VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
País Vasco

Me han convencido

Nebera

Señor ministro sus razones me han convencido. A usted le importan un bledo las opiniones de vascos y catalanes, le importan un bledo las decisiones que sus parlamentos puedan adoptar, le importan un bledo los razonamientos que aporten estas opiniones y estas decisiones.

Su oferta "sentimental, histórica o poética" para definir una nación ha colmado todas mis ilusiones y sus esperanzas.

Yo le voy a contar, o mejor recordar, algo que si es histórico. Euskal Herria rechazo en su día La Constitución y encontró un rechazo mucho mas que palpable en el País Catalán.

La Constitución del 78 no solo es española en su concepción y elaboración, es parte de esa transición hacia la democracia desde el franquismo que no han terminado de forjar ustedes los socialistas. Los otros, antes de Alianza Popular y posicionados en su contra, ahora del Partido Popular y como vd. feroces defensores de su legalidad.

Esa Constitución que nunca he leído y a la que vd. siempre recurre para negar derechos superiores.

"Lo que no cabe en la Constitución no cabe en una norma de rango inferior". El 5 de febrero de 1952, la ONU acuñaba la expresión de que «todos los pueblos tienen el derecho a disponer por sí mismos» (Resolución 545 -VI- de su Asamblea General).  El 16 de diciembre de 1952, la ONU fue más lejos con la Resolución 637 A (VII) disponiendo: «Los Estados miembros de la Organización deben sostener el principio del derecho de todos los pueblos y todas las naciones a disponer por sí mismos».

Dígame vd. señor ministro cual es la norma de rango superior que impide a los pueblos, catalán y vasco para su referencia mas inmediata, disponer o decidir por si mismos.

Lo cierto, yo si lo recuerdo, que en 1952 aquí y allí Franco hacia y deshacía a su antojo y con el beneplácito, mirando hacia otro lado, aunque por aquel entonces esa España suya, la "una, grande y libre" de su caudillo, todavía no estaba en la ONU, su ingreso fue allá por el 1955.

Me ha convencido señor ministro. "Mientras no se modifique la constitución existe una sola nación indisoluble, que es España".

Me ha convencido Rodriguez Ibarra al asegurar que el termino nación no aparecerá en el Estatut de Cataluña y su definición de "étnicamente reprochable" .  "O me he equivocado de partido o mi partido se equivoca de arriba abajo, y mi partido eso no lo va aceptar, no va aceptar que Cataluña sea una nación." Premio.

Esta claro, en mi opinión, que vd. no se ha equivocado, que no se equivoca su partido, los equivocados son aquellos que le votaron a vd. o a su partido pensando que votaban socialismo.

Todos, el sr. Bono, vd. señor Rodriguez Ibarra, el sr. Maragall y los que les votaron pueden descansar tranquilos el señor presidente tiene la formula mágica para contentar a todos y todas.

"La mayoría de los catalanes sienten Cataluña como una nación y una mayoría de españoles sienten que la única nación es España" la solución es encontrar una formula compatible con todos sus sentimientos. Ven que fácil es. "Los que hoy se llevan las manos a la cabeza, verán que no ha pasado nada".

Formula mágica. "Retocar el Estatut respetando la Constitución, eliminar el termino nación, retocar las cuestiones financieras y el blindaje de competencias." Menos mal que su formula es mágica y compatible con los sentimientos de todos. Son parte de las declaraciones de este día de la nación española y de su presidente.

Yo también tengo esa formula mágica, la tengo yo y muchos de los que no se consideran ni españoles, ni franceses. Se llama referéndum.

Como pueden comprender solo estoy hablando de soluciones políticas, la historia que legitimiza a Euskal Herria o a los Países Catalanes como estados no es negociable, no se decide en un referéndum, no se define en una Constitución o se limita por el ruido de los sables.

El problema, aunque les cueste creerlo, no reside en esa España suya indisoluble, nuestra contrariedad nace con esas cuotas de poder con las que engañan a los partidos estatutarios siempre dispuestos a venderse por muy poco, Plan Ibarretxe o Estatut de Catalunya por ejemplo.