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Medios y Tecnología

Salvar a Al Jazeera

Juan Carlos Vallejo
LA FOGATA

A diario observamos innumerables manifestaciones de descontento contra "la gran prensa", por la forma amañada y cómplice como manipula, oculta e inventa noticias. Sin contar las muchas veces en que denunciamos el oscuro interés que en ella prima, de defender las corporaciones por encima del derecho de las personas a tener una información veraz y oportuna. No es menester de quien esto escribe entrar a detallar casos, pues en cada uno de los países del mundo se han vivido esta clase de experiencias. Además, en la lucha por combatir el unilateralismo informativo, es que han surgido los medios alternativos de información, verbigracia La Fogata.

Cuando se inició la infame invasión a Irak, el canal qatarí, Al Jazeera, fue el medio de comunicación que asumió su rol de presentar las atrocidades cometidas por "la coalición". No creo equivocarme al decir que la gran prensa occidental se alineó a los intereses de los saqueadores. Esto hizo que quienes estábamos (estamos y estaremos) contra la guerra, buscáramos otra fuente de información. Sabíamos de antemano, como lo denunciara el valiente periodista Robert Fisk, que las noticias que veríamos, oiríamos y leeríamos, estarían editadas dentro de los cuarteles generales de las tropas que llevaban "libertad y democracia" a los iraquíes. Fueron las imágenes de Al Jazeera, la única voz discordante en la farsa. De esa manera pudimos comprobar el genocidio y la barbarie que se cometían contra un pueblo indefenso, ante el silencio cómplice y criminal de las Naciones Unidas.

La estratagema de llenar a Irak de medios de comunicación, una vez declarada la "misión cumplida" por parte del principal inspirador del nuevo holocausto, se hizo con el fin de controlar tanto la información interna como externa. Y, de esta manera, "limpiar" toda prueba, todo indicio, que pudiera dar al traste con los proyectos futuros de drenar el petróleo del país invadido. Por fortuna, eso también se descubrió. Y fue el mismo canal de Qatar, uno de los primeros en denunciar con imágenes el verdadero interés de los "liberadores de Irak".

Al Jazeera ha pagado cara su osadía de salirse del coro de aduladores y serviles. No sólo le fueron asesinados algunos de sus reporteros, sino que también le encarcelaron injustamente a uno de sus periodistas en España, y le expulsaron a corresponsales que cubrían noticias en los Estados Unidos e Irak. Ahora, económicamente quieren silenciarla. Ya se anuncia su posible venta y no hay que hacer mucho esfuerzo para saber quién está detrás de todo esto. Ni tampoco ha de extrañar quién termine siendo su dueño. Al Jazeera no puede morir en manos de los verdugos de la paz mundial. Ojalá existiera un canal en Colombia como Al Jazeera, para que el mundo conociera el otro genocidio que se comete por el mismo ejército, los mismos "contratistas", las mismas corporaciones, bajo la bandera de la "guerra contra las drogas"y la "guerra contra el terrorismo": El Plan Colombia y el Plan Patriota.

Los pacifistas de todo el mundo tenemos que hacer algo para salvar a Al Jazeera de morir y caer en manos de los criminales internacionales de guerra.

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