Medios y Tecnología
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Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información
Túnez y el riesgo de otra ocasión perdida
Sergio Ferrari
A pocos días del inicio de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (16 a 18 de noviembre) en Túnez, la sociedad civil internacional pasa a la ofensiva, convoca a un evento paralelo y desafía la política autoritaria del régimen del presidente Ben Alí. Al mismo tiempo, advierte sobre los riesgos de una gran oportunidad perdida en caso que las naciones poderosas no asuman su responsabilidad creciente en la actual fractura numérica planetaria y no paguen lo que les corresponde.
LA CUMBRE CIUDADANA
Activas redes mundiales de organizaciones de información, ONG, sindicatos
progresistas y movimientos sociales de los más diversos invitan junto con la
sociedad civil tunecina a una Cumbre Ciudadana, evento paralelo al convocado por
las Naciones Unidas en la tercera semana de noviembre.
La misma, que hasta el momento no ha recibido el visto bueno del gobierno del
país anfitrión, "busca reflexionar sobre los verdaderos retos de la sociedad de
la información y los desafíos que influenciarán ampliamente nuestra vida
cotidiana en el siglo XXI", señalan los representantes de Comunica-ch.
Comunica-ch, es la plataforma suiza que reúne a una veintena de organizaciones
entre las que se encuentran federaciones y ONG de desarrollo, organismos de
derechos humanos así como los sindicatos y asociaciones de prensa. Desplegó una
intensa actividad hace dos años cuando en Ginebra, Suiza, se realizó la primera
Cumbre de la Sociedad de la Información, seguida ahora en esta segunda parte en
el país norafricano.
A pesar de las fuertes críticas que existen contra el gobierno de Túnez en lo
que respecta a violaciones de derechos humanos, Comunica-ch así como las
principales redes internacionales, han optado por hacer el viaje a ese país.
"Llamamos a todos los actores y movimientos sociales del mundo a darse cita
allí", enfatiza a este corresponsal Wolf Ludwig, secretario del sindicato de
prensa Comedia y uno de los miembros de la delegación helvética.
"No vamos para hacerle el juego al presidente Ben Alí. Sino para solidarizarnos
con las víctimas de las violaciones de los derechos humanos, con los periodistas
perseguidos o amenazados. Y tenemos la intención, con esa cumbre paralela, de
forzar a que se abra el espacio democrático y se aplique en ese país el derecho
humano clave de informarse y comunicar".
Concepto con el cual acuerda Yves Steiner, de Amnistía Internacional/Sección
suiza, organización muy activa en la plataforma y que realiza desde años un
intenso trabajo de investigación y denuncia sobre la violación sistemática de
los derechos humanos en Túnez.
"Nos confrontaremos a una Cumbre vigilada y controlada" sentencia Steiner, quien
reivindica, junto con los opositores tunecinos, la necesidad de fortalecer el
evento paralelo, por el momento no autorizado.
EL TRIPLE DESAFIO DE TÚNEZ
Esta segunda fase de la CMSI a punto de comenzar "confronta tres desafíos
principales" precisa por su parte Guillaume Chenevière, ex - director de la
televisión suiza y en la actualidad responsable del Consejo Mundial de la
Radio-Televisión.
En primer lugar, tratar de avanzar en la reducción de la brecha numérica
existente en la actualidad y que condena a una buena parte de la población del
Sur a no tener acceso a las nuevas tecnologías informativas tipo Internet.
El segundo desafío, según Chenevière, es el de democratizar la información y la
comunicación. En tanto el tercero es el de lograr que Túnez, anfitrión de la
Cumbre, respete "los principios de la Sociedad de la Información aprobados por
todos los gobiernos en Ginebra (ndr: denominado Plan Ginebra)", entre ellos los
que reconocen a la libertad de información y comunicación como un derecho humano
básico e innegociable. Se trata de aportar desde Túnez a la "globalización de la
dignidad humana", facilitando que todos puedan tener acceso a la información,
enfatiza.
SOLIDARIDAD DE LOS ENRIQUECIDOS CON LOS EMPOBRECIDOS
Se debe "reducir la brecha numérica, es decir la fractura que separa hoy los *info-ricos*
de los *info-pobres*" recuerda por su parte Chantal Peyer, de *Pan para el
Prójimo*, en tanto uno de los postulados fundamentales de las Cumbres de la
información.
"Túnez debería ser la Cumbre de la acción, de las soluciones y de los
compromisos concretos", enfatiza. Allí los gobernantes deberían definir como se
proponen lograr los objetivos ambiciosos que se fijaron en el 2003. Dos de los
cuales, incluidos en el Plan de Ginebra son: que hasta 2015 la mitad de los
habitantes del planeta tengan acceso a las tecnologías de información y
comunicación (TIC) y toda la población mundial pueda acceder a los servicios de
televisión y radiodifusión.
Sin embargo, a algunos días del inicio de este nuevo evento, "el balance
provisorio es inquietante". Uno de los problemas principales es el del
financiamiento, subraya. "En efecto, hasta ahora, los países industrializados
taes como Estados Unidos, Japón, Suiza y la Unión Europea, …rechazan todo
compromiso financiero suplementario". Y le dicen a los países "pobres" que
avancen con sus propios y limitados recursos para ejecutar una política pública
que permita reducir la fractura numérica.
Otro problema esencial, es el del seguimiento. Es decir, cómo coordinar el
trabajo de Naciones Unidas para reducir esa fractura en la información y la
comunicación una vez concluida la próxima cumbre. Las ONG suizas y las redes
planetarias acuerdan con la creación de una "Comisión para la sociedad de la
Información", cuya sede podría estar en Ginebra, explica Peyer. Sin embargo,
hasta ahora no hay ninguna propuesta concreta sobre cómo se debería financiar
esta Comisión. En ese sentido "la Cumbre de Túnez podría reducirse a una ocasión
perdida", concluye.
Derechos humanos nacionales, en Túnez; derechos mundiales a la comunicación y a
la información. Desafíos esenciales de esta Cumbre en la cual, a pesar de todo,
la sociedad civil planetaria exige jugar un rol motor, activo y altamente
propositivo. El derecho humano básico de acceder a la información y de informar
espera ser concretado. Por el momento sigue siendo una simple utopía en un mundo
y una época locamente contradictorias. Mientras en Suiza o Alemania el 60 % de
la población utiliza Internet, en África sólo un habitante cada 118 tiene
acceso. En tanto Asia, con el 23 % de la población total mundial, representa un
escaso 1% de los utilizadores de ese medio.
* Sergio Ferrari Colaboración E-CHANGER, ONG miembro de la plataforma Comunica-ch
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