Entrevista a Eduardo Galeano
"Hay que intentar ver lo que no se
ve"
N�ria Navarro
El Per�odico
El autor uruguayo invita a barrer los prejuicios antes de ponerse a
interpretar el mundo
Montevideo, 1940
Periodista
Autor de 'Bocas del tiempo' (Siglo XXI)
Galeano ingres� en el pante�n de los cl�sicos con ese memorial de agravios
titulado Las venas abiertas de Am�rica Latina. Unos 30 a�os despu�s lanza
Bocas del tiempo, un libro de relatos de simplic�sima complejidad. Su
lado militante, que nunca aparc�, lo ha sacado en el F�rum.
--Viene reclamando la mirada del ni�o.
--Para poder ver, hay que limpiarse los ojos de las telara�as que la
civilizaci�n te va poniendo. En el caso de Latinoam�rica, las telara�as vienen
del machismo, del militarismo, del racismo. Hay que intentar ver lo que no se
ve. Liberarse de los prejuicios que impiden ver las cosas como son.
--�C�mo son las cosas?
--Contradictorias, incomprensibles, horrendas, maravillosas. Y para poderlas
recibir como son hay que despejar la mirada. F�jese en el caso de la guerra de
Irak.
--�...?
--Desde la difusi�n de las fotos de las torturas se empieza a ver de otro modo,
pero ya era horrenda antes de esos documentos gr�ficos. Los datos m�s
conservadores de la supuesta operaci�n de salvaci�n de Irak hablan de 7.000
iraqu�s muertos, la mayor�a mujeres y ni�os. �Y si la historia hubiera ocurrido
al rev�s?
--�Si los iraqu�s hubieran asesinado a 7.000 norteamericanos?
--�El mundo habr�a tardado 5.000 a�os en olvidar el esc�ndalo! Es evidente que
el racismo impide ver la guerra tal cual es. Es muy importante elegir el punto
de vista. Desde la perspectiva de la lombriz, un plato de espagueti es una
org�a.
--�Ha mudado su punto de vista?
--Siempre he sido consciente de que deb�a evitar la esquematizaci�n del mundo.
Las cosas no son como uno decide que son, sino como ellas quieren ser.
--"Los pobres son los que tienen la puerta cerrada..."
--Esa frase la dijo mi nieta, Catalina, cuando ten�a 3 a�os. �Certera definici�n
de la pobreza! No s� si la escuela tiene la culpa del aplastamiento de la
espontaneidad. Yo siempre estoy atento a los ni�os chicos, porque son
asombrosamente sabios. Toda la luz del mundo entra por sus ojos. Ellos dicen la
verdad.
--�La literatura es otra forma de decir la verdad?
--Yo no comparto la sacralizaci�n del libro. Hay libros que multiplican el alma
y otros que la encogen.
--�C�mo se toma usted el oficio?
--Como una necesidad �ntima, inexplicable, de recoger las cosas y devolverlas.
Yo soy un escuchador de historias.
--�Se oye mucha mentira?
--Lo peor son las verdades que acaban en mentira. F�jese, por ejemplo, en la
expresi�n comunidad internacional.
--�Qu� le ocurre?
--Antes esa expresi�n pertenec�a a la gente que cre�a posible construir otro
mundo, ampliar los espacios de encuentro. Ahora esas dos palabras definen a los
jefes guerreros y a los grandes banqueros que lo controlan todo. Es una verdad
convertida en mentira por obra de la manipulaci�n pol�tica y medi�tica. Lo mismo
ocurre con democracia, �no? "EEUU impone la democracia en Irak", o�mos.
Etimol�gicamente democracia significa el poder para el pueblo.
--�Qu� significa hoy Sur?
--Un mundo arrollado por el desarrollo ajeno. Significa que el bienestar de unos
pocos es la maldici�n de muchos. Pero el Sur est� condenado a la libertad,
�sabe? A elegir entre la indignidad y la indignaci�n. El Sur no puede ignorar la
posibilidad que tiene de ser �l mismo.
--Lula parec�a intentarlo, pero la confianza en �l se deshincha.
--Est� gobernando m�s para los bancos que para la gente, �no? El poder induce
con una facilidad asombrosa a gestionar torpemente la libertad. En un mundo que
desprecia el trabajo, donde ser miembro de un sindicato significa el despido en
compa��as como Wal Mart o McDonald's, Lula naci� como una esperanza. Y no hay
nada peor que pecar contra la esperanza.
--"Todo se pudre", dijo un viejo en una pulper�a.
--Sabemos poco de nosotros. Y lo poco que sabemos viene muy mentido. Pero
la gente del pueblo no ha perdido el sentido com�n, como le ha ocurrido a la
inmensa mayor�a de ilustrados. Yo tengo una baldosita andaluza en el patio de mi
casa. "No te preocupes tanto por la vida pues no saldr�s vivo de ella", dice la
baldosita.
--Sabidur�a andaluza. Pero usted vive en Montevideo.
--Yo he tenido la suerte de encontrar muchos lugares cordiales, pero donde mejor
me reconozco es en Montevideo. Creo que la identidad no proviene de la biolog�a,
sino de la libertad. Uno es lo que elige ser.
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