VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Libros sí, Alpargatas también

27 de marzo de 2004

El Premio Nobel alemán presenta el primer volumen de sus ensayos / El libro recoge textos y artículos publicados entre los años 1955 y 1977 / Muchos de ellos no han perdido su vigencia
"La desigualdad social es la base del terrorismo", afirma Günter Grass

M. N.
El mundo

BARCELONA.- Günter Grass continúa siendo, a los 76 años, uno de los abanderados de la conciencia crítica occidental. Y ayer Barcelona encajó el saludable aguijón intelectual del escritor alemán. La excusa era la presentación en la Fundación Círculo de Lectores del primer tomo de su obra ensayística completa, Artículos y opiniones (1955-1977) (Galaxia Gutenberg), un título traducido por Carlos Fortea y editado bajo la supervisión de Ignacio Echevarría. A este lanzamiento se añade la inauguración de una muestra retrospectiva de su obra gráfica (dibujos, acuarelas y litografías), que estará abierta hasta el 12 de abril.

Tanto la narrativa como la obra ensayística de Günter Grass se caracterizan por dar la voz a los silenciados, a los que padecen la Historia y no la hacen. «Aún hoy vivimos una antítesis esquizoide de que la poesía no admite ningún tipo de compromiso, pero la realidad política lo exige», dice Grass, quien ya daba respuestas a este dilema en sus artículos críticos de hace 40 años, recogidos en este volumen.

«Como escritor, me veo contemporáneo a nuestra época. Gran parte de estos artículos tienen que ver con los temas del momento enmarcados dentro del proceso de la Guerra Fría», explica. Sin embargo, muchos de ellos no han perdido hoy su vigencia porque analiza algunos problemas coyunturales a los que luego el paso del tiempo vino a dar la razón, o se anticipan a problemas futuros, como la inmigración.

Paro e inmigración

Algo parecido hará también en la ficción. Su novela Es un cuento largo repasa la historia alemana en el periodo comprendido entre las dos reunificaciones: la primera, de Bismark en 1878, y la segunda, en 1991. Y Grass ya presagiaba entonces en la ficción el aumento previsible del paro, las expropiaciones y la inmigración del Este.

«La postura crítica que mantuve respecto al ritmo de la reunificación y sus consecuencias generaron una gran polémica y me acusaron de pájaro que ensucia su propio nido», recuerda el escritor.«Pero la situación actual ha superado las previsiones. La literatura, aunque sea capaz de prever, difícilmente puede influir en lo que va a pasar», afirma Grass a modo de amargo corolario. Y recuerda el caso paradigmático de 1984, de Orwell. «Los actuales sistemas de vigilancia han superado a los de cualquier viejo régimen dictatorial», añade.

La coherencia política de su pensamiento, que se ve reflejada en el primer volumen de su obra ensayística, se traduce en la década de los 80 en un acercamiento del Grass ciudadano a la socialdemocracia. Entonces fundó la organización Electores Socialdemócratas, que apoyó activamente la candidatura de Willy Brandt al Gobierno alemán. «Brandt reclamaba igualdad de derechos», recuerda el escritor. «Si se hubiera escuchado a tiempo esta demanda social de igualdad con respecto al Tercer Mundo, se le habría arrebatado hoy la base al terrorismo», considera Günter Grass.

La única nota optimista que ofrece el autor en su discurso crítico se encuentra en la realidad española: «Admiro la reacción del pueblo español, espontánea y, sin embargo, bien meditada, frente al terrorismo».