Eso es grave, pero es la lectura que nosotros
hacemos».
El diagnóstico
Ante esta situación, el portavoz independentista definió la situación como de
«bloqueo», al tiempo que recordó que «la izquierda abertzale se comprometió
públicamente a no mentir a nadie, ni a este pueblo, ni al Gobierno español, ni a
ETA. Siempre dirá la verdad. Y en virtud de ese compromiso, hoy decimos, con
toda serenidad y sin dramatismos, que el proceso está bloqueado».
Esta percepción no coincide con la del Gobierno español. El lunes, el secretario
de Estado de Comunicación y portavoz oficioso de Rodríguez Zapatero, Fernando
Moraleda, manifestó que el proceso «pasa por una buena situación» y que «avanza
de una manera razonable».
Otegi apuntó al respecto que «no vamos a negar que ha habido pasos positivos,
como la declaración de Zapatero en junio o la reunión pública con el PSE.
Desgraciadamente, en vez de continuar por ese camino, en vez de mantener esa
dinámica, se ha puesto de nuevo en marcha un proyecto para condicionar el
objetivo del proceso».
Por ello, instó a quienes dicen que las cosas van bien a que «expliquen en qué
van bien. ¿Cuáles son los datos para decir eso? ¿La situación de los presos? ¿La
de la izquierda abertzale? ¿Las intoxicaciones que se repiten constantemente?
¿La falta de voluntad política?».
¿Cómo salimos del bloqueo?
Para Batasuna, el primer paso para salir de esta situación de bloqueo pasa
por centrarse en el núcleo del proceso, en su contenido político. Y el segundo
paso sería «pasar sin demora de la fase de negociaciones a un preacuerdo que
recoja aspectos que para nosotros son bastante razonables: qué principios, qué
compromisos y qué objetivos tenemos todos en este proceso, y cómo vamos a
hacerlo. Este preacuerdo daría paso al diálogo multilateral, y eso consolidaría
el proceso».
En el marco de este análisis, Otegi declaró que mantiene todavía un «optimismo
prudente», e insistió en que la apuesta de la izquierda abertzale pasa por
«llevar este proceso hasta el final», para que «sea efectivo en el camino de
superación del conflicto».
Preguntado por las últimas citaciones del juez Garzón respecto a la movilización
convocada para el sábado en Altsasu, certificó que la Audiencia Nacional actúa
como «vanguardia de la estrategia de represión», y recordó que este «tribunal de
excepción» es «heredero» del Tribunal de Orden Público (TOP) franquista.