País Vasco
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Carta de Pepe Beunza* al tribunal del proceso 18/98
Sra. Presidenta, señores miembros del Tribunal:
Les escribo esta carta con mi mejor voluntad, consciente de lo difícil que debe
ser impartir justicia en una sociedad donde las desigualdades tanto sociales
como humanas, son tan evidentes.
El macro proceso del sumario18/98 me preocupa enormemente, pues juzgan a algunos
amigos míos. Tal vez mi propia experiencia les pueda ayudar.
En enero de 1971 me declaré objetor de conciencia noviolento al servicio
militar. Consejos de guerra, cárceles, batallón de castigo en el Sahara y todo
tipo de penalidades fue la respuesta. Treinta y cinco años más tarde, con cerca
de un millón de objetores e insumisos y un servicio militar voluntario, creo que
la realidad es bastante mejor y yo me siento orgulloso de haber sido no sólo el
iniciador sino también el organizador y coordinador de los diez primeros años de
campaña. Pagué un precio muy duro, pero valió la pena y ahora sigo luchando por
el desarme, pues aún queda mucho trabajo en esta sociedad tan profundamente
violenta y armada en la que vivimos.
Pues bien, en el verano del 71, estando preso en la cárcel de políticos de Jaén,
tuve que soportar, con humillación y rabia, que en las Cortes franquistas
dijeran, destacados parlamentarios, que la objeción de conciencia del
jovencito Beunza era una maniobra comunista. Había dedicado yo cuatro años a
preparar la acción, viajes al extranjero, charlas, búsqueda de apoyo, a veces en
la más absoluta soledad, y después; el mérito se lo llevaban los comunistas. En
aquella época todo lo que se movía contra Franco, toda lucha por los derechos
humanos y la democracia, era considerado por la Policía y el Gobierno como
actividades promovidas por Moscú, con lo que el prestigio que daban al Partido
Comunista era extraordinario. Por surrealista que parezca, así era la realidad.
Me parece que con el macro proceso está pasando algo parecido. No conozco a
todos los procesados, sólo a algunos; sin embargo, en un editorial de ;El País,
con motivo del inicio del juicio, ya se los consideraba a todos culpables de
colaborar con ETA.
Como los que yo conozco no son colaboradores de ETA, me hace poner en duda todo
el sumario. El juez Garzón, cuya fama en otras causas de defensa de derechos
humanos es muy conocida, creo que se equivoca en este sumario y me recuerda lo
que me pasó a mí en la época franquista. Al atribuir a toda disidencia radical,
cultural o política la colaboración con ETA, no hace sino prestigiarla
dificultando una salida pacífica al complejo y largo conflicto vasco. Me parece
que es él quien se convierte objetivamente en colaborador de ETA, al actuar en
un tema tan delicado como elefante en cristalería y provocar tantos sufrimientos
innecesarios, cerrando caminos de paz en vez de abrirlos.
Los miembros de la Fundación Joxemi Zumalabe procesados no se merecen ser
tratados de esta manera. He colaborado con ellos, de manera noviolenta, en
intentar conseguir un País Vasco más pacífico, libre y democrático, y creo que
esto es un objetivo que nos debe interesar a todos. Juzgándolos a ellos nos
están juzgando a muchos que creemos en la solución pacífica de los conflictos.
Atte.
Pepe Beunza-
Enero 2006
*Primer objetor en el Estado Español