País Vasco
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Comunicado de Revolta Global
¡Libertad para Arnaldo Otegi!
La respuesta a la ruptura de la tregua no puede ser un régimen de excepción, sino la búsqueda de un proceso de paz
La derecha española más rancia puede frotarse las manos: el gobierno del PSOE
está reaccionando al anuncio del fin del alto el fuego por parte de ETA de la
manera más atolondrada y favorable a los intereses del PP, que ha hecho desde el
principio todo el posible para sabotear el proceso de paz y atizar el
conflicto.Desde el punto de vista de la democracia política, la reacción del
ejecutivo que preside Zapatero trasladando a De Juana Chaos a una prisión
española y ahora deteniendo a Arnaldo Otegi sólo puede ser tildada de revancha
mezquina... Pero revancha de una extrema perversión: así, la justicia se
convierte en un herramienta del poder de turno - y, muy a menudo, de los
herederos del franquismo que se hallan como en su casa en las más altas
instancias de la magistratura. Lo que hoy no es delito, mañana, si conviene,
puede serlo. Y con carácter retroactivo. En otras palabras: el gobierno responde
a ETA... con un castigo colectivo contra el pueblo vasco, con la instauración de
la excepcionalidad jurídica como norma, la arbitrariedad administrativa como
principio y la conculcación de los derechos humanos individuales y colectivos
como método de gestión del "estado de derecho" - que se convierte en el derecho
del Estado a hacer lo que quiera con la ciudadanía.
Esta dinámica amenaza las libertades de todos y todas. ¡Mal presagio para los
juicios pendientes contra la izquierda abertzale y destacadas figuras del mundo
asociativo y cultural vasco! Pero mal presagio también para Cataluña. Esta
locura del "todo vale" y "todo es ETA" allana el camino de los jueces afines en
el PP, deseosos de humillar el pueblo de Cataluña declarando, por ejemplo,
"inconstitucional" el magro Estatuto de autonomía votado en el referéndum del
año pasado. Decididamente, la falta de coraje de Zapatero, malbaratando la
oportunidad para la paz que representaba la tregua, le pone cada vez más en
manos de la derecha.
Ahora, lo peor que podrían hacer las corrientes más a la izquierda - tanto IU a
nivel del Estado español, como aquí ICV-EUiA o ERC - sería plegarse, por activa
o por pasiva, a esta lógica represiva. No es hora de "nuevos pactos
antiterroristas" como apuntaba Llamazares, ni tampoco es tiempo de silencio. Es
hora de mobilizar la ciudadanía. Desde el mismo seno del pueblo vasco ya se
elevan las voces más valientes y juiciosas: "Hay que responder a la ruptura de
la tregua con más democracia". Es cierto: no hay ningún otro camino que la
recomposición de un proceso de paz. Y, más que nunca, es ahora el momento de
decirlo. Para construirlo, hace falta que ETA haga callar las armas, que
renuncie a una nueva espiral sangrienta de atentados que sólo puede alejar la
solución del conflicto. La palabra ha de pertenecer plenamente a la sociedad
vasca, sin tutelas ni exclusiones. Pues, al fin y al cabo, una solución
democrática exigirá el respeto de su derecho de decidir. Justamente por eso
mismo, se convierte también en más inadmisible que nunca la pretensión del
gobierno de seguir amordazando a la izquierda abertzale con dispositivos
antidemocráticos como la Ley de partidos o con la persecución de los dirigentes
de Batasuna.
Desde Revolta Global exigimos la liberación inmediata de Arnaldo Otegi y el fin
de un estado de excepcionalidad que representa una auténtica amenaza de
"contaminación" para el conjunto de la sociedad. Llamamos a los movimientos
sociales, las asociaciones democráticas, las fuerzas políticas progresistas... a
tomar conciencia de la gravedad de la situación y a comprometerse en la
exigencia de un proceso de paz basado en un diálogo, el fin de la violencia y el
respeto de los derechos humanos en toda circunstancia.