La política carcelaria del Gobierno Español se ha llevado por delante la vida de dos presos vascos: Igor y Roberto. Éste último, delegado y liberado de LAB en Osakidetza, en prisión preventiva desde hace casi tres años.
La política carcelaria del Gobierno Español se ha llevado por delante la vida de dos presos vascos: Igor y Roberto. Éste último, delegado y liberado de LAB en Osakidetza, en prisión preventiva desde hace casi tres años.
No han sido tristes accidentes, ni sucesos fortuitos, ni algo inevitable. Han sido muertes diseñadas, como lo es la política carcelaria que se aplica a las presas y presos vascos: la dispersión, el aislamiento, las condiciones extremas de vida, los obstáculos para la comunicación, las ínfimas condiciones sanitarias... es esa política arbitraria, vengativa y de castigo que se infringe contra ellos y ellas y sus familiares la que ha provocado la muerte de Igor y Roberto.
Esta política carcelaria de exterminio es uno de los instrumentos de chantaje y presión política que el Gobierno Español viene aplicando. De hecho, estas muertes se dan en un contexto político muy concreto, en un momento en que la izquierda abertzale sigue apostando por abrir un escenario de negociación y soluciones políticas.
Pero ante esta grave situación acrecentada por la actitud provocativa del PNV y la Ertzantza, es necesario responder con serenidad y firmeza. Hemos denunciado y exigido el fin de la dispersión de mil y una maneras; sin embargo, ante unos sucesos tan dramáticos y serios como estas dos muertes y ante la posición del Gobierno español, es necesario dar un paso adelante contra la dispersión y a favor de un proceso de soluciones políticas.
Por eso, LAB llama el día 9 a una jornada de huelga y movilización. Una jornada para decir que ya basta a esta situación y decir sí a un proceso de soluciones democráticas.
Es necesario ir hacia delante y blindar un proceso de soluciones, desde el protagonismo social y la respuesta a todo tipo de provocaciones y chantajes. La jornada del día 9 tiene que ser una respuesta a las muertes de Igor y Roberto, la reivindicación de que la política de dispersión termine de una vez por todas, así como un compromiso y exigencia de un proceso de soluciones políticas.
El mejor homenaje a Igor y Roberto es avanzar hacia la paz y hacia un proceso de soluciones políticas, desde el respeto a Euskal Herria y su voluntad.