Economía
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La Ronda de Doha es una olla a presión
Stefania Bianchi
IPS
Los negociadores comerciales de la Unión Europea (UE) soportan intensas presiones. Francia y otros países miembros los acusan de conceder demasiado, pero naciones ajenas al bloque los cuestionan por consolidar el cierre del mercado agrícola europeo.
El equipo encabezado por el comisario de Comercio de la UE, Peter Mandelson,
quedó bajo fuego por bloquear el avance de la Ronda de Doha de negociaciones de
comercio, lanzada en 2001 con el propósito de liberalizar el intercambio de
bienes y servicios y beneficiar a los países pobres.
Esta semana, representantes de varios países ante la Organización Mundial del
Comercio (OMC) trabajan en la elaboración de un acuerdo, con vistas a la
conferencia ministerial que se celebrará del 13 al 18 de diciembre en Hong Kong.
Las frenéticas negociaciones de las últimas semanas en Ginebra no lograron que
la UE accediera a abrir más su mercado agropecuario.
El miércoles, la UE se negó a hacer nuevas propuestas para reducir los aranceles
agrícolas, a pesar de la creciente presión de algunos miembros de la OMC para
que hiciera recortes más profundos.
Representantes de la UE, Estados Unidos, Brasil, India y Australia están
reunidos en un intento por zanjar las diferencias que se interponen en el camino
de un proyecto de tratado comercial con miras a su aprobación en Hong Kong.
La conferencia ministerial es considerada la última oportunidad para lograr un
acuerdo comercial global bajo la actual ronda de negociaciones, designada con el
nombre de la capital de Qatar, donde se realizó la reunión de 2001.
Se teme que, si los ministros de Comercio no aprueban el anteproyecto en la
conferencia de Hong Kong, pueda fracasar la Ronda de Desarrollo de Doha, cuyo
fin manifiesto es establecer mecanismos que impulsen la economía mundial y
saquen a millones de personas de la pobreza.
Los países en desarrollo condenan la asistencia de Estados Unidos y la UE a sus
respectivos productores agrícolas, alegando que los subsidios deprimen los
precios mundiales de estos productos y dificultan la competitividad de las
naciones más pobres.
El comisario de Comercio Mandelson afronta cada vez más críticas, tanto desde
dentro como desde fuera del bloque. Estados Unidos y Brasil lo presionan en
procura de nuevos recortes de subsidios. Pero países de la UE como Francia,
Irlanda, España, Portugal, Chipre y Hungría dicen que el jerarca comercial ya ha
ido demasiado lejos.
Estas tensiones se desataron cuando Mandelson presentó planes para recortar la
asistencia agrícola y los subsidios comerciales.
La semana pasada, la UE ofreció una reducción de 70 por ciento en los subsidios
agrícolas distorsionadores del comercio, muy a tono con una reforma ya acordada
por los estados miembros, luego que Estados Unidos delineara una oferta similar.
También propuso cortes de al menos 50 por ciento en sus aranceles más altos para
las importaciones agrícolas, reduciendo los ítems en su lista de mercaderías
"sensibles", a las que otorga mayor protección.
Pero Francia teme que ya se haya concedido demasiado y quiere que la Comisión
Europea, rama ejecutiva de la UE, adopte una posición más dura.
París retiró formalmente su apoyo a las propuestas de Mandelson para reducir las
barreras al comercio agrícola en una declaración del Ministerio de Agricultura
francés formulada el miércoles.
El Grupo de los 20 (G-20), expresión de los países en desarrollo en las
negociaciones comerciales, sugiere limitar la cantidad de los llamados
"productos sensibles", que tienen tarifas de importación más elevadas que otras
mercaderías agrícolas, a no menos de uno por ciento del total de cualquier
miembro, en línea con la propuesta de Estados Unidos.
Eso significaría que la UE podría mantener una protección especial a alrededor
de 20 productos, pero la última oferta de Bruselas fue de ocho por ciento, o
unas 160 líneas de productos.
El representante de comercio de Estados Unidos, Rob Portman, dice que espera ver
"mucha más ambición de parte de la UE".
Sin embargo, organizaciones de defensa al desarrollo del Sur también advierten
que las ofertas de Estados Unidos y la UE no supondrán un recorte del gasto
general en subsidios agrícolas.
La organización no gubernamental ActionAid estima que Estados Unidos gasta
actualmente 25.000 millones de dólares al año en subsidios agrícolas, y que, de
aprobarse su oferta, aportará entre 23.000 millones y 26.000 millones de dólares
en el periodo 2008-2012.
Del mismo modo, la UE, que hoy gasta 76.400 millones de dólares en subsidios
agrícolas internos, todavía otorgaría entre 65.700 millones y 71.700 millones de
dólares.
"Las propuestas de Estados Unidos y la UE para cortar los subsidios agrícolas
son una ilusión y han sido presentadas solo para que los países pobres hagan
concesiones, en especial abriendo sus mercados industriales y de servicios",
dijo a IPS Tim Rice, encargado de políticas comerciales de ActionAid.
Aftab Alam, jefe de la campaña de justicia comercial de ActionAid, señaló que
sus propias consultas con delegaciones de la OMC de los países en desarrollo
confirmaron que Estados Unidos y la UE están "marginando" a los países pobres en
las negociaciones.
"Los países en desarrollo dicen que esto se está volviendo un ronda de acceso a
los mercados más que una ronda de desarrollo. ActionAid cree que las actuales
negociaciones deberían ser detenidas y nuevas propuestas presentadas
urgentemente, para concretar una genuina ronda de desarrollo comercial", agregó.
La Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Solidaridad (Cidse) y
Cáritas Internacional, dos redes globales de desarrollo de inspiración católica,
afirman que se necesita un "cambio completo" en el enfoque de una política
comercial, para brindar asistencia en la reducción de la pobreza y en el
desarrollo.
"Todo se trata de voluntad política. Bajo su actual mandato, los ministros y
expertos en comercio no son capaces de resolver los puntos muertos políticos, y
es por eso que las negociaciones ahora están estancadas en detalles técnicos.
Sólo los jefes de estado y los gobiernos pueden asegurarse de que estos puntos
muertos sean rotos", expresaron en una declaración el jueves.
La ronda de conversaciones de Doha progresa a un ritmo lento desde el colapso de
la conferencia ministerial de la OMC celebrada en Cancún, México, en 2003.
Los miembros de la OMC esperan que se establezca un nuevo acuerdo de libre
comercio global para comienzos de 2006.
Los delegados de la UE y los cuatro países que se congregaron en Ginebra el
miércoles -- Australia, Brasil, India y Estados Unidos -- volverán a reunirse
este jueves, pero junto con ministros de otros seis estados, incluyendo Canadá,
Japón y Suiza.