Compañeras
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Entrevista a Victoria Sendón
En busca de la mujer
Mariló Hidalgo
Revista Fusión
Estudió los dos últimos cursos de la carrera en un sólo año para salir cuanto
antes de aquella Universidad. "Estábamos en época del Franquismo y mi facultad
era un espanto. El que no era cura, era del Opus Dei o falangista de esos que
llevaban la camisa azul puesta todo el día".
Victoria se define como filósofa alternativa, "underground" como se dice ahora,
y eso en aquellos tiempos era peligroso. Quizá por ello se refugió durante unos
años en las aulas del instituto donde impartía clases. Desde siempre su
debilidad ha sido polemizar con todo el pensamiento estereotipado: "Creo que hay
que darle la vuelta a todo esto para descubrir las mentiras que nos han vendido
como 'realidad' y encontrar una nueva lógica, un nuevo sentido a la vida donde
la mujer sea la clave porque es la representante de la Diosa-Madre-Tierra
primigenia". Escribe, da conferencias, elabora documentales para televisión,
viaja... y sigue buscando.
- En tu artículo "La mujer y lo Sagrado" comentas que la mitología relativa a lo
femenino ha sido totalmente pervertida y negada por la cultura patriarcal. Desde
cuándo y para ocultar qué.
Buena pregunta, como dicen los políticos. Existe una etapa anterior a la
arqueología y comprobada científicamente, en la que se han descubierto
sociedades no bélicas, igualitarias, solidarias -donde no existían armas- y que
rendían culto religioso a la Gran Diosa-Madre de la Tierra. Se dedicaban a la
agricultura, artesanía, arte, comercio... eran ya ciudades neolíticas. Cinco mil
años antes de Cristo tuvo lugar una invasión en toda Europa de tribus
patriarcales, guerreras, nómadas, sociedades básicamente de dominación
procedentes de la zona euroasiática. Poco a poco invadieron el sur de Europa
hasta llegar a Creta, el último reducto de ese modelo de sociedad matriarcal.
Primero fue por la fuerza, pero la historia ha demostrado que la dominación sólo
por la fuerza no pervive, así que lo siguiente fue cambiar la cultura, las
creencias, los mitos, todo el orden simbólico: las diosas se convirtieron en
dioses. Y hay una cosa muy curiosa, después de esto transcurren mil años de los
que no se conoce absolutamente nada, se les denomina los "siglos oscuros". Hasta
que aparece un "nuevo mundo" con unos dioses impuestos, sociedades basadas en la
dominación, donde la mujer es relegada y obligada al sacrificio y a la sumisión
total. Las armas serían el matrimonio y la familia patriarcal.
La misma palabra familia, significa grupo de esclavos, hijos y mujeres al mando
de un patriarca. Ahí empieza la llamada "dominación simbólica", dominación
asumida inconscientemente que se ha perpetuado de generación en generación.
- ¿Aquellas sociedades bélicas tuvieron miedo de las sociedades matriarcales?
Estoy convencida, aunque científicamente es difícil de demostrar. Pero si miras
a la historia existe un componente de miedo ante las mujeres con poder, por eso
se las ha tachado de brujas o magas y se las ha quitado del medio. Igual que los
malos tratos tienen mucho que ver con la inseguridad del propio varón ante el
despertar y el predominio de la mujer, y no como consecuencia de esa tontería
que dice la Conferencia Episcopal de la liberación sexual. Cuando estudias los
mitos, ves que en los femeninos existen dos versiones, una anterior a la
dominación y otra posterior. Las grandes diosas pasaron a formar parte del
Olimpo de los dioses. ¿Desde cuándo Atenea ha nacido de la cabeza de Zeus?
Atenea era la diosa de la serpiente que luego fue transformada en lo que
conocemos.
-¿Por qué relacionas a la mujer con lo Sagrado?
En la antigüedad existían religiones que estaban muy unidas a la naturaleza,
conocían sus leyes, se adaptaban a ellas y las utilizaban. ¿Qué mejor
representante de la naturaleza que una Diosa Madre, la Madre Tierra? Aquí, lo
divino es inmanente, es decir, podemos ser cualquiera de nosotros. El
acontecimiento más sagrado es dar a luz a un nuevo ser y en eso, la mujer es
fundamental. Es la única que puede crear vida. Así que cuando llegan las "otras
religiones", lo primero que hacen es separar a la mujer de la naturaleza y le
dicen: "dominarás la tierra"... ¡Pero si no tenemos que dominar nada! Somos
Tierra porque somos representantes de esa Diosa Madre, y eso abarca muchas más
cosas.
-¿Cómo se descubre esto?
Hablamos de lo Sagrado que va unido a la vida, a la realidad cotidiana. Algo que
no tiene que ver con las religiones. Se trata de encontrar el sentido de la
vida, la dimensión sagrada que tiene.
Estoy obsesionada con el Mito de la Caverna de Platón, que es como la película
de Matrix. Nosotros estamos en un mundo que creemos que es lo real, cuando es
prefabricado, donde además nos han vendido cómo lo tenemos que vivir, enfocar y
pensar. Hemos perdido el sentido de la vida y sólo nos queda la supervivencia.
