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Economía

Los venezolanos mantienen en bancos estadounidenses cuentas por valor de 1.300 millones de dólares
Venezuela 'exporta' divisas a EEUU



G.V.
Americaeconomica.com

Aunque en Venezuela el Banco Central (BCV) y el órgano de administración de divisas (Cadivi) aseguran no tener conocimiento del volumen de dinero que mantienen los ciudadanos de este país en cuentas en el exterior, lo cierto es que hay, y mucho. Y casi todo está en EEUU. Según el ultimo informe elaborado por el Banco Internacional de Pagos (BIS), los venezolanos tienen colocados en depósitos en entidades financieras estadounidenses unos 1.300 millones de dólares (1.080 millones de euros). Un dinero que las autoridades de EEUU vigilan de cerca.
Según el BIS, en el último trimestre de 2004 se produjo una salida neta de capitales en Latinoamérica como consecuencia del aumento de los depósitos realizados en bancos internacionales. Estos pasivos en el exterior suman ya 289.000 millones de dólares (240.253 millones de euros) tras incrementarse en 7.000 millones (5.819 millones de euros). Y de esta última cantidad, casi el 20% responde a colocaciones realizadas por venezolanos en bancos de EEUU.
Venezuela. Los residentes en Venezuela mantenían colocados en depósitos en entidades estadounidenses 1.300 millones de dólares (1.080 millones de euros), una cifra sólo superada por los mexicanos con 1.600 millones de dólares (1.330 millones de euros), los restantes 4.100 millones de dólares (3.408 millones de euros) que salieron de la región en el último trimestre de 2004 no tuvieron como destino ningún país en particular.
Pero el dinero que los venezolanos han confiado a los gestores estadounidenses corre peligro. La situación de estas cuentas es en estos momentos complicada porque Washington las vigila de cerca. El Gobierno de George Bush pretende detectar a través de los intermediarios venezolanos los capitales que puedan proceder de la corrupción en el país latinoamericano. Es decir, básicamente busca funcionarios y miembros del Gobierno de Chávez con negocios oscuros. Se trata, según algunos observadores, de una acción más enmarcada en el aumento de las hostilidades entre EEUU y Venezuela y en la obsesión de Washington por desprestigiar al mandatario venezolano.
Aunque el aumento de las cuentas de ciudadanos venezolanos en el sistema financiero estadounidense no tiene por qué responder a un intento de sacar el dinero 'corrupto' del país. O por lo menos no sólo a eso. Muchas de esas cuentas son utilizadas para realizar operaciones en el mercado paralelo del dólar tras la imposición por parte del Gobierno de Chávez de instrumentos de control de las divisas. Argentina. El informe del BIS revela otro dato curioso. Los grandes bancos internacionales parece que dudaban del éxito del proceso de reestructuración de la deuda en Argentina. Esa podría ser la explicación que está detrás de la reducción de la exposición de la banca internacional en este país latinoamericano.
En el cuarto trimestre de 2004, el crédito a corto plazo concedido a prestatarios argentinos se continuó reduciendo. La caída fue de 4.000 millones de dólares (3.303 millones de euros) hasta alcanzar un stock a finales de diciembre de 18.900 millones (15.608 millones de euros). Y la suerte del país austral ha influído en toda Latinoamérica.
El estudio del BIS muestra que el valor en dólares de los compromisos de pago asumidos en la región ha caído en 69.000 millones de dólares (56.982 millones de euros) desde el año 2000, y casi la mitad de esa reducción tiene su origen en la caída de los préstamos a corto plazo concedidos a residentes de Argentina. Es de esperar que esta tendencia se revierta en los próximos meses tras el éxito del canje de la deuda en default.
La desconfianza que generaba Argentina entre los banqueros internacionales se ha apreciado sobre todo en la actitud de las entidades financieras españolas y estadounidenses que son las principales acreedoras de Latinoamérica. En ambos sistemas bancarios la exposición se ha ido trasladando desde Argentina a México. En el caso de las firmas españolas destaca el hecho de que los compromisos de cobro asumidos en la región (a través de la concesión de préstamos o compra de deuda) a corto plazo se han reducido debido a que han sido más reacios a prestar dinero a ese plazo, fundamentalmente en Argentina, mientras que desde el año 2002 están incrementado su exposición a largo plazo en países como Venezuela, Brasil o México.
México. Esta actitud demuestra que la comunidad internacional ha aumentado su confianza en economías como la brasileña o la mexicana, algo que corroboran otros datos. Los inversores aprecian mucho su papel. En el primer trimestre del año, estos dos países han sido las naciones latinoamericanas más activas en los mercados de deuda, con unas emisiones netas de 3.600 millones de dólares (2.972 millones de euros) y 2.600 millones (2.146 millones de euros), respectivamente. El informe del BIS destaca que las empresas estatales mexicanas han sido las únicas en la región que entre enero y abril mantienen una posición neta de endeudamiento positiva.
Igual que ha ocurrido en algunos países asiáticos, las dos principales emisiones que se han realizado entre enero y marzo de este año en la región se han denominado en euros. Una de ellas ha sido la realizada por la República de Venezuela por valor de 1.000 millones de euros (bonos a 10 años con cupón 7%) y la otra, por igual valor, la ha protagonizado Pemex Proyect Funding Master Trust y está garantizada por Petróleos Mexicanos (Pemex).
En México, el Gobierno de Fox también anunció la colocación de 1.000 millones de dólares (825,6 millones de euros) en bonos a 10 años y con un spread de 145 puntos básicos por encima de la deuda del Tesoro de EEUU a amortizar en el mismo periodo. Este país se ha beneficiado del hecho de que dos agencias de calificación, Moody's y Standard & Poor's, han incrementaron a principios de año el rating de México, desde 'Baa2' a 'Baa1' en el primer caso, y en el segundo desde 'BBB-' a 'BBB'.
Respecto a Brasil, el Estado realizó dos emisiones denominadas en dólares, por valor de 1.250 millones (1.032 millones de euros) y 1.000 millones (825,6 millones de euros), respectivamente.
También destaca la actividad de Colombia, no por su volumen, sino porque este país realizó dos colocaciones en su moneda nacional en los mercados internacionales, cuyo cupón se paga en dólares.
Parece que los inversores confían más en la región que sus propios ciudadanos. Mientras que los mercados devoran su papel y los bancos, salvo en el caso coyuntural de Argentina, incrementan su exposición a largo plazo, los latinoamericanos sacan su dinero fuera. Los fantasmas del pasado todavía están muy presentes en los países del subcontinente.