Economía
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Política comercial europea: "la más agresiva"
Sally Burch
Alai Amlatina
En el Foro Enlazando Alternativas, que se inauguró el 10 de mayo en Viena,
las políticas comerciales de Europa y el comportamiento de sus empresas
transnacionales en América Latina están bajo la mira de las entidades de la
sociedad civil y organizaciones sociales presentes, que suman al menos 1000
participantes, de los cuales más de 100 han llegado de América Latina.
En el acto inaugural, más de un/a ponente señaló que la Unión Europea (UE) tiene
una política comercial aún más agresiva que EE.UU., la cual se traduce en
fuertes presiones a los gobiernos de América Latina y el Caribe para que abran
sus economías a las inversiones y productos europeos. La analista Susan
George, de ATTAC-Francia, afirmó incluso que "la Europa oficial es la entidad
más neoliberal en la Tierra", y que si bien hay una lucha ciudadana por
cambiarla, la Comisión Europea puede hacer lo que se le antoja, puesto que "no
hay democracia en Europa a ese nivel".
No obstante, se está construyendo, desde los movimientos sociales y políticos de
ambos continentes, campañas para que los servicios básicos -educación, salud,
cultura, agua, y otros- queden fuera de la agenda de privatizaciones.
George señaló como logros significativos, la reciente lucha en Francia que frenó
una ley de flexibilización del empleo de jóvenes, y el hecho que en Europa, al
menos 1500 gobiernos locales se hayan declarado "libres del GATS", o sea, que se
consideran externos a la jurisdicción del Acuerdo General sobre Comercio y
Servicios (GATS). Informó también que en el Foro Social Europeo realizado
en Atenas la semana pasada, hubo avances importantes en la conformación de redes
de acción a nivel continental, subrayando la creación de una Red Europea sobre
Servicios Públicos.
Compartieron la mesa representantes de diversos movimientos sociales, incluyendo
los desempleados e inmigrantes en Europa, y las luchas contra los tratados de
libre comercio (TLC) en América Latina. La dirigente indígena ecuatoriana
Blanca Chancoso habló sobre las recientes movilizaciones indígenas contra el TLC
en negociación entre su país y EE.UU., y destacó el logro de haber frenado, por
ahora, la firma del acuerdo. "Hemos ganado una batalla, -señaló-, más no
la guerra". Denunció que tales acuerdos buscan no solo el negocio de
productos, sino "convertir a cada uno de nuestros países en un producto".
La migración es otro tema que une a los dos continentes. Del movimiento de
inmigrantes de Inglaterra, por ejemplo, se informó que muchos grupos han
comenzado a perder el miedo a manifestarse y a reclamar ante la inseguridad y la
falta de derechos, a raíz del asesinato en julio pasado, por la policía
londinense del joven brasileño J.C. Menezes, a quien se le confundió con
un sospechoso del atentado terrorista en el metro de esa cuidad.
América Latina vista como ejemplo En varios momentos del programa, participantes
europeos destacaron los recientes cambios políticos registrados en América
Latina -citando los casos de Venezuela y Bolivia- y el crecimiento y madurez de
los movimientos sociales de la región, reconociendo que los europeos tienen
mucho que aprender de América Latina.
Se estima que la postura de los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Cuba podría
ser gravitante, de hecho, en los resultados de la Cumbre oficial que comienza el
día 11, en esta misma ciudad.
Entre las organizaciones de la sociedad civil se acaricia la posibilidad de que
estos tres países podrían oponerse a que haya avances en la agenda comercial
bicontinental.
Esta posible coincidencia de posiciones de algunos gobiernos con posturas de los
movimientos sociales ha creado una expectativa sobre nuevas áreas de acción
coincidente, con cuyo propósito se ha previsto un encuentro de la sociedad civil
con los presidentes Hugo Chávez y Evo Morales para el sábado 13.
De hecho, un próximo escenario de acción para poner en prueba esta alianza son
las negociaciones en la Organización Mundial del Comercio, que se reanudan en
Ginebra la semana próxima, donde este organismo tratará de avanzar hacia la
conclusión de la Ronda de Doha.
En Viena, las instancias organizadoras del Foro han solicitado al Ministro de
Relaciones Exteriores de Austria un espacio de unos 15 minutos para intervenir
ante todos los jefes de Estado y gobierno. La decisión queda en manos del
jefe de Estado austriaco, anfitrión de la Cumbre, quien encabeza uno de los
gobiernos más conservadores de Europa y que en el pasado no ha mostrado apertura
a este tipo de participación. El Foro no ha convocado a ningún tipo de
manifestación en las calles, -las movilizaciones han sido prohibidas por el
gobierno-; no obstante, algunas organizaciones locales están lanzando
convocatorias para el día sábado.