Derrota del Nazi-Fascismo |
La URSS y el Ejército Rojo desempeñaron el papel
fundamental
El mundo celebra el 60º aniversario de la rendición incondicional de la
Alemania nazi, la victoria de la coalición antihitleriana encabezada por la
Unión Soviética, que salvó al mundo del milenio nazi preconizado por Adolfo
Hitler. El 8 de mayo de 1945 en Karlshorst, suburbio de Berlín conquistada seis
días antes por el Ejército Rojo- el mariscal nazi Wilhelm Keitel firmó la
capitulación de todas las fuerzas armadas alemanas ante el mariscal de la Unión
Soviética Gueorgui Zhúkov.
Niko Schvarz
EL 9 DE MAYO fue consagrado como el Día de la Victoria. A los 60 años de
aquellos acontecimientos tienen lugar conmemoraciones en toda Europa, cuya
máxima expresión se registrará mañana en Moscú.
Celebración en Moscú
"Europa celebra desde el sábado hasta el lunes dicen los cables- el 60º
aniversario de la capitulación de la Alemania nazi con una serie de ceremonias
que culminarán en Moscú, capital del país que pagó el tributo más alto por esta
victoria. Unos 60 jefes de Estado y de gobierno serán recibidos el lunes en
Moscú por Vladimir Putin. Desfilarán los veteranos del Ejército Rojo de 1945 y
los soldados rusos", citándose entre los participantes a los gobernantes de EEUU,
Francia, Polonia y de Alemania, entre decenas de otros más, y a 8 mil invitados.
En Alemania, el Partido del Socialismo Democrático (PDS) llama a recordar la
fecha como el "día de la liberación del fascismo y de la guerra".
La contraofensiva desencadenada por las tropas soviéticas a partir de la
resistencia heroica en Stalingrado en 1943 y que cruzó buena parte de Europa
desde el este, adquirió nivel máximo en abril de 1945 y culminó el 2 de mayo con
la toma de Berlín, defendida encarnizadamente por más de un millón de efectivos
alemanes. Las huellas de la batalla, con una enorme concentración de fuego,
podían verse aún años después en las fachadas de Berlín. A las 21:50 del día
señalado los sargentos Mijail Yegorov y Meliton Kantaria plantaron la bandera
roja en la cumbre del Reichstag. Una semana antes, el 25 de abril, tuvo lugar un
encuentro simbólico entre dos destacamentos de la coalición antifascista: a
orillas del río Elba, al oeste de Berlín, convergieron fuerzas del 5º ejército
ruso y patrullas del 1er. Ejército norteamericano.
Cómo se vivió en Montevideo
Cuando se anunció la caída de Berlín, todo Montevideo se volcó a la calle, en la
tarde del 2 de mayo. La avenida 18 de Julio quedó colmada, del Gaucho a la Plaza
Independencia. La mayor concentración se originó frente al diario El Día, en la
esquina de Yaguarón. La gente expresó a viva voz su indignación porque se
negaron a colocar la bandera soviética al frente del edificio, donde ondeaban
solamente las enseñas de Estados Unidos e Inglaterra (no recuerdo si estaba la
tricolor francesa). Un grupo de jóvenes (guardo en la memoria a varios de ellos)
penetró en el diario y trepó a saltos las escaleras. El jefe de policía de
Montevideo, Juan Carlos Gómez Folle, (del sector más reaccionario del partido
colorado) desde la vecina jefatura lanzó a la policía contra los manifestantes,
incluidos policías a caballo. Uno de estos tiró al suelo una bandera uruguaya
llevada por una manifestante, y ardió Troya. A los pocos minutos la refriega era
general. La policía cargaba con saña una y otra vez para desalojar 18 de Julio
hacia las calles laterales, pero la gente se reagrupaba y volvía a manifestar.
En la Plaza Cagancha hubo una batalla campal, a pedradas. En medio de la
confusión algunos aprovechados desvalijaron las vitrinas de varios negocios. Las
manifestaciones siguieron hasta la madrugada. Con un grupo nos refugiamos en el
Cine Ambassador, de Julio Herrera entre 18 y San José. Policías a caballo
irrumpieron en el hall, y luego bloquearon la salida en actitud amenazante. El
jefe de Policía vino a las 3 de la mañana a ofrecer garantías para que la gente
pudiera salir. Así fue la celebración de la victoria antinazi en Montevideo. El
diario El Día quedó marcada a fuego como "el diario de la caverna". Recordé este
antecedente a raíz de la represión contra la manifestación antidictatorial del 9
de julio de 1973, la que había empezado a las 5 en punto de la tarde.
Un juicio histórico de Hobsbawm
Las celebraciones de estos días contribuirán a restablecer la justicia histórica
sobre un acontecimiento trascendente, que en las décadas siguientes se ha
intentado distorsionar mediante una campaña persistente de falsificación
ideológica por todos los medios, particularmente en lo referido al papel
esencial de la URSS. Se ha sobredimensionado, por ejemplo, la significación del
retardado desembarco en Normandía, el 6 de junio de 1944, atribuyéndole un
carácter decisivo, que no tuvo, en las grandes celebraciones del año pasado.
En ese sentido, el destacado historiador británico Eric Hobsbawm escribe en su
libro "Era de los extremos. El breve siglo XX": "La democracia sólo se salvó
porque, para enfrentar al fascismo, hubo una alianza temporaria y peculiar entre
capitalismo liberal y comunismo: básicamente, la victoria sobre la Alemania de
Hitler fue una victoria del Ejército Rojo. De muchas maneras, ese período de
alianza capitalista-comunista contra el fascismo -sobre todo en las décadas de
1930 y 1940- constituye un punto crítico en la historia del siglo XX y su
momento decisivo. La victoria de la Unión Soviética sobre Hitler fue una
realización del régimen allí instalado por la Revolución de Octubre".
Sobre esto último, ubica en tres planos lo que denomina "el saldo histórico
positivo de la experiencia comunista": 1) "sin el Ejército Rojo y el comunismo,
Europa no hubiera vencido a los alemanes", destacando a la vez el papel de los
comunistas en la resistencia popular antifascista; 2) esta experiencia determinó
reformas en los países capitalistas en el sentido del Estado de Bienestar,
"debido al miedo a la revolución social", de modo que el socialismo funcionaba
como un "umbral ético"; 3) contribuyó decididamente a la liquidación del
colonialismo en continentes enteros.
De alguna manera, todo este legado estará presente en las conmemoraciones de
mañana en Moscú, en el 60º aniversario de la victoria sobre el nazismo. Una
fecha que pertenece a la humanidad.
Publicado en La República el 8 de mayo de 2005
Niko Schvarz
nikomar@adinet.com.uy
* Publicista uruguayo, miembro de la Comisión de Asuntos y Relaciones
Internacionales del Frente Amplio.