Nebera

Esta mañana no me han sorprendido las declaraciones de una joven detenida, torturada, encarcelada y liberada en nombre de la democracia, en tu nombre, y he vuelto a pensar en aquel libro de Eduardo Galeano "Patas arriba. La escuela del mundo al revés".

"La escuela del mundo al revés es la más democrática de las instituciones educativas. No exige examen de admisión, no cobra matrícula y gratuitamente dicta sus cursos a todos y en todas partes, así en la tierra como en el cielo: por algo es hija del sistema que ha conquistado, por primera vez en toda la historia de la humanidad, el poder universal". E. Galeano.

La escuela del mundo al revés, el poder universal, es la más democrática de todas las instituciones. Casi me inclino por reescribir el titulo.

Se que en tu nombre se han escrito, últimamente también, las paginas mas vergonzosas de la actuación de ese poder que legaliza sus errores y eterniza sus intereses.

Todavía no soy tan escéptico como Felker que dijo aquello "La democracia acaba cuando se asume el poder", mas bien soy receloso del poder, de todos los poderes por cierto.

El poder, también el de aquí y ahora, tiende a contaminar todo lo que toca y para ello se vale de todas sus herramientas y una de las mas utilizadas históricamente es el terror.

Y llegados aquí que mayor terror puede incorporar el poder que la tortura, la detención arbitraria y la prisión. Terror, tortura, prisión y detención en tu nombre querida democracia.

Creo que fue Montesquieu quien dividió el poder en legislativo, ejecutivo y judicial y el uno por el otro, amparándose en no se que código deontológico de la no intromisión, nos dejan a todos desamparados y a merced de sus desmanes. Solos, desamparados, golpeados, ninguneados y sin saber a que ventanilla tocar para reclamar nuestros Derechos Humanos.

La policía detiene, a que poder pertenece, en nombre de una orden dictada por un juez, se supone que esta orden siempre existe o es anterior a estas detenciones, la policía retiene, también amparándose en una ley que le permite hacer y deshacer a su antojo, entrega al juez quien pasa de las palabras del detenido o detenida por las de esos policías que muestran orgullosos su labor en una declaración autoinculpatoria del acusado que condiciona el ingreso inmediato del mismo en la puta cárcel. Escena demasiadas veces repetida para ser soñada.

Aunque te cueste todo esto se hace en tu nombre, en nombre de la democracia y contra el terrorismo, suelen repetir, muchas veces.

El juez ha ignorado las declaraciones de torturas sufridas por el detenido o detenida, que las declaraciones autoinculpatorias no son validas y que la presunción de inocencia es o debe ser su primera consideración. Todo esto lo ha hecho, y lo han hecho repetidas veces, en nombre de la ley y de la democracia.

El poder ejecutivo ha declarado que en democracia la labor de los jueces, creo que ha dicho justicia para confundir un poco mas, ha de ser respetada y ha dar la espalda a las evidencias que se dibujan en rostro y cuerpo del ahora preso o presa.

No ver, no oír y acallar. Quien ha estado detenido dice que la tortura solo se practica los primeros días de la detención, el resto los utilizan para borrar las posibles huellas. Siempre he pensado que esa prisión incondicional tiene como finalidad el borrar las no borradas los largos dias que la ley permite tener a una persona incomunicada y secuestrada.

Hay una cosa que me reviente mas que el propio poder y es la tortura si bien muchas veces no consigo separar la línea que los divide. Bueno si, la teoría.

Pero, y llegados a este punto, te preguntaras porque hoy te escribo estas líneas tan sabidas como admitidas, según parece, por todos sin que apenas sonrojen a muchos, y sin que sean muchos los que eleven su voz contra estos.

Pero es que cuando leo declaraciones como las de Sandra, por mencionar solo la ultima, me ofenden las sonrisas de aquellos que en tu nombre continúan diciéndonos que ellos son demócratas de toda la vida y que los terroristas son otros, nosotros para entendernos.

No he escuchado a José Luís Rodriguez, presidente del Gobierno español. Juan José Ibarretxe, presidente del Gobierno de la CAV, Miguel Sanz, presidente del Gobierno de la CFN, o cualquiera de sus Ministros, interior o justicia, o Consejeros, interior o justicia, hablar de Sandra, de la Guardia Civil que la detuvo, de quien firmo esa orden, del juez que decreto su prisión incondicional y del que la dejo libre sin fianza.

No he escuchado estas denuncias en ninguna televisión y tan solo las he encontrado en la prensa más comprometida, la de los terroristas de siempre a juzgar por las veces que han sido acusadas, y la que constituyen lo que hoy se llama prensa alternativa.

Al principio de esta carta te decía que "no me han sorprendido" las declaraciones de Sandra y es que son estas tan repetidas y, por otra parte, tan ninguneadas que tengo una tendencia natural a creerlas, es una opción que yo hago mía sobretodo por los silencios de quienes deberían no dejar pasar una.

Me gustaría, nunca he dejado de ser un iluso en esto de la política, que se crease algo parecido a un Tribunal Superior de la Democracia en el cual se juzgasen, o analizasen, a los gobiernos antes de ser candidatos a la "D" de demócrata aunque, también tengo que decirlo, no sabría donde ubicarlo, ni a quien poner al frente del mismo si lo que busco en esa "D" es la democracia.

Mejor que no cuentes conmigo porque después de tantos años recibiendo golpes es presumible que viejos odios acabarían por generar políticas de revancha, cosas humanas seguramente.

Querida democracia, para terminar, hoy te mando estas líneas para que las archives junto a las denuncias de tortura, de terrorismos de estado, de poder indiscriminado, de guerras, de leyes a medida, de injusticias manifiestas que en tu nombre hacen de este mundo, también aquí y ahora, un lugar muy peligroso para vivir y soñar.

"Caminar es un peligro y respirar es una hazaña en las grandes ciudades del mundo al revés. Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo….. Pero está visto que no hay desgracia sin gracia, ni cara que no tenga su contracara, ni desaliento que no busque su aliento. Ni tampoco hay escuela que no encuentre su contraescuela." E. Galeano

Articulo mencionado

José Antonio González García

Cordinador General de Proyectos