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Eduardo Galeano

Humor negro
Por Eduardo Galeano

Chiste 1

La nafta con plomo agregado fue un inventito norteamericano. Allá por los años veinte, se impuso en los Estados Unidos y en el mundo. Cuando el gobierno estadounidense la prohibió, en 1986, la gasolina con plomo estaba matando adultos a un ritmo de cinco mil por año, según la agencia oficial que se ocupa de la protección al ambiente. Además, según las numerosas fuentes citadas por el periodista Jamie Kitman en su investigación para la revista The Nation, el plomo había provocado daños al sistema nervioso y al nivel mental de muchos millones de niños, nadie sabe exactamente cuántos, durante sesenta años.
Charles Kettering y Alfred Sloan, directivos de la General Motors, fueron los principales promotores de este veneno. Ellos han pasado a la historia como benefactores de la medicina, porque fundaron un gran hospital.

Chiste 2

Ya los griegos y los romanos sabían que el plomo era enemigo de la sangre, el suelo, el aire y el agua. Eso no tiene nada de nuevo. Sin embargo, algunos países siguen agregando plomo a la nafta. Y mi país, el Uruguay, pongamos por caso, llega más allá: castiga la buena conducta. La nafta sin plomo cuesta más cara. Quien contamina menos paga más.

Chiste 3

Una empresa norteamericana, Ethyl, y una empresa inglesa, Octel, venden afuera lo que está prohibido adentro. El aditivo de plomo para la gasolina se exporta a los países que pueden ser intoxicados impunemente: casi toda el Africa y algunos otros países del sur del mundo. Para ser un negocio en agonía, no está tan mal. El balance de 1999 reveló que Ethyl tuvo una ganancia bruta de 190 millones de dólares.
El problema de Jack el Destripador era que estaba mal asesorado. El pobre Jack no tenía agentes de relaciones públicas que maquillaran su imagen, ni expertos en publicidad que bendijeran sus actos. En cambio, la empresa Ethyl, nacida del matrimonio de General Motors y Standard Oil, dice en su propaganda que “el respeto por la gente” es el valor más importante que guía sus acciones y que hace lo que hace desarrollando “una cultura basada en la confianza mutua y el respeto mutuo”. Y la empresa Octel explica: “Octel continúa desempeñando un papel primordial en el proceso universal de eliminación de los combustibles con plomo, a través del suministro seguro y eficiente de plomo para combustibles, que seguirá brindan-
do a sus clientes mientras ellos lo requieran”. Una obra maestra: practicar el crimen es la mejor manera de colaborar en la lucha contra el crimen.

Chiste 4

Según el último informe del Banco Mundial, el quince por ciento de la población del planeta devora la mitad de toda la energía que el planeta consume. Los automóviles tragan buena parte de esa mitad. En los países ricos, hay 580 vehículos por cada mil habitantes; en los países pobres, hay diez.
Los países ricos han prohibido la gasolina con plomo, pero sus habitantes de cuatro ruedas escupen otros venenos. De la vertiginosa motorización de las calles proviene buena parte de los gases que recalientan el planeta, enloquecen el clima y perforan el ozono. Los automóviles son cada vez más numerosos y cada vez más grandes. Quizá las 4 x 4, que todos los niños del mundo sueñan con tener, se llaman así porque consumen cuatro veces más combustible que los autos pequeños. Hágase nuestra voluntad, así en la tierra como en el cielo: salvo los bebés, todos tienen automóvil propio en el país que más energía traga y más veneno escupe. El país más glotón y derrochón contiene nada más que el 4 por ciento de la población mundial, emite nada menos que el 24 por ciento del dióxido de carbono que agrede la atmósfera y gasta dinerales en la publicidad que lo absuelve.
Una organización modestamente llamada Fuerza de Tareas de los Líderes Globales del Medio Ambiente del Mañana ha difundido un mapamundi ecológico, publicado con el mayor destaque en la revista Newsweek y en otros medios, junto con un texto explicativo. Los Líderes Globales demuestran que los países más ricos son los mejores amigos de la naturaleza, los más “eco-friendly”, y los principales culpables de las calamidades ecológicas del planeta son Bangladesh y Uganda.

Chiste 5

El dióxido de carbono ¿ataca la memoria? Habría que ver. En su campaña presidencial, George W. Bush había prometido que iba a limitar las emisiones de gases tóxicos. Olvidó su promesa apenas abrió la puerta de la Casa Blanca. Dijo no al acuerdo internacional de Kioto y confirmó así, una vez más, que los únicos discursos que merecen ser creídos son los discursos no pronunciados.

Chiste 6

El gobierno del planeta ¿es un gobierno o un oleoducto? Las empresas petroleras fueron las que más dinero aportaron a la campaña de Bush, que fue la más cara de la historia. El presidente había fundado la empresa petrolera Arbusto Oil, que luego se llamó Bush Exploration y que fue finalmente vendida a la Harken Oil & Gas. El vice, Dick Cheney, acumuló su fortuna personal desde la empresa petrolera Halliburton. A la cabeza de la Seguridad Nacional está Condoleezza Rice, que integró el directorio de la empresa petrolera Chevron entre 1991 y el año 2000. Don Evans, secretario de Comercio, fue presidente de la empresa petrolera Tom Brown Inc. y director de la empresa petrolera TMBR/Sharp Drilling. Kathleen Cooper, que se ocupa del comercio en la Secretaría de Asuntos Económicos, fue ejecutiva de la empresa petrolera Exxon. Thomas White, de la Secretaría de Defensa, fue vicepresidente de la empresa petrolera Enron Corporation.

Chiste 7

Podría llamarse Asociación para el Exterminio del Planeta y sus Alrededores. Pero no: se llama Centro Mundial para el Medio Ambiente.
Entre sus miembros figuran British Petroleum, Occidental Petroleum, Exxon, Texaco, International Paper, Weyerhaeuser, Novartis, Monsanto, BASF, Dow Chemical y Royal Dutch Shell. Todos estos amigos de la naturaleza y de la especie humana, que periódicamente se condecoran entre sí, anunciaron que la empresa Shell recibirá la Medalla de Oro del Medio Ambiente correspondiente al año 2001. Entre los muchos méritos de la empresa, cabe mencionar sus esfuerzos por arrasar el delta del Níger y por lograr que la dictadura de Nigeria enviara a la horca, en 1995, al escritor Ken Saro-Wiwa y a otra gente molesta que andaba protestando.