Medios y Tecnología
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El príncipe del software libre
David Casacuberta
Republica Internet
Cuando
hablamos de software libre, creación colectiva, creative commons etc. tendemos a
pensar en personajes recientes como Stallman, Lessig, Torvalds, Doctorow, etc.
pero me gustaría hablar de un precedente anterior, de un señor a caballo entre
el XIX y XX, normalmente citado como uno de los padres del anarquismo: Pyotr
Kropotkin.
Miembro de la nobleza en tiempos de los zares (era nada más y nada menos que
príncipe) fue educado en un contexto militar. Sin embargo, como otras -pocas-
figuras históricas se dio cuenta de la absurdidad de esas castas y se dedicó a
la revolución.
Según nos cuenta en sus libros, uno de los episodios que más abrió sus ojos fue
durante una larga exploración científica en Siberia. Allí descubrió como los
súbditos del zar estaban obligados a saltarse las normas que venían desde la
capital por que no se adaptaban para nada a las características y necesidades
del territorio. Ello le convenció de la absurdidad de los gobiernos y de cómo
funciona mucho mejor una libre organización de ciudadanos guiados por principios
de solidaridad y reciprocidad.
No este lugar para hablar del anarquismo como doctrina política, pero creo que
las ideas de Kropotkin pueden trasladarse fácilmente a la relación entre
software libre y cultura. Programas propietarios para el diseño gráfico, la
creación de video-juegos etc. son como esas normas absurdas dictadas desde San
Petersburgo. John Maeda las llama "la autocracia de postcript": cuando un
diseñador gráfico diseña un flyer con el Freehand no está haciendo exactamente
lo que quiere: hace lo que el programador de Freehand -que vive en una cultura
empresarial ajena en buena parte al desarrollo de la cultura digital- piensa que
necesita. De la misma forma, el software propietario se empeña en "actualizarse"
y ofrecer nuevas "características" que no obedecen a los intereses de los
usuarios sino a criterios de mercado totalmente externos (lanzamiento en bolsa,
demostrar que uno sigue siendo innovador, etc.)
El software libre no está sujeto a este tipo de criterios externos pues es el
resultado de la libre discusión y organización de individuos guiados por un
criterio de solidaridad, reciprocidad y sobre todo, con la idea motriz de
que la información debe de ser libre.
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