¿Qué es sobrevivir en este mundo? Pues hipotecar tu vida para comprar un piso,
coche, etc. Te hacen ver que ésta es tu realidad y tenemos que salir de aquí, de
esta caverna, de este Matrix para poder encontrar lo real. Pero al mismo tiempo,
para que podamos vivir sin rechistar en medio de todo esto, no sólo nos han
ofrecido mercancías sino también subjetividades: un modo de pensar, actitudes
para estar en este mundo, etc. ¿Cómo nos crean estas subjetividades? Pues a
través de los medios de comunicación que nos lavan el cerebro continuamente para
que nos encontremos a gusto.
-¿Cómo conectar con esa realidad?
Hay que dar la vuelta a todo, encontrar las mentiras, las falsedades, los
engaños la dominación que ejercen continuamente sobre nosotros: felicidad,
consumo, fama, bienestar, progreso, dinero... y encontrar una nueva lógica que
nos ayude a desvelar el sentido oculto de lo que nos están vendiendo para
encontrar un nuevo sentido a un nuevo orden de civilización. Salir de la Caverna
es la nueva dimensión de lo Sagrado que exige actitudes nuevas, interiores, que
den al traste con lo establecido.
- Es curioso que coincidan en este momento libros y películas a la hora de
reflejar estos dos mundos: el que nos venden como real y el auténtico que en
realidad está oculto.
¿Sabes por qué? Porque creo que estamos cerca de vivir un profundo cambio. Esto
que nos rodea no se puede mantener mucho más porque ha empezado su decadencia y
puede venirse abajo en dos minutos. Pero este cambio sería muy fuerte. Hablamos
de un cambio que debe de realizarse hacia algo que no existe, y esto es muy
fuerte. Todas estas coincidencias de las que hablas se producen porque creo que
no existe un pensamiento individual, sino que hay algo ahí, que si tú tienes las
antenas preparadas, captas. Se intuye algo muy fuerte, y hay muchas señales. Y
todo este cambio provocará en las mujeres un detonante que haga saltar por los
aires esa dominación simbólica que aún tenemos -como intentar meternos en una
talla 36-. Todo esto terminará cuando la mujer se encuentre con lo Sagrado, el
auténtico sentido de la vida.
-Dices que el ser humano es un conjunto de símbolos cifrados y que la mujer
debería descubrir su propio código secreto porque el que le han enseñado ha sido
impuesto por el orden patriarcal.
He estudiado mucho cómo eran en el origen los arquetipos femeninos y es
impresionante ver cómo le dieron la vuelta a todo. Las diosas eran poderosas,
independientes, benéficas. Bajo los signos patriarcales pasan a ser maléficas,
supeditadas a un dios y sometidas al ridículo -el método más fácil para
desprestigiar a alguien-. Esas claves primigenias están dentro de cada una de
nosotras y aún no las conocemos: fuerza, capacidad, potencial, inteligencia,
poder. Para descubrirlas tenemos que quitarnos de encima la inseguridad y
potenciar al máximo la creatividad. Con ella podríamos comernos el mundo como un
sandwich.
- Hablando de símbolos, contrapones el mito del Falo con el mito del Santo Grial
que lo aproximas a lo femenino. ¿Qué es en realidad?
Existen mitos que están en nuestro inconsciente y que van tomando distintas
formas a lo largo de la historia. Este Grial era el antiguo caldero donde se
hizo el mundo, donde la Madre Tierra de algún modo gestó el mundo. Es el vientre
que luego pasó a ser el caldero de las brujas -mujeres sabias que conocían los
misterios de la naturaleza-, y que pronto fue destruido por el conocimiento de
curas, teólogos, médicos... El caldero es el vientre de la Diosa, la Madre de
donde surgen todos los seres vivos. Y como todo eso es temido por la cultura
patriarcal pues primero lo subliman, "Santo Grial", "copa de Cristo"; luego se
hace inalcanzable: clave de la sabiduría, inmortalidad; y por último, se
convierte a todo ello en masculino. En el fondo están dejando patente que la
clave de todo está ahí, en el caldero, en el vientre, en la mujer.
-¿Por qué hablas de "la genoma" en lugar de "el genoma"?
Está demostrado científicamente que el cromosoma Y aparece mucho más tarde en el
proceso evolutivo y es una adaptación al medio. Creo que las raíces del miedo
masculino son tan profundas que podrían encarrilarse en este sentido: es un ser
supernumerario, es decir, no fundamental como contraposición a lo femenino. He
pensado que esa necesidad de dominación, le vendría precisamente de esa
intuición que arraiga en lo más profundo de sí. Lo femenino es muy fuerte y no
hay que olvidar que todos los fetos son femeninos hasta los ocho meses.
-¿Y dónde crees que reside el auténtico poder de la mujer?
Precisamente en eso, en ser mujer. Primero tiene el poder de engendrar, luego la
decisión sobre ello. Pero además tiene otros poderes que si no los desarrolla no
existen: intuición, comprensión distinta del mundo unida a la naturaleza, etc.
-¿Por qué la mayoría de las culturas han temido la sexualidad de las mujeres y
han intentado tapar esto con la moral, las normas o el pecado?
La sexualidad del hombre es compulsiva, puntual. La de la mujer es difusa, con
muchas zonas erógenas, extensiva... Hay que dar la vuelta a la tortilla y el
hombre debe aceptar su virilidad en base a sus posibilidades, con sus límites, y
no intentar suplir eso con el culto al músculo, la fuerza, las guerras, la
competición...
Victoria Sendón continúa hablando apasionadamente de la historia oculta tras la
Historia. Del auténtico génesis femenino grabado en el interior de cada mujer a
la espera de ser descubierto. "Nosotras mismas somos un mito a realizar",
concluye.
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