Pa�s Vasco
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Sobre �ltimos
acontecimientos en el Pa�s Vasco
Independentzia eta Sozialismorantz
EUSKAL HERRIA, PASO A PASO
Servicio informativo de ASKAPENA N� 162
LAS MOVILIZACIONES QUE EL GOBIERNO NECESITABA.
El gobierno de Espa�a hab�a ido preparando minuciosamente un proceso de
liquidaci�n de ETA: conversaciones secretas, acuerdos bilaterales,
incumplimiento de los acuerdos, represi�n continua contra los interlocutores
para irlos sometiendo, proyectar la imagen de que el proceso avanzaba para hacer
inviable la respuesta de ETA o para que tuviera un costo pol�tico muy
elevado?EL Gobierno tambi�n ten�a dise�ada la agitaci�n social que activar�a si
la organizaci�n comunicaba la reanudaci�n de la actividad armada.
Los c�lculos le fallaron: ETA no emiti� ning�n comunicado previo y, en contra de
las previsiones, atent� en Barajas. El Gobierno de Madrid -que 24 horas
antes anunciaba la buena marcha del proceso- quedaba en situaci�n de gran
debilidad. Debilidad que la derecha aprovech� desde el primer momento para
golpear a un Gobierno desbordado por los acontecimientos. El PSOE necesitaba
un reducto en el que refugiarse, pasar la factura del atentado a la izquierda
vasca y conseguir un respaldo social a la l�nea que hab�a mantenido durante los
nueve meses de alto el fuego. La existencia de dos muertos -y emigrantes- le
ofrec�a una oportunidad de oro para caldear el ambiente; y para incorporar a la
poblaci�n emigrante en el frente social contra de la organizaci�n armada vasca.
La Manifestaci�n de Madrid Lo ocurrido colocaba en una situaci�n embarazosa
tambi�n a la derecha espa�ola. Durante nueve meses, en los que no hab�a habido
muertos, el PP hab�a exigido al Gobierno que rompiese todo contacto con ETA. Se
produce el atentado, se contabilizan dos muertos y el PSOE -sin perder
tiempo- pone en marcha la campa�a que hab�a dise�ado. �C�mo se colocaba la
derecha? Su primera reacci�n fue la de atacar al PSOE llevando la confrontaci�n
pol�tica a la confrontaci�n f�sica. Varios dirigentes del PSOE que participaban
en una concentraci�n delante del ayuntamiento de Madrid tuvieron que buscar
refugio ya que grupos de extrema derecha intentaron agredirlos. La segunda
reacci�n fue la de evitar por todos los medios que el PSOE capitalizase la
movilizaci�n que hab�an convocado los sindicatos afines al Gobierno y la
Federaci�n de emigrantes ecuatorianos; su estrategia consist�a en exigir en el
lema de la manifestaci�n t�rminos y conceptos que caracterizan las
reivindicaciones de la ultraderecha. La UGT- terminal del PSOE en todo el
organigrama- se opuso tenazmente pues no quer�a concederle a la derecha el
protagonismo que reclamaba. Al fin, y urgida por incontables presiones, la UGT
acept� incorporar los lemas que exig�a la derecha. Esta, manteniendo su l�nea de
boicot, no s�lo no se adhiri� a la manifestaci�n sino que exigi� que se
desconvocara. Su postura ha merecido fuertes cr�ticas incluso desde sectores
cercanos.
Por eso, inmediatamente, ha querido recuperar la calle convocando a otra nueva
exhibici�n de fuerza ultra para el 3 de marzo.
Las movilizaciones de Euskal Herria La de Iru�ea: Fisuras y v�nculos La actitud
del PP, rechazando la participaci�n, dejaba en una situaci�n muy incomoda a
Uni�n del Pueblo Navarro, ap�ndice del PP en casi todos los temas �Qu� hacer?
UPN no quer�a respaldar al PSOE pero tampoco quer�an quedarse al margen en una
concentraci�n que se presum�a concurrida; hay que tomar en cuenta que el
porcentaje de ecuatorianos en Navarra es alto. Dejaron traslucir su
malestar con el PP por el dilema en que lo coloc�, acudieron unos pocos
representantes de la derecha Navarra, los m�nimos necesarios para dejar
constancia de su presencia. El vasquismo reformista tampoco tuvo problema para
acudir y junto a ellos, seguidores incondicionales del Partido Socialista. Con
todos los apoyos, el PSOE sali� reforzado en su pol�tica represiva y no
negociadora.
Hubo fisuras, sin embargo, con la poblaci�n ecuatoriana. Los portavoces de estos
hab�an pedido que no se hiciera hincapi� en le ?terrorismo de ETA?. Pese a ello,
y durante la concentraci�n, sectores de ultraderecha sacaron carteles con �ste
lema.
La manifestaci�n de Bilbo: ruido de navajas Cuando el proceso estaba bloqueado,
el Presidente vascongado hab�a hecho alg�n comentario en el sentido de que
habr�a que movilizar a la sociedad para activar el proceso. Semejante idea no se
ajustaba a la estrategia que hab�a dise�ado el PSOE y que segu�a a pie juntillas
el PNV: ?no mover nada y dejar que la situaci�n se estanque ya que la tenemos
controlada?. Al ocurrir la acci�n armada de Barajas, las cosas cambiaron:
siguiendo la estrategia de Madrid, hab�a que movilizar a la sociedad pero �con
qu� lema?. El PNV no ten�a la menor duda: culpabilizar a ETA. El
Presidente, algo m�s independiente con el PSOE, cre�a que hab�a que reafirmar la
validez de la paz y el di�logo.
El Presidente del PNV y el del Gobierno Vascangado discutieron el d�a 5
de enero sobre la iniciativa y el lema. El Presidente, ganando tiempo, anunci�
esa misma tarde una manifestaci�n para el d�a 13 con el lema ?Paz y Di�logo?.
Mal cay� la iniciativa en su propio partido y peor en la sede del PSE. As� y
todo, el d�a 7 de enero, el Secretario de los Socialistas vascos confirm� su
asistencia a la convocatoria, dejando claros sus desacuerdos con la misma. Pero,
pronto surgi� un fantasma. La izquierda independentista vasca llevaba meses
reclamando paz y di�logo; se sent�a parte de la sociedad convocada y llevaba
meses advirtiendo de que renunciar�a a cualquier protagonismo si eso ayudaba al
proceso. �Qu� ocurrir�a si se sumaba a la marcha? Se encendieron las alarmas. El
PSE ya advirti� ?con un talante nada democr�tico- que si acud�a la izquierda,
ellos se quedar�an en casa.
El PNV, afectado por una especie de histeria colectiva, incrementaba sus
exigencias para ahuyentar a los ?malos?. Los c�rculos cercanos a Ibarretxe
recomendaban mantener el lema pero todo este discurso se resquebraj� cuando la
izquierda anunci� su asistencia.
El Presidente vascongado, sometido a una presi�n brutal por los partidos,
especialmente por el suyo, cambi� el lema ?para cerrar la puerta a los
violentos?. El PP rechazo en todo momento la asistencia a la convocatoria,
la izquierda decidi� no acudir porque hab�an adulterado el proyecto inicial. El
PSOE consigui� imponer su esquema.
En el PNV se impuso el aparato del partido, muy proclive a lo acuerdos con
Madrid. El sector m�s nacionalista del partido, que se ve�a reflejado en el lema
inicial, qued� desbordado. La burgues�a vasca, una vez m�s, ha optado por el
colaboracionismo apoyando la estrategia agresiva del Gobierno de Madrid.
Euskal Herria, 16 de 2007.
Fuente: lafogata.org