¿Cómo es la historia?
Juan Gelman
La tradición quiere que la desorganización del caos precede a la formación del mundo y es, desde luego, involuntaria. El gobierno Bush la fomenta en Irak deliberadamente y cuestiona esta antigua concepción: sucede que buena parte de las atrocidades atribuidas a las milicias chiítas o sunnitas son la obra de fuerzas especiales y comandos que el gobierno controla y especialistas yanquis entrenan (
www.globalresearch.ca, 2-12-05). Es habitual encontrar cuerpos de personas que fueron esposadas, torturadas y fusiladas. Puede tratarse de los 17 pequeños comerciantes y taximetreros de la aldea de Taji, a 16 km al norte de Bagdad, que en mayo fueron secuestrados por unos 50 hombres con uniforme del ejército iraquí que descendieron de vehículos militares y los arrancaron de sus casas (www.newsday.com, 15-5-05). O de los 15 campesinos detenidos en un mercado bagdadí que a comienzos de ese mismo mes fueron hallados en la zona industrial de Kasra-Wa-Atash con un tiro en la cabeza (BBC, 6-5-05). Son víctimas de escuadrones de la muerte que ejercen una violencia más sistemática que la de los terroristas suicidas que también matan civiles indiscriminadamente.