La Fogata con las Madres
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JUEVES EN LA PLAZA, CON LAS MADRES
Marcha del jueves 17 de febrero de 2005. Evel de Petrini (Beba)
Casi con indiferencia, sin el menor optimismo, a menudo leemos en los medios,
que el juez fulano o mengano ha procesado a tal o cual represor por delitos
cometidos durante la dictadura. Uno más que mandarán a su casa a descansar.
En 21 años de gobiernos constitucionales, es sabido con creces que nunca existió
voluntad política ni jurídica para condenar a los genocidas. Por el contrario,
siempre han recibido suficiente ayuda para dilatar interminables procesos, que
sólo irán cayendo con la muerte natural del asesino, pero condenas, lo que se
dice condenas: sólo las de la gente, el desprecio de la gente hacia estos
miserables. La condena popular sí es real.
En cambio, los tiempos de la Justicia son ultrasónicos si se trata de condenar a
los luchadores populares. La Justicia penal es otra deuda interna. El sistema
penal golpea a los más débiles con más fuerza y se distrae frente a los
poderosos. Se ocupa celosamente de los más pobres, de sus infracciones,
hacinándolos en las cárceles sin definir condenas en el tiempo y los presos se
eternizan en la promiscuidad, contribuyendo a la marginalidad social.
Funciona mal en infracciones leves y su accionar es nulo en los casos de suma
importancia, como lo fueron la represión, el terrorismo de Estado de las
dictaduras, atentados, asesinatos de la policía a los jóvenes, y los sonados
casos de corrupción pública y privada y de ciertos personajes políticos cuyos
gravísimos delitos son tapados y cajoneados.
Así como el estallido trágico de la República Cromañón puso al desnudo la
inoperancia de los funcionarios responsables, el estallido trágico de las
cárceles quizás pueda responsabilizar a los jueces y hacerlos despertar de su
inoperancia, de sus trenzas políticas y las corruptelas, ya que el tema, después
de tantos años, está en el tapete. Para que haya justicia debe haber jueces
probos. Decir esto me recuerda algo que leí y con lo cual concuerdo totalmente:
"Pobre del país que tiene que juzgar a sus propios jueces". ¡Basta de impunidad!
Por otra parte, después de varios días de lucha y persistencia los trabajadores
del subte lograron sus reclamos. Nos demuestra una vez más que la unión y la
fuerza de los trabajadores, firmes y seguros de sus justos pedidos, deben
imponerse.
Es muy importante, sin dudas, que las bases estén unidas y no se dejen llevar
por los burócratas sindicales de siempre, que sólo negocian en su propio
beneficio.
Asimismo, les comunicamos que estamos convocando para el 24 de marzo. Después de
la marcha habitual de todos los jueves, iremos al Obelisco a las 17 horas y
hasta las 19. Entregaremos unos cuadernillos actualizados, de los responsables
del genocidio y sus cómplices. Sin dudas es un documento para tener y acordarse
de quién es quién, sobre todo los que hoy se rasgan las vestiduras hablando de
democracia, palabra que en boca de muchos suena a blasfemia.
También seguimos trabajando para el 30 de abril, día en que cumpliremos 28 años
de lucha. Esta lucha que nos enseñó a vivir otra vida, que como decimos siempre,
nuestros hijos nos enseñaron otros valores, que son nuestro motor, que nos
parieron a ella, porque este sueño de ellos de un mundo nuevo, un mundo más
justo, es posible. Por eso nuestra Universidad, que va a cumplir cinco años.
Pretendemos que los estudiantes se formen en política, una política diferente,
ética, transmisora de pensamiento solidario, socialista, donde el otro sea tan
importante como nosotros mismos. Si nuestras fuerzas se unen y crecen, la
presencia de los treinta mil se agiganta